La izquierda pretende degradar el español como lengua común y El País lo confirma

Elentir EN Mié 20·9·2023 · 17:37 1

Hace un mes advertí aquí que la introducción de las lenguas regionales en el Congreso tenía un aspecto más grave que un despilfarro económico.

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El separatismo utiliza las lenguas como elemento de división

Señalé entonces que la existencia de una lengua común que todos los españoles conocemos es la peor pesadilla del separatismo, porque éstos basan gran parte de su agenda política en la utilización de las lenguas regionales como un instrumento para separar, para dividir y para enfrentar a los españoles. Su agenda separatista busca un aislacionismo lingüístico que es imposible si existe una lengua común. Esto es algo que debería tener muy claro cualquiera que viva en una región con movimientos separatistas, como es el caso de mi tierra, Galicia.

Por si quedaban dudas de esa pretensión, ayer los separatistas celebraron la irrupción de las lenguas regionales en el Congreso afirmando que eso demuestra que son una "nación". Para ellos el concepto nación va estrechamente ligado a una sola lengua, y degradar al español como lengua común es una victoria para los separaristas.

El País equipara a España con países sin una lengua común

Los que consideren exagerados estos análisis sólo tienen que leer el editorial publicado hoy por el diario progubernamental El País, que lleva décadas haciendo el papel de portavoz oficioso del PSOE. El diario socialista defiende la introducción de las lenguas regionales en el Congreso con este disparatado argumento: "España se iguala así a democracias federales de arraigado multilingüismo institucional como Bélgica, Canadá y la Confederación Helvética".

Los ejemplos elegidos por El País son muy torticeros: el diario socialista ha elegido los únicos tres países democráticos que no tienen una lengua común. Podría haber elegido otros ejemplos de países democráticos con varias lenguas pero que sí tienen una lengua común, como Francia, Reino Unido, Italia, Países Bajos, Polonia, Estados Unidos, Alemania, Suecia y Grecia. El País ni siquiera ha citado a Irlanda ni a Finlandia, países con dos lenguas nacionales (inglés y gaélico irlandés, en el primer caso, y finés y sueco, en el segundo), pero cuyas lenguas de uso común a efectos prácticos son el inglés y el finlandés, respectivamente.

Quieren convertir España en algo que nunca ha sido para dividirla

No está de más observar un detalle: España no es Canadá, Suiza ni Bélgica. España ha tenido una lengua común desde hace cientos de años y esos países nunca la han tenido. Los separatistas y sus aliados de la izquierda quieren convertir España en algo que nunca ha sido, sólo para culminar sus planes de división y quiebra de la convivencia entre españoles. Porque este ataque al español no busca mejorar la convivencia: ése nunca ha sido el propósito del separatismo. Los separatistas buscan precisamente lo contrario: romper nuestros vínculos como Nación.

El diario socialista acusa a la oposición de lo que hacen los separatistas

Por ello, lo más ridículo es lo que viene a continuación en el editorial de El País: "Lejos de significar un atentado contra la igualdad entre los españoles y un factor de división y discordia, como pretenden quienes se han opuesto a la proposición de ley que se aprueba definitivamente este jueves, es un factor de unión entre los ciudadanos y un avance en la igualdad de sus derechos como hablantes".

Los que buscan utilizar las lenguas como factor de división y discordia son precisamente los separatistas, que son quienes han exigido este cambio. La izquierda se ha plegado a ese chantaje no para mejorar nuestra convivencia, sino para asegurarse el apoyo de los separatistas. Esta medida sólo tiene esa finalidad. Si a la izquierda le importasen los derechos lingüísticos, no apoyaría, como lo hace, la exclusión del español en las escuelas de Cataluña y las multas lingüísticas a los comerciantes catalanes que rotulan en español.

El País tergiversa lo que dice la Constitución sobre las lenguas

Finalmente, El País justifica la polémica medida invocando el Artículo 3.3 de la Constitución: "la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección". Pero obvia sin más lo que dice el 3.2: "Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos". Y sobre todo ningunea lo que dice el 3.1:

"El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla".

Así pues, este intento de degradar el español es un atentado contra la Constitución. Los separatistas y sus socios de la izquierda saben que no tienen la fuerza parlamentaria necesaria para modificar nuestra ley fundamental y lo que han hecho es tergiversarla. Esto demuestra lo lejos que es capaz de llegar la izquierda para mantenerse en el poder: están falseando nuestra legalidad constitucional, lo cual es un grave ataque a nuestra democracia. Y todo ello, repito, para que Pedro Sánchez pueda seguir un tiempo más en el poder.

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Foto: Europa Press.