1. Prisciliano

   Hace ya un par de años que lo vengo manifestando, incluso en alguno de mis anteriores comentarios publicados en «Contando estrelas», y en esos comentarios, siempre aludí que era preciso la urgente aplicación del Artículo 8° de la Vigente Constitución, el cual es muy claro en todo lo concerniente a su aplicación, y la situación actual a la que hemos llegado en España, con la reiterada felonía que, sin parar vienen aplicando con sus tan nefastas políticas, Pedro Sánchez Castejón y el caótico gobierno socialcomunista que preside, hace más que preciso, sino urgentemente necesario, el poner en marcha y aplicar ya sin más demoras, el citado Artículo 8° de nuestra Constitución, por parte de quiénes tienen el necesario y imperioso deber de hacerlo; y quiénes tienen por cometido hacerlo, son muestras Fuerzas Armadas. Y llegado a este punto, cabe señalar, de que el actual Jefe del Estado a título de Rey, tiene además designada otra función, la cual no la posee meramente a título honorario, sino para ejercerla en la práctica, ya que el Rey Felipe VI, al igual que en su día lo ha tenido su padre, el Rey Emérito Juan Carlos I, ostenta como él, el rango y empleo de Capitán General de las Fuerzas Armadas del Reino de España, y que por lo tanto presumo, de que en su condición de militar que, ostenta el cargo y empleo de Capitán General, puede dar legalmente las órdenes pertinentes a los Ejércitos que forman las Fuerzas Armadas, incluida también la Guardia Civil, por ser un Instituto Militar; repito, puede dar esas órdenes a las Fuerzas Armadas, dado que hoy, aquí y ahora, urge garantizar la soberanía e independencia de España, y también defender la integridad territorial de España como nación; integridad que Pedro Sánchez Castejón, y el gobierno socialcomunista que preside, están poniendo en peligro, y además las Fuerzas Armadas, tienen que velar igualmente, por el ordenamiento constitucional, el cual cabe presumir, se viene conculcando con una total impunidad y desvergüenza, por parte de Sánchez y del ejecutivo por él presidido, cuando deberían de ser ejemplo del cumplimiento del citado ordenamiento constitucional y no lo están siendo, sino que presumo que políticamente hablando, vienen siendo todo lo contrario.

   Expuesto lo anterior; presumo de que claramente se dan, todas y cada una de las premisas, circunstancias y condiciones, para que el Artículo 8° de la Constitución, sea aplicado ya sin más demoras, ante las solapadas maniobras que Pedro Sánchez Castejón y su gobierno socialcomunista, vienen llevando a cabo, con la ya muy clara intención, de imponer en España un cambio de régimen, con la muy mal disimulada intención por parte de los aludidos, de alumbrar un nuevo régimen a implantar en España; régimen que ya no sería un régimen democrático, sino y a estas alturas y a no dudarlo, sería un régimen totalitario antidemocrático, igual o muy similar a los de la Cuba castro-comunista o al de la Venezuela del socialismo bolivariano del siglo XXI, lo que equivale a decir, puras y duras dictaduras de tipo social-comunista, y mucho me temo, de que ese tipo de regímenes, no es el que queremos en España, ni para nosotros, ni para nuestros hijos, nietos y bisnietos.

   Así que por todo lo dicho y manifestado, somos ya muchos los españoles demócratas bien nacidos, los que veríamos con buenos ojos, el que al igual que en aquel 23F, Juan Carlos I, vistiendo su uniforme de Capitán General, dió las órdenes pertinentes, para parar aquel golpe de estado; también hoy y en estos aciagos momentos, ante la traición que se está pretendiendo llevar a cabo, por los ya proverbiales enemigos de España; el actual Rey Felipe VI, igualmente en su condición de militar, vistiera el uniforme de Capitán General de las Fuerzas Armadas, y diera ya de una vez, antes de que sea demasiado tarde, las órdenes pertinentes a las Fuerzas Armadas, para que las mismas procedan sin demora, a la aplicación, del ya citado Artículo 8° de la Constitución, con el fin de restablecer en España, el ordenamiento constitucional hoy dañado, al tiempo que impedir el atentar contra la integridad territorial de nuestro país que, por parte de los ya proverbiales enemigos de España, ya han proyectado y pretenden consumar de inmediato. Así de claro. Y nada más por el momento; pero tampoco nada menos.
   ¡Viva España!

   15:02 | 10/11/23

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