España vive sus horas más oscuras en décadas, con un gobierno que ha decidido reventar la separación de poderes para aferrarse al poder.
El Poder Judicial, los jueces y los fiscales rechazan ese golpe al Estado de Derecho
El pacto entre el Partido Socialista (PSOE) y el prófugo Puigdemont, anunciado este jueves, ha recibido el rechazo del Consejo General del Poder Judicial (que califica lo pactado como "un flagrante atentado a la separación de poderes"), el rechazo de las asociaciones de jueces (incluida la más afín al Partido Socialista: denuncian que es una "intromisión en la independencia judicial y quiebra de la separación de poderes") y el rechazo de las asociaciones de fiscales (incluida la más afín a la izquierda). Nunca una medida relacionada con la Justicia ha recibido un rechazo tan duro y unánime en el ámbito judicial en España, y es que nunca se había llegado a un extremo tan grave.
Un pacto que otorga impunidad a delincuentes aliados del gobierno
Lo que supone el pacto entre socialistas y separatistas es que cualquier político afín al gobierno o a sus aliados podrá delinquir con impunidad, y serán los jueces que intenten encausarlo quienes sean investigados por el poder político. Es una quiebra absoluta de la separación de poderes que nos lleva a una situación propia de una dictadura. Lo propio de una democracia es la existencia de una independencia judicial que ponga límites al ejercicio del poder político. Lo que ha pactado Pedro Sánchez con los separatistas es reventar los diques democráticos contra los abusos de poder.
Un grave atentado contra la convivencia entre españoles
Además de eso, el gobierno crea una situación peligrosa al amnistiar y borrar los graves delitos cometidos por separatistas catalanes, incluidos delitos de corrupción, de terrorismo y de violencia callejera. Intentar disfrazar esto como un gesto para mejorar la convivencia es una burla a los españoles. En una democracia, la convivencia exige que todos estemos sometidos por igual al imperio de la ley, sin que nadie tenga privilegios para cometer delitos con total impunidad. Lo que establece este pacto, la impunidad para los delitos cometidos por los separatistas, es un grave atentado contra la convivencia entre españoles, y sus efectos sólo se han empezado a sentir.
El gobierno incentiva la violencia al amnistiar la de sus aliados
Estos días ha habido muchas protestas en las calles de España, protagonizadas por españoles que se sienten indignados ante este ataque contra nuestra democracia. Esas protestas han sido mayoritariamente pacíficas y sólo un pequeño grupo de alborotadores, sobre cuyas auténticas intenciones e identidad ideológica habría mucho que discutir, han protagonizado actos de violencia en Madrid.
En una forma burda de intentar criminalizar a todos los que se oponen a este golpe a la democracia, la izquierda y sus terminales mediáticas se han lanzado a criminalizar esas protestas mientras bendicen que se amnistíe actos de violencia mucho peores, como los perpetrados en Cataluña por activistas separatistas, algunos de los cuales están procesados por terrorismo. Un gobierno que otorga impunidad a delincuentes violentos porque son sus aliados pierde toda legitimidad para condenar la violencia de otros, ya que toda condena de la violencia carece de credibilidad si se hacen excepciones en función de la ideología de los delincuentes. Con ese pacto de impunidad para el separatismo violento, lo que hace la izquierda española es incentivar la violencia, al premiarla con un privilegio penal en el caso de sus aliados.
Este golpe empuja a España a un enfrentamiento civil
Nada hay que pueda destrozar más la convivencia en un país que una injusticia tan evidente como es tratar de forma desigual la violencia de unos o de otros en función de su ideología, dejando impunes a los separatistas violentos. En un país en el que unos pueden incendiar impunemente las calles, perpetrar un golpe de Estado y cometer delitos de corrupción y quedar impunes, mientras a los demás se les impone la ley con todo el rigor hasta por las infracciones más leves, la convivencia pacífica es imposible. Eso ya no es una democracia: es el gobierno de una mafia que impone su voluntad por encima de las leyes.
En este sentido, el golpe socialista contra la democracia anunciado ayer empuja a España a un enfrentamiento civil, un enfrentamiento que tal vez no se materialice en una guerra civil como la que trájicamente sufrió España entre 1936 y 1939 (una guerra cuyo detonante fue el asesinato de un dirigente de la oposición a manos de pistoleros socialistas, no lo olvidemos), sino que se plasmará en forma de desórdenes públicos y actos de desobediencia incentivados por un gobierno que deja impunes esas conductas para sus aliados.
Los graves efectos de romper dos de los pilares de la democracia
En septiembre ya advertí aquí que si la ley no es igual para todos, entonces no es ley, y su efecto disuasor en la sociedad queda suprimido por un gobierno irresponsable que decide, por simple voluntad, que algunos están exentos de respetarla. También advertí entonces que Sánchez iba a provocar un grave conflicto social, que es lo que ocurre cuando se destruye uno de los pilares de nuestra democracia, como es la igualdad ante la ley. Pues además de romper ese pilar, ha decidido romper otro más: la separación poderes. Así no se favorece la convivencia: lo que conduce esto es a su destrucción. Pedro Sánchez y su partido lo saben, pero como tantas otras veces, han puesto sus deseos por encima de cualquier otra consideración.
---
Foto: Europa Press.
No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico: |
Comentarios:
Alejandro
Golpe de estado. Eso es lo que está sucediendo ahora mismo.
O se para el golpe y se derrota a los golpistas o comienza la dictadura Sanchista.
Yo lo tengo claro, no me arrodillo ante el Emperador Pedro I.
Lucharemos en las calles o en los montes y donde haga falta.
Los españoles no nos rendiremos jamás.
Sic semper tyrannis!!!
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
13:17 | 10/11/23
Alberto
El PSOE siempre ha utilizado la democracia como medio para conseguir sus aspiraciones totalitarias. El señuelo es la democracia pero el fin último es la dictadura del proletariado. En esta fase de la historia, buscan el desmantelamiento y la destrucción de España porque sobre sus ruinas les será más fácil construir su modelo de sociedad, la socialista. En este empeño de destrucción de nuestra patria tienen, obviamente, el apoyo de los partidos separatistas.
16:44 | 10/11/23
wladimir
es cierto…
si este Regimen sigue en su terquedad y persistencia de sustentar una Amnistia insostenible e ilegal…todo esto podria terminar muy mal..esto es un Golpe de estado al derecho y la democracia…va a contracorriente de la estabilidad y la paz..
esto podria desembocar en un enfrentamiento civil…en una situacion de choque entre los defensores de la Democracia y el Estado de derecho por un lado y por el otro los secuaces del Regimen y sus oscuras e inconfesables intenciones antidemocraticas…
10:11 | 11/11/23
Opina sobre esta entrada: