Hoy nos piden ayuda militar: hace 80 años otros vinieron a morir por nosotros

La deuda moral que los europeos tenemos no sólo con el heroico pueblo de Ucrania

Hace unos días, las fuerzas ucranianas se retiraron de la ciudad de Avdiivka, convertida por los invasores rusos en un montón de ruinas.

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Avdiivka ha sido una victoria pírrica del ejército ruso. Las fuerzas de Putin han tenido allí unas pérdidas brutalmente exageradas para el valor estratégico que tenía esa ciudad. No obstante, una de las causas de la retirada de Avdiivka debería alarmarnos: la escasez de municiones, principalmente debido a las disputas políticas en Estados Unidos, su principal proveedor de ayuda militar a Ucrania.

Me parece ciertamente triste el daño que está haciendo la propaganda rusa entre los conservadores de EEUU, con un caso tan clarísimo como el de Tucker Carlson, que se ha convertido en un vulgar propagandista de Putin y en un simple peón de la estrategia de propaganda del Kremlin para desmovilizar la ayuda estadounidense hacia Ucrania.

Ante el triste espectáculo de los políticos de EEUU, los europeos deberíamos ser los primeros en reaccionar, porque la amenaza del imperialismo ruso se cierne especialmente sobre Europa, y no sólo por la posibilidad de una invasión en Polonia y en las repúblicas bálticas, sino también por la estrategia de Rusia para desestabilizar África, provocando una ola masiva de inmigración ilegal en el sur de Europa.

Como sabéis, me gusta mucho la historia. Creo que es una buena maestra de la que deberíamos aprender mucho. Este año se celebrará el 80º aniversario del desembarco de Normandía. Siempre hay un dato que me ha llamado la atención de esa decisiva y sangrienta batalla de la Segunda Guerra Mundial: miles de norteamericanos lucharon y murieron allí, jóvenes procedentes de EEUU y Canadá a los que, siguiendo las tesis del egoísmo nacionalista que algunos intentan disfrazar como patriotismo, nada se les perdía en Europa.

Aquellos jóvenes podrían haber seguido con sus vidas al otro lado del océano Atlántico, sin que las desgracias de Europa les hubiesen afectado. Sin embargo, vinieron a luchar y a morir por nuestra Libertad. Miles de familias de EEUU y Canadá quedaron destrozadas para que los europeos pudiésemos ser libres. Hoy no estamos sometidos a la tiranía nazi gracias, en gran medida, a la generosidad de aquellos jóvenes.

En EEUU y Canadá hubo dudas entonces de si merecía la pena enviar a tantos jóvenes a morir tan lejos de su Patria por una guerra que, según algunos, no iba con ellos. Cuando los soldados americanos descubrieron el horror de los campos de exterminio, la causa por la que luchaban quedó muy clara. No habían llegado a Europa para luchar por intereses geopolíticos o por un juego político que buscase un mayor dominio del mundo, como aún sostienen algunos. Aquella era una lucha contra la tiranía, contra un poder cruel y despiadado que no tuvo reparos en asesinar a millones de seres humanos, niños incluidos.

Esta semana se cumplirán dos años del inicio de la actual invasión rusa de Ucrania. El pueblo ucraniano lleva dos años luchando no sólo contra un invasor que ha atacado su país, en un intento de apropiarse de un territorio que no le pertenece apelando a falsos argumentos históricos. Hoy Ucrania lucha también contra la tiranía, contra un dictador criminal que encarcela a sus propios compatriotas por pedir libertad para Rusia o por oponerse a esa invasión. Si Ucrania cae, esa tiranía estará a las puertas de nuestros aliados directos.

El heroico pueblo ucraniano no ha pedido a ningún país europeo que envíe a su ejército para ayudarles. Lo único que nos pide Ucrania es armas y municiones para defenderse. Las vidas las ponen ellos. Los ucranianos están luchando y muriendo para defender su país, y al hacerlo están también actuando para Europa como un dique frente al imperialismo ruso. Si algunos conservadores de EEUU han olvidado los ideales en los que se fundó su Nación, los europeos debemos tomar la iniciativa y suplir esa reducción en la ayuda estadounidense a Ucrania.

Los europeos no sólo tenemos una deuda moral con el pueblo ucraniano, por el sacrificio que están haciendo para evitar que la amenaza rusa llegue a nuestras puertas, sino también con aquellos jóvenes del otro lado del océano que vinieron a luchar por nuestra Libertad. Los cuerpos de aquellos héroes están enterrados en varios cementerios europeos. Su sangre y su sacrificio no pueden ser olvidados y deben recordarnos que si somos libres es porque ellos no decidieron mirar hacia otro lado. No cometamos la temeridad de desoír la petición de ayuda de Ucrania y arriesgarnos a que, tarde o temprano, sea nuestra voz la que tenga que pedir ayuda nuevamente a nuestros aliados de Norteamérica.

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Foto: Robert F. Sargent. "Entre las fauces de la muerte: las tropas estadounidenses caminan por el agua bajo los proyectiles nazis". Foto del Desembarco de Normandía tomada en la mañana del 6 de junio de 1944.

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Comentarios:

  1. wladimir

    es cierto..

    Europa tieme una gran deuda moral con aquellos Norteamericanos,Canadienses y de otros paises que estaban en esas formaciones que lucharon en Normandia y liberaron a Europa de la dictadura nazi….

    ahora el mismo papel lo tienen los Ucranianoa que estan conteniendo el avance de la dictadura Putinista…necesitamos reforzar estas defensas…o nos veremos bajo el yugo de la dictadura Putinista…

  2. Un artículo que emociona.

    Y emociona cuando ves que esta generación no tiene ni idea de lo que fue aquello, ni puede imaginarlo porque es incapaz.

    Estamos condenados a que se repita todo aquello, porque sólo se empuja en una dirección, la de implacable propaganda neosoviética que sólo hace creer que Ucrania pierde , incluso mostrando hoy mismo imágenes sobre cómo los rusos acribillan a soldados ucranianos retirándose a pie por una senda, cuando tenemos imágenes recíprocas a lo largo de toda la contienda y no hemos podido ver NI UNA en ningún telediario español (todos son neosoviéticos).

    Un saludo.

  3. Berto

    Abandonar a Ucrania animaría a Putin a seguir invadiendo territorios que su mente enferma le dice que son rusos.

    Mucho ojo con mirar para otro lado y pagar más adelante las consecuencias.

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