¿Hay posibilidades de frenar al separatismo en Galicia? Y si las hay, ¿cómo conseguirlo?
Muchas personas de toda España han sentido lógicamente preocupadas por los resultados de las elecciones gallegas del pasado domingo.
Aunque algunos se conformen con la victoria del Partido Popular (PP), el auge del separatismo en Galicia es un fenómeno muy alarmante. De los 75 escaños del Parlamento de Galicia, 25 han ido a parar a manos del Bloque Nacionalista Galego (BNG), una coalición de extrema izquierda dirigida por un partido marxista-lenista, la UPG, y que es aliada con los proetarras de Bildu, con quienes concurrirá en la misma lista electoral a las elecciones europeas de este año. Ha sido el mejor resultado del Bloque en sus 42 años de historia.
La situación es especialmente alarmante si tenemos en cuenta que el BNG tiene cada vez más votantes entre los jóvenes. Así pues, en las próximas elecciones bastaría con que el PP perdiese su mayoría absoluta para que el Bloque, apoyándose en los socialistas del PSOE, se haga con la presidencia del gobierno gallego. La demografía está contra el PP: sus votantes tienen cada vez más edad.
¿Hay posibilidades de frenar al separatismo en Galicia?
Sé que acabo de pintar un cuadro muy oscuro para quienes defendemos la unidad de España. La pregunta que deberíamos hacernos ahora es: ¿hay posibilidades de frenar al separatismo en Galicia? La respuesta en un sí rotundo. Hay muchas posibilidades para frenarlo. El separatismo ha estado más fuerte en otras regiones de España y de otros países de Europa y finalmente fue a menos. Por supuesto, por mucha esperanza que tengamos, no basta con sentarse a esperar a que el problema se solucione solo.
¿Qué ha provocado el auge del separatismo en Galicia?
Para encontrar una solución a este problema hay que conocer su causa. En Galicia el separatismo siempre fue minoritario. Su evolución en estos últimos años nos aporta algunas pistas: en 2016 el BNG obtuvo sólo 6 escaños en las elecciones gallegas y ahora tiene 25. En gran medida, su fuerte ascenso en las últimas elecciones gallegas se ha debido al descalabro del PSOE. Al igual que pasa en otras regiones de España, los socialistas gallegos han ido asumiendo en gran medida las tesis nacionalistas, de modo que ante una caída del PSOE, muchos de sus votantes ya ven poco reparos en cambiar su voto al BNG.
Sin embargo, los socialistas no son los único responsables del auge del separatismo. El Partido Popular tiene una gran responsabilidad en el auge del BNG, junto al que ha votado toda clase de iniciativas ideológicas que no encajan en esa etiqueta de "centro-derecha" de la que el PP sólo parece acordarse para pedir el voto.
Todo eso ha contribuido a blanquear al BNG a los ojos de muchos votantes. Pero ha ocurrido algo mucho más importante a la hora de aportar más votantes al BNG: el PP no ha hecho nada para frenar el adoctrinamiento nacionalista en colegios e institutos. En 2022, el sindicato separatista CIG, afín al BNG, logró el 45% de los delegados en la enseñanza pública. Un niño nacido en 2006 y que se escolarizase en 2009 sólo habrá conocido gobiernos del PP en toda su vida escolar, pero casi la mitad de sus profesores habrán sido nacionalistas. Muchos de esos niños votaron por primera vez el pasado domingo.
A eso debemos añadirle que el propio gobierno gallego del PP promueve campañas entre los escolares para dejar de hablar en español, presentando a la lengua común de España como si fuese extraña y forastera en Galicia. A nivel oficial, toda la rotulación de la Xunta es en gallego, abundando en esa idea nacionalista de que la única lengua que debería existir en Galicia es el gallego.
¿Cómo podemos frenar el separatismo en Galicia?
Identificado el problema, llega el momento de buscar soluciones. Lo primero y más urgente es poner fin al adoctrinamiento nacionalista en los centros educativos públicos. Es intolerable y absurdo que los colegios e institutos de titularidad pública sean utilizados para imponer una ideología que busca romper la unidad nacional.
En segundo lugar, hay que poner fin al nacionalismo lingüístico en Galicia, plasmado en esas políticas de "normalización" del gallego cuyo único fin real es anormalizar el español en esta región. Los gallegos tenemos dos lenguas oficiales y ambas deben ser respetadas y consideradas por igual, especialmente en los centros educativos. En un territorio en el que se hablan dos lenguas es inadmisible que se promuevan políticas públicas dirigidas a estigmatizar a quienes hablan una de ellas, y eso es exactamente lo que el PP viene haciendo desde hace años en Galicia con el español.
En tercer lugar, hay que democratizar la enseñanza en Galicia. Democratizar no es, como cree la izquierda, que la mayoría se dedique a imponer sus ideas al resto de la población. Para que exista una democracia tiene que haber respeto por los derechos individuales, y uno de ellos es la libertad de educación. En España estamos viviendo un constante retroceso en estos derechos fundamentales, con cada vez más políticos empeñados en imponer su ideología y sus decisiones por encima de las familias. En Galicia, el separatismo tiene medio camino hecho con el llamado "trilingüismo", un modelo establecido por el PP y que prima el gallego en las asignaturas con más texto, es decir, las que sirven para formar a los alumnos en un registro culto del lenguaje.
Ese modelo se basa en la misma tesis que defiende el separatismo: la idea de que los políticos tienen derecho a decidir por las familias el tipo de educación que han de recibir sus hijos, tanto en el ámbito de las ideas como en el ámbito del idioma.
La Libertad como antídoto contra los proyectos de ingeniería social
Es necesario dejás atrás ese esquema propio de regímenes autoritarios, que son el tipo de regímenes en los que los gobernantes usurpan sus derechos a los ciudadanos. La Libertad es el mejor antídoto contra todo tipo de ingeniería social, también contra la que promueve el separatismo en Galicia. No hay nada más eficaz contra los totalitarios que defender la libertad sin titubeos.
Si el PP hubiese sido valiente y hubiese cumplido en 2009 su promesa de libertad lingüística, el BNG no se tendría que enfrentar contra un determinado modelo educativo (el trilingüismo), que puede ser cuestionado como lo es toda imposición que viene de los políticos, sino contra la libertad de las familias, nada menos que un derecho humano, exponiéndose a ser señalado como lo que es: un partido totalitario. Al negarse a devolver esa libertad a las familias, el PP le ha hecho al BNG parte de su programa de ingeniería social.
¿El PP rectificará antes de que sea demasiado tarde?
Dicho esto, ¿hay posibilidades de que el PP rectique antes de que sea demasiado tarde? Pues siento ser pesimista en este punto. Había una cierta posibilidad de que el PP rectificase si Vox le obligaba a hacerlo, como está ocurriendo en otras regiones españolas en las que el PP ha necesitado el apoyo de Vox para poder gobernar.
Previsiblemente, el PP seguirá haciendo lo mismo que hasta ahora, no sólo por pereza y por cobardía (en 2009 ya se echó atrás cuando los separatistas organizaron protestas contra una simple encuesta a las familias sobre en qué idiomas preferían educar a sus hijos: ganó la enseñanza bilingüe o en español), sino también porque ha asumido en gran medida las tesis nacionalistas, en especial en el ámbito lingüístico.
Con su actual política, el PP acostumbra a los gallegos a que sean los políticos los que deciden por ellos, haciéndoles pensar que reclamar derechos como la libertad lingüística o la libertad de educación es cosa de retrógrados y de radicales. Si eso no cambia, en cuatro u ocho años tendremos al separatismo gobernando en Galicia. Y si eso llega a ocurrir, sería el colmo que el PP y sus medios afines culpen a Vox del resultado, pues será una consecuencia de las políticas del PP.
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Foto: Bloque Nacionalista Galego.
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Comentarios:
escoces
¡Uf! Estoy harto de informar sobre la increible y astuta Sra Ana Ponton y porque ha llegado a ganar tantos votos en estas elecciones. ¿La ciudadanía española conoce algo sobre esta elemento? Podría escribir una tesis universitaria desde que comence a tomar nota desde hace bastantes años cuando apareció en publico por primera vez.
En resumen. Aparte de todos sus estudios universitarios que suman ‘Tesis politica’ (idem Pable Iglesias), no ha trabajado en su vida.
Ademas es carismatica, sabe conducirse en publico, solo habla de los cambios pero escondido esta su plan de ‘Pais, para galegos e galegas’. Esto suena a xenofobia. Es una loba vestida de ‘corderito’.
La he seguido en su cuenta de ‘Facebook’ y le he escrito (seguro que me tiene censado) constantemente.
Finalmente. ¿Que sabe de Galicia? Como nunca pego golpe, piensen en todo lo que supone la economía gallega. Desde la industra hasta las lonjas de pescado.
Lo dejo ahi.
9:17 | 20/02/24
escoces
Me olvide. O sea, no sabe nada.
9:18 | 20/02/24
Fernando_Galicia
El análisis es bueno pero incompleto. Por supuesto que el PP ha engordado al BNG entregándole la Educación, la llamada memoria histórica y lo que hiciera falta, pero también hay que reconocer la excelente – para ellos -estrategia y organización del BNG, y su gran capacidad para influir en la mentalidad general a través de todo tipo de asociaciones, fiestas, o iniciativas de todo tipo.
Soy profesor y veo a diario la constante labor del BNG y de la CIG en la Educación para adoctrinar de acuerdo con sus tesis. Conozco a bastantes votantes del PP, algunos de ellos concejales en su pueblo, que secundan y firman manifiestos de la CIG, además de votar a sus representantes sindicales, lo cual da una idea de la ceguera de algunos. Pero ello es debido a que piden más derechos, más sueldos y menos horas de trabajo que cualquier otro sindicato, con una gran organización detrás.
Desgraciadamente el asunto de la libertad lingüistica preocupa a muy pocos votantes, ya que en la sociedad gallega no hay los problemas de convivencia de Cataluña o País Vasco, así que desde ese sentido poco hay que hacer.
Sin embargo, o se combate al separatismo desde abajo o seguirá creciendo. Los del BNG han sido sumamente astutos. Tienen multitud de pequeños líderes locales que trabajan intensamente la propaganda en su entorno. Si se les quiere combatir hay que utilizar su misma estrategia, y no pensar que se arregla todo con una campaña de 15 días. Más sociedad civil, más compromiso personal, y más trabajo a largo plazo. El PP ya sabemos que no lo hará. ¿Será capaz de hacerlo Vox?
9:37 | 20/02/24
wladimir
me pregunto…
que paso en estas elecciones pasadas?…como se perimitio al BNG llegar tan lejos?
que sucedio con VOX que a pesar de la enorme campaña contra ellos lo estaba haciendo muy bien…y acaso el PP le seguira haciendo el juego al BNG…por lo del PSOR 7 sus secuaces locales…eso ya era de esperarse…
por lo pronto hay que aprender de los errores …ver las fallas ocurridas en esta ocasion y como hacerlo mejor para la siguiente campaña….
9:47 | 20/02/24
escoces
Vuelvo a repetir. Ana Ponton ha estado preparando su plan desde antes de las municipales and hacer su propia propaganda recorriendo Galicia desde hace por lo menos 5 años. ¡De punta a rabo! SE HIZO CONOCER HA. No ganado votos el BNG. Gano votos Ana Ponton.
10:10 | 20/02/24
escoces
Elentir. Soy militante de PP y hace por lo menos 3 años que les estuve avisando.
¡Ojo con la Ponton!
10:11 | 20/02/24
escoces
Parece que tengo problemas con el corrector de palabras.
10:12 | 20/02/24
Glorfindel
¿Qué ha pasado? Pues lo de siempre, la izquierda y el nacionalismo (PP, PSOE, nacionalistas), cuando gobiernan, utilizan el dinero público para expandir su ideología: comprar a casi todos los medios de comunicación para que hablen bien de ellos y mal del Vox, crear asociaciones ideológicas afines para expandir su discurso en calles y colegios, subvencionar a sus sindicatos afines para expandir su ideología entre trabajadores, financiar investigaciones en universidades que expandan su ideología dándole un barniz «científico» para que parezca que la ciencia les respalda, hacen leyes educativas para lavar el cerebro de niños y profesores, etc. En resumen, cuando gobiernan dedican casi todo su esfuerzo y dinero público que gestionan en convencer a la población para que les voten en las siguientes elecciones, y poco esfuerzo en gobernar de forma eficiente, honesta y pensando en el bien general.
Luego llega Vox y, pretendiendo ser honesto y justo, dice que no va a destinar dinero público a promover ideología izquierdista ni derechista, cosa que hace en la medida de lo posible en aquellas autonomías en las que gobierna en coalición con el PP (no tiene mayoría absoluta para hacerlo del todo). Pero esta es una mala estrategia, porque debido a alternancia de bloques, nunca gobierna muchos años el mismo bloque, gobierna un tiempo la siniestra, luego la población se cansa y vota a la derecha, entonces gobierna otro tiempo la derecha y la población se vuelve a cansar. Es decir, en democracia es una certeza absoluta la alternancia de bloques, cada bloque (izquierda o derecha) sabe que antes o después le van a votar, aunque no haga nada, y gobernará durante un tiempo.
Cuando le toca gobernar a la izquierda, usan el poder para convencer a la población de su ideología izquierdista. Cuando gobierna la derecha (Vox), NO usa su poder para convencer a la población de su ideología derechista. Es una mala estrategia, es como si en una guerra, un bando ataca y el otro solo se defiende, sin contraatacar nunca, es una estrategia perdedora a medio/largo plazo. Con esa estrategia, la sociedad será irremediablemente cada vez será más izquierdista, esto ha pasado en España en los últimos 40 años desde la transición, no verlo es de ciegos.
Si Vox quiere ganar votos para gobernar en algún momento, creo que debería empezar cuanto antes a jugar igual de sucio que la izquierda (PP, PSOE, nacionalistas), debería empezar a comprar medios de comunicación, financiar la creación de asociaciones afines, crear líneas de investigación universitaria que avalen su discurso, etc, todo lo mismo que hace la siniestra con su marxismo cultural, pero al revés, con ideología derechista. Jugando limpio nunca ganarás a un tramposo, eso solo pasa en películas y novelas, si tu adversario hace trampas, te fuerza a hacerlas a ti también si quieres tener opciones de ganar.
Saludos.
10:20 | 20/02/24
JoseRamon
El BNG está muy blanqueado, incluso por el PP, por lo que los votantes de izquierda no tienen problemas de conciencia para votar a ese partido. No ven peligro separatista. Hace unos días, un amigo de ahí y me contaba que su hija, profesional de sanidad, nunca votaría al PP por lo que preveía que votaría al BNG. Antes tenían a Ciudadanos y ahora solo les quedan los partidos nacionalistas supuestamente moderados.
El problema de su hija es tener grabado en su cerebro que la derecha es algo malo, propio de persona antiguas. Por lo tanto, los de VOX estamos ante dos problemas: el rechazo automático a la derecha y el, incluso, odio a VOX. Ya lo escribí por aquí en varias ocasiones. El problema de VOX es que demasiada gente lo odia sin saber por qué. No saben lo que es VOX.
El problema actual de VOX es que el PP se acomodará enseguida a la ideología progre. No cambiará nada y continuará con la matraca de que VOX debe desaparecer. Y tienen las simpatías de los medios de comunicación. Reparten las subvenciones.
Estoy convencido de que el riesgo no está en el separatismo en Galicia. Está en que la izquierda se desnorte aún más y acabe potenciando a los independentismos más reales en Cataluña y el País Vasco y se rompa España. Entonces, la pobreza para todos estaría asegurada para siglos.
Por ello, en VOX tenemos que trabajar a largo plazo. Debemos vender mejor nuestos principios y ser amables con los demás partidos. No es bueno buscar enfrentamientos fuertes con el PP ni, incluso, con la izquierda. Tenemos la enorme ventaja de que nuestros principios, nuestros argumentos, son más sólidos, más ventajosos para el conjunto de España. Es nuestra realidad.
12:16 | 20/02/24
escoces
De acuerdo a esta ultima disertación. Pero insisto, lo que ha ocurrido en Galicia con el BNG este un asunto muy novedoso. ¿Porque? Por la astucia de un personaje preparándose pare el futuro.
¡Ana Ponton!
13:20 | 20/02/24
Berto
Aupados por el Partido Popular.
Bueno, el BNG y el PP no son tan distintos. Comparten cosillas:
Agenda 2030, imposición del gallego, políticas de género, Galicia es una nación sin estado…
Diferentes, lo que se dice diferentes, pues no mucho.
19:13 | 20/02/24
escoces
Berto tiene razón. Hace muchos años que ya vivo en Galicia y he notado poco a poco que todos las documentaciones, informes e incluso sectores privados usan SOLO el idioma gallego.
9:18 | 21/02/24
JoseManuel
Es muy fácil hacer que no suban estos partidos políticos, simplemente silenciarlos en las televisiones… como hacen con VOX.
BNG dice cosas y la gente escucha, muchos están en contra, pero capta a todos los que están de acuerdo con lo que dicen. Ese es el miedo que tienen con VOX, si se les diera voz en las televisiones, llegarían a más gente, muchas personas los escucharía y podrían cambiar de opinión con el ‘riesgo’ de votarles, por eso no los sacan nunca en TV a no ser que sea para criticarlos o ‘fakear’ noticias.
El pensamiento es el siguiente, si fueran tan malos, los sacarían en la TV todos los días para retratarlos, pero saben que no pueden y los silencian.
Es una lástima que PP no silenciara a BNG en la televisión que ellos dominan en Galicia, es de una necedad absoluta que después de tanta ‘publicidad’ en TVG se quejen de que casi ganan las elecciones. Se lo han bustado, nos lo hemos buscado.
3:52 | 23/02/24
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