¿Qué es lo que pasa cuando a un gobierno socialista no le interesa que se hable de ti?

Estos días hay un cierto debate en algunos medios y en las redes sociales sobre si el gobierno de Pedro Sánchez fomenta a Alvise Pérez.

Contando Estrelas y la credibilidad
Una reflexión sobre el creciente desarme ideológico de la derecha y cómo evitarlo

Recordemos que el primero que afirmó que Alvise podría tener representación en el Parlamento Europeo fue el CIS, controlado por el socialista Tezanos. Hasta entonces, ninguna encuesta electoral le había otorgado representación a la candidatura de "Se acabó la fiesta" (SALF). Finalmente, Sánchez citó a Alvise varias veces en sus últimos mítines de las elecciones europeas, y lo hizo precisamente en los extractos que eran destacados por los medios a iniciativa del propio PSOE.

Esto no es una prueba de que el gobierno socialista esté interesado en promover a Alvise. Al fin y al cabo, Sánchez también cita mucho a Vox para perjudicar al PP y movilizar el voto de izquierdas. Sin embargo, hay una gran diferencia entre ambos casos: Vox tiene una línea ideológica abiertamente contraria a la izquierda, mientras que Alvise coincide con la izquierda en ciertos temas. Por ejemplo, hoy ha publicado una entrevista que le hizo El País en el que Alvise critica el apoyo de Vox a Israel tras el ataque terrorista de Hamás, como si le pareciese mal que Vox apoye al país atacado por esos criminales.

Esto no es ninguna sorpresa. Durante su campaña, Alvise ha buscado captar el voto de los derechistas más hostiles a Israel con ese tipo de afirmaciones. A fin de cuentas, la izquierda no tolera la disidencia y siempre desea una derecha más dócil que una derecha que se atreva a llevarle la contraria en asuntos tan importantes como la guerra entre Israel y Hamás. Además, la izquierda nunca perderá una oportunidad de generar división en la derecha utilizando estos temas.

Así mismo, para la izquierda siempre es más conveniente tener una derecha fácil de parodiar que una derecha seria. Alvise ni siquiera se tomó la molestia de presentar un programa antes de las elecciones europeas, lo cual da una idea de la seriedad con la que se ha tomado su recién iniciada carrera política. Es el mismo motivo por el que apenas hay tertulianos afines a Vox en casi todos los medios de comunicación: no hay voluntad de que la audiencia conozca un proyecto serio.

Como sabéis, llevo casi 20 años escribiendo este blog. A diferencia de Alvise, nunca publico informaciones obtenidas de fuentes anónimas y siempre ofrezco a los lectores de Contando Estrelas acceso a las fuentes de información que manejo, además de verificar todo lo que publico, lo que a menudo implica un trabajo adicional que me podría ahorrar si no me tomase esto en serio. El ideario de este blog es de dominio público desde hace años y está disponible en tres idiomas. Nunca nadie ha podido reprocharme el haber publicado una noticia falsa y sólo he tenido una demanda (del diario Público) que fue desestimada por la Justicia. Eso en casi dos décadas.

Haciendo un repaso, ¿sabéis cuántas menciones a mí o a este blog han aparecido en estos 20 años en medios izquierdistas como El País, la Cadena SER, Público o La Sexta? Se me ha ocurrido hacer hoy una simple búsqueda en Google y el resultado es CERO. Las únicas menciones son para citarme en pies de foto como autor de imágenes tomadas de mi cuenta de Flickr (cuando mis fotos eran de dominio público).

Hay que decir que este blog no tiene precisamente poca audiencia: según Similarweb, en mayo recibió más de 660.000 visitas. Esto es lo que pasa cuando eres realmente molesto para la izquierda: te somete al ostracismo, porque sabe que incluso el hecho de criticarte te puede dar publicidad y eso le acabaría perjudicando. Yo lo tengo muy claro: seguiré haciendo oposición a la izquierda con rigor y seriedad, aunque el precio a pagar sea ese ostracismo.

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Foto: Kristina Flour.