El socialismo tiene un fin muy claro: poner en manos del Estado (es decir, de un puñado de políticos) a todos los ámbitos de la sociedad.
Un político socialista pide «un Twitter de servicio público gestionado por la UE»
El socialismo no ama la libertad: ama controlarlo todo para someterlo a sus intereses, con los desastrosos efectos que la historia nos ha mostrado repetidas veces. En ese marco ideológico hay que situar mensajes como el lanzado hoy por el socialista Odón Elorza: "Necesitamos un Twitter de servicio público gestionado por la UE". En ese mensaje, enlaza un artículo publicado en su blog en el que afirma:
"Reclamo, como demócrata, la necesidad de trabajar una propuesta que defina un modelo de twitter europeo, configurado como servicio público, regulado con criterios de ética democrática y con la gestión por un órgano independiente. Un modelo que nazca desde una alianza de entidades y sectores con vocación pública y al servicio de los intereses generales de la población. Es la única manera de ayudar a preservar nuestra soberanía informativa, tecnológica y política en el marco de la UE y frenar el avance del tecnofascismo".
Twitter ya es la herramienta más eficaz contra las noticias falsas
En su artículo, Elorza también afirma: "los Estados Democráticos tendrían que actuar y sancionar la práctica de las fake news y la estrategia de desinformación viral por parte de quienes actúan desde el ciberpopulismo". También reclama "mecanismos para la verificación de la noticia en tiempo real". Esto es pura fantasía. Una verificación en tiempo real es imposible. Con todo, hoy en día Twitter, tal como es, se ha convertido en el medio más eficaz para desvelar noticias falsas, muchas de ellas difundidas por los medios de comunicación tradicionales (muchos de ellos afines a la izquierda) y también por políticos socialistas. ¿Es ésa una de las cosas que les molesta de esa red social?
Con mucha diferencia respecto de otras redes similares, Twitter ha desbaratado un esquema de comunicación en el que una noticia falsa publicada por un medio tradicional podía estar difundiéndose durante días sin ser desmontada, o en el que las mentiras de un político podían ser difundidas sin que nadie, salvo otros políticos o los medios tradicionales (muchos de ellos subvencionados) las desmontase. Twitter ha dado a los ciudadanos la oportunidad de que la comunicación fluya en dos sentidos, y no sólo desde los medios a sus audiencias. Eso no lo ha hecho ninguna institución pública, sino una empresa privada.
Una red social estatal cuya característica principal sería la censura
Básicamente, si la idea de Elorza llegase a materializarse, lo que tendríamos sería un Twitter estatal en el que unos burócratas puedan censurar aquello que le incomoda a la izquierda, empezando por el derecho a discrepar de sus dogmas ideológicos, unos dogmas que la izquierda considera intocables, hasta el punto de demonizar foda discrepancia frente a ellos etiquetándola con palabras como "odio", "xenofobia", "racismo", "fascismo" y ahora, además, "tecnofascismo". La izquierda no admite que le lleven la contraria.
Así pues, una red social estatal como Twitter tendría como primera característica la censura. Una censura ejercida al margen de la Justicia, que es el órgano que se encarga de sancionar cualquier exceso en el ejercicio de un derecho fundamental en los países democráticos. Elorza afirma que esa red social estaría gestionada por un "órgano independiente", algo que suena a chiste, si tenemos en cuenta que los socialistas han colonizado multitud de instituciones públicas en España, incluso las que deberían ser independientes, como el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas o la Fiscalía General del Estado. Creer en serio que los socialistas velarían por esa independencia en una red social estatal es no conocer a los socialistas.
Políticos mentirosos sancionando creando un 'ministerio de la verdad': ¿qué podría salir mal?
Por otra parte, la idea de políticos "sancionando" las noticias falsas es mucho más peligrosa que la existencia de esas noticias, porque implica crear una especie de "ministerio de la verdad" al estilo del régimen totalitario de la novela "1984" de George Orwell, un organismo estatal que decida lo que es verdad y lo que es mentira y castigue a aquellos que contradigan sus afirmaciones: ¿qué podría salir mal?
La respuesta no la tenemos muy lejos. En España tenemos un gobierno socialista que viene recurriendo sistemáticamente a la mentira de la forma más descarada, incluso pronunciando mentiras muy evidentes en las dos cámaras del Parlamento español, un ámbito en el que una mentira pronunciada por un gobernante debería conducir a su inmediata dimisión. ¿En qué acabaría un "ministerio de la verdad" en manos de unos políticos mentirosos y sin escrúpulos como ésos? No cuesta imaginarlo.
El desastre de las empresas públicas españolas controladas por los socialistas
Además, y teniendo en cuenta el despilfarro de dinero que suele ir asociado a las empresas públicas, también podemos hacernos una idea de cuánto acabaría costando una red social estatal como Twitter y de qué forma algunos podrían aprovecharse para hacer fortuna a costa de los contribuyentes, como ha ocurrido numerosas veces en empresas públicas españolas, algunas de las cuales son una auténtica ruina.
Por poner algunos ejemplos, Correos ha multiplicado por 18 su deuda bajo el gobierno del socialista Pedro Sánchez, dejando un enorme agujero de 600 millones de euros que tendremos que llenar los españoles con nuestro dinero. En el mismo periodo, la agencia Efe estuvo a punto de quebrar dos veces y hace poco el gobierno tuvo que inyectarle 40 millones de euros para compensar sus abultadas pérdidas. En total, las empresas públicas españolas acumulan una deuda total de 41.408 millones de euros, una cifra astronómica que demuestra su ineficiencia. Pero los socialistas aún quieren más.
Lo que el Estado tolera en la mayor red social: nuestras calles
Elorza también dice que esa red social estatal sería una red "sin espacio para la injuria, el discurso del odio o la incitación a la violencia". Basta con ver lo que ocurre en la mayor red social, que está bajo el control del Estado: nuestras calles. Veamos algunos ejemplos de actos públicos autorizados por el gobierno socialista de Sánchez:
¿Ésos son los socialistas que pretenden crear una red social sin "odio" y sin incitaciones a la violencia? Más bien, lo que parece es que bajo esas excusas pretenden ejercer la censura en las redes sociales al margen de los tribunales, de forma antidemocrática y al mismo tiempo que permiten en las calles todas esas barbaridades. Sinceramente, prefiero mil veces Twitter con sus grandes ventajas y también sus defectos, a una red social dirigida por burócratas amantes de la censura.
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Foto: Camilo Jiménez.
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Comentarios:
wladimir
bueno….
que podria esperarse de los «intolerantes» social-progres si estos tuviesen una red social bajo su control…me imagino que asesorados por sus amigos de China Comunista,Iran o Corea del Norte que son grandes expertos en redes cerradas y vigiladas….
una red que solo «toleraria» a las ideas afines y censuraria a toda disidencia u oposicion asi como cualquier idea que no comulgara con sus doctrinas…
y una red que solo difundiera las noticias que les conviniesen o estuvieran en linea de sus ideas…
prefiero seguir con las redes tal y como estan todiavia….esperemos que el poco espacio de libertad que quede no caiga en sus manos….
8:30 | 17/08/24
AlbertoAG
Además, si hubiera una única red social, controlada por el Estado, entonces el Gobierno pondría una ley que obligase a usar esa red social, pues de lo contrario nadie la usaría.
12:43 | 17/08/24
Berto
Le podrían llamar Gulag. Allí, los progres y zurdos podrían estar a sus anchas, rebozándose en su ideología basura, pero nunca escapando a «paraísos» socialcomunistas.
Los que no somos de izquierdas no íbamos a entrar en esa pocilga.
20:04 | 17/08/24
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