La eliminación del jefe de Hezbolá, una buena noticia para Israel, Líbano, Argentina y Panamá

En las últimas horas hemos conocido una gran noticia sobre la contraofensiva de Israel contra la organización terrorista Hezbolá.

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La eliminación de Hasán Nasralá

Ayer, en un ataque israelí contra el centro de mando de Hezbolá en Beirut, el jefe de la organización terrorista, Hasán Nasralá, fue eliminado. Es una excelente noticia no sólo para Israel sino también para el Líbano, un país que ha sufrido especialmente la acción criminal de Hezbolá, ya que este grupo terrorista islamista prácticamente se ha convertido en el dueño de ese país, sumiéndolo en una espiral de miseria y de violencia. De hecho, Hezbolá es la causante de que el Líbano esté otra vez en una situación de guerra, pues la organización terrorista ha lanzado más de 8.200 proyectiles desde suelo libanés contra Israel en 11 meses, en un intento de matar indiscriminadamente a civiles israelíes.

Los brutales atentados de Hezbolá contra Argentina

Además de Israel y el Líbano, hay otros dos países muy distantes que también tienen motivos para celebrar la desaparición del jefe de Hezbolá. El primero de ellos es Argentina. El 17 de marzo de 1992, la Embajada de Israel en Buenos Aires sufrió un brutal atentado mediante un camión-bomba. A causa de la gran potencia de la explosión, en el atentado fueron destruidas la Embajada israelí, una iglesia católica (la parroquia de la Madre Admirable) y una escuela.

En ese ataque fueron asesinados 4 ciudadanos israelíes y 25 ciudadanos argentinos, entre ellos el párroco de la citada iglesia católica, Juan Carlos Brumana, de 37 años. Además, 242 personas resultaron heridas. Hace unos meses, la Justicia argentina confirmó que el ataque fue perpetrado por Hezbolá y ordenado por la dictadura islamista iraní.

El 18 de julio de 1994 hubo otro ataque terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires. El ataque se llevó a cabo mediante un camión bomba conducido por un terrorista suicida. El ataque asesinó a 85 personas e hirió a 300. Hasta hoy es el mayor ataque terrorista registrado en toda Sudamérica. Hace unos meses, la Justicia argentina confirmó que el ataque fue perpetrado por Hezbolá y ordenado por Irán. Esos dos brutales ataques de Hezbolá contra Argentina fueron perpetrados después deque Hasán Nasralá se convirtiese en el jefe de esa organización terrorista en febrero de 1992.

El atentado contra el vuelo 901 de Alas Chiricanas en Panamá

Un día después del atentado terrorista contra la AMIA en Buenos Aires, una bomba explotó a bordo de un avión de la aerolínea Alas Chiricanas, el vuelo 901, que acababa de despegar de la ciudad de Colón, en Panamá. Las 21 personas que iban a bordo, entre ellas 12 judíos, fueron asesinadas en ese ataque terrorista. Este atentado sigue sin ser resuelto hasta hoy, pero Ansar Allah, una facción de Hezbolá que había mostrado su apoyo al atentado contra la AMIA, también comunicó su apoyo a ese ataque en Panamá. Todos los indicios apuntan a que detrás del atentado contra el vuelo 901 están Hezbolá e Irán.

Israel hizo en 10 días lo que la ONU no ha querido hacer en 18 años

En diez días, Israel ha conseguido eliminar a toda la cúpula de Hezbolá. Con esa operación contra el terrorismo, el Estado judío ha hecho más en favor de la seguridad y la paz que la ONU en 18 años. Recordemos que la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aprobada el 12 de agosto de 2006, exigía que Hezbolá fuese desarmada. La ONU no ha hecho absolutamente nada al respecto. En todos estos años, Hezbolá ha ido acumulando un enorme arsenal con el que ha atacado sistemáticamente al pueblo de Israel.

Después de 11 meses de ataques contra sus ciudadanos desde el Líbano, Israel ha cumplido su deber de tomar las medidas necesarias para eliminar a Hezbolá, y lo ha hecho con una eficacia admirable. Obviamente, en todas las guerras hay bajas colaterales, pero igual que en el caso de Gaza, la culpa de las muertes de civiles inocentes es de los terroristas apoyados por Irán, que utilizan a la población civil de Gaza y del Líbano como escudos humanos, escondiéndose detrás de ella para cometer sus ataques contra Israel.

El Estado judío viene haciendo más esfuerzos por evitar bajas civiles que ningún otro país en toda la historia, dirigiendo mensajes a la población civil para evacuar las zonas de operaciones antes de cada ataque. Lo que nadie puede pedir a Israel es que renuncie a defenderse y permita que unos terroristas asesinen impunemente a sus ciudadanos sin hacer nada para protegerlos.

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Foto principal: Efe. Una manifestación en Buenos Aires con fotos de las víctimas del atentado de Hezbolá contra la AMIA, en el 25º aniversario de ese acto criminal.