La guerra aérea en la invasión rusa de Ucrania está siendo uno de los indicadores de la marcha de esta campaña para los invasores.
Hoy se cumplen 1.000 días desde el inicio de la invasión rusa a gran escala contra Ucrania el 24 de febrero de 2022. Los primeros días de la invasión supusieron un duro golpe para la aviación ucraniana, debido al ataque masivo que tuvo que soportar el país a manos de un invasor mucho más poderoso. Sin embargo, con el paso de los meses, las tornas se han cambiado y el balance se ha vuelto desfavorable para Rusia, llegando a sufrir en 33 meses de guerra unas pérdidas de aviones de ala fija que ya son mayores que las sufridas por la URSS en diez años en Afganistán.
En febrero os indiqué aquí las pérdidas rusas en aquella guerra, tomando como referencia dos obras: "The Soviet-Afghan War: How a Superpower Fought and Lost", un completo estudio escrito por 16 analistas militares del Estado Mayor ruso y que fue traducido al inglés en 2002 por la Universidad de Kansas; y "The Soviet-Afghan War: Breaking the Hammer & Sickle", publicado en 2006 por VFW y escrito por el Teniente Coronel (retirado) Lester W. Grau, del Ejército de EEUU, y por el Coronel (retirado) Ali Ahmad Jalali del Ejército Nacional Afgano, que luchó contra esa invasión soviética.
En Afganistán, la URSS perdió 118 aviones de ala fija, una cantidad enorme si tenemos en cuenta que los insurgentes afganos ni siquiera tenían una fuerza aérea. Además, los soviéticos perdieron 333 helicópteros, un número enorme que, como en el caso de los aviones, se explica por el hecho de que EEUU suministró misiles portátiles superficie-aire Stinger de corto alcance a los rebeldes afganos.
Para los soviéticos, esas cifras implicaron perder el dominio aéreo sobre Afganistán, algo que lastró seriamente sus operaciones terrestres, provocando a su vez graves pérdidas de de tanques (147), vehículos blindados de infantería y de transporte de personal (1.314), sistemas de artillería (433) y camiones (11.369), además de 14.453 soldados muertos y 53.753 heridos. Con este resultado, finalmente la invasión de Afganistán se convirtió en la guerra de Vietnam de la URSS, dejando en evidencia sus debilidades militares y contribuyendo a la caída de la dictadura comunista en ese país en 1991, dos años después de la retirada soviética de ese montañoso país asiático.
Según Oryxspioenkop.com, un sitio web independiente que viene documentando las pérdidas rusas con material gráfico desde el inicio de la invasión, Rusia ya ha perdido 132 aviones de ala fija en Ucrania, más que la URSS en Afganistán, pero en un periodo de tiempo mucho más corto. Esas pérdidas incluyen 117 aviones destruidos y 15 dañados.
Significativamente, los aviones más castigados están siendo los de ataque, con 36 Sukhoi Su-34 y 35 Su-25 perdidos, en su gran mayoría destruidos. Rusia también ha perdido 10 cazas Su-24 y 12 cazas Su-30, entre otros modelos. Pero lo más significativo de las pérdidas rusas es que incluyen algunos aviones especialmente valiosos, como 4 bombarderos estratégicos Tupolev Tu-22M3, un bombardero estratégico Tu-95MS y 2 aviones de alerta temprana Beriev A-50 Mainstay, todos ellos irreemplazables. Los A-50 Mainstay han sido los derribos más caros que han logrado hacer las fuerzas ucranianas: cada uno de ellos cuesta 330 millones de dólares.
A las graves pérdidas rusas en aviones de ala fija hay que añadir la pérdida de 147 helicópteros, menos de la mitad que los helicópteros perdidos por la URSS en Afganistán, aunque el dato no sea precisamente esperanzador para Rusia, ya que estas pérdidas son proporcionalmente mucho mayores a las sufridas por los soviéticos en Afganistán, ya que hablamos de una guerra que aún no ha llegado a los 3 años (la de Ucrania) frente a otra que duró 10 años (Afganistán).
Como en el caso de los aviones, los helicópteros de ataque se llevan la peor parte: 62 Kamov Ka-52 Alligator en total. El segundo modelo de helicóptero con más pérdidas es un modelo de transporte, el Mil Mi-8 (38 perdidos en total), que es el caballo de batalla de las tropas aerotransportadas rusas desde hace décadas. Esas cifras evidencian lo que está pasando en Ucrania: Rusia ya no es capaz de proporcionar apoyo aéreo a sus operaciones terrestres, lo cual explica sus extremadamente lentos avances a costas de muchas bajas humanas. Algo que no parece preocupar a Putin, que mantiene la vieja filosofía de los dirigentes soviéticos que desprecia las vidas de sus soldados como si fuesen carne de cañón a la que vale la pena sacrificar.
Por supuesto, Oryxspioenkop.com también indica las pérdidas ucranianas: 101 aviones y 50 helicópteros, unas cifras considerablemente inferiores a las rusas. En el caso de los aviones, los modelos más castigados son los que Ucrania ya tenía al comienzo de la guerra. Hasta el momento, Rusia sólo ha logrado derribar un F-16, pero recordemos que la Fuerza Aérea Ucraniana prevé recibir hasta 129 F-16 y algunos Mirage 2000. Igual que ocurre con los medios terrestres, Ucrania logra compensar sus pérdidas con la ayuda occidental, mientras que la industria militar rusa se ve incapaz de cubrir las pérdidas de su país a causa de las sanciones occidentales.
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Foto principal: Ministerio de Defensa de Rusia. Un avión de ataqhe Sukhoi Su-34, el modelo con más pérdidas de la aviación rusa en esta guerra.
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Comentarios:
wladimir
al parecer…
Putin sera el Lider Ruso mas recordado no por realizar una gran conquista militar…sino por haber logrado el mayor numero de perdidas en personal y equipos militares en un tirmpo tan corto….sus perdidas son mayores que toda la Primera Guerra Mundial,la Segunda Guerra Munidal y la Guerra en Afganista juntas…..
9:49 | 20/11/24
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