La enorme importancia estratégica para Rusia de la pérdida de un avión Beriev A-50 Mainstay

@DefensaAviacion EN Mar 16·1·2024 · 20:55 2

A la Fuerza Aérea Rusa se le acumulan las malas noticias, pero las conocidas estas últimas horas tienen una considerable importancia.

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Este lunes, la Fuerza Aérea Ucraniana comunicó la destrucción de dos grandes aviones militares rusos: un avión de alerta temprana y control aerotransportado (AWACS) Beriev A-50 "Mainstay" y de un avión de mando Ilyushin Il-22 "Coot-B", un derivado del avión comercial Ilyushin Il-18. Según el periodista ruso Yuri Kotenok, el Il-22 resultó gravemente dañado pero pudo aterrizar en Anapa. El periodista publicó esta foto, en la que se observan severos daños en la cola y la deriva del avión, provocados seguramente por la explosión de un misil.

Rusia no ha publicado ninguna confirmación oficial sobre el derribo del A-50, pero tampoco lo ha desmentido. Según la inteligencia ucraniana, el avión fue derribado el domingo sobre el Mar de Azov. No se ha confirmado si el derribo fue obra de aviones de combate o de misiles ucranianos, pero todo parece apuntar a una nueva acción de los misiles superficie-aire de largo alcance MIM-104 Patriot suministrados por EEUU y Alemania, que serían los únicos capaces de abatir un avión ruso a esa distancia del frente.

El A-50, introducido en 1985, es un avión de una gran importancia estratégica para Rusia. Tiene un coste estimado de 330 millones de dólares y su radar es capaz de detectar objetivos más allá del límite del horizonte que no logran alcanzar los radares terrestres. Este avión sería capaz de seguir 300 objetivos de forma simultánea, además de detectar lanzamiento de un misil a 800 km, así como objetivos terrestres y marítimos a una distancia de 300 km.

El 28 de febrero de 2023, partisanos bielorrusos dañaron un A-50 ruso estacionado en la Base Aérea de Machulishchy, en Bielorrusia, mediante un ataque con un dron. Aquel ataque habría reducido la flota operativa de A-50 rusos a nueve aviones, una cifra reducida a 6 por la inteligencia británica, que advirtió que esa pérdida limitaría aún más las operaciones aéreas rusas.

La inteligencia británica ya señaló entonces la importancia estratégica de este avión: "El A-50 MAINSTAY es una plataforma rusa de control y alerta temprana aerotransportada. Su función es crear una imagen aérea reconocida y proporcionar coordinación a los aviones de combate adyacentes". Así pues, este avión es una pieza fundamental en las operaciones aéreas rusas en la invasión de Ucrania: sin el A-50, la Fuerza Aérea Rusa podría perder su superioridad aérea en Ucrania.

Pero la función del A-50 no se limitar al control aéreo sobre los aviones de combate rusos. El 17 de noviembre de 2023, la inteligencia británica informó: "Por primera vez, Rusia probablemente haya comenzado a utilizar el A-50 MAINSTAY D, su avión de control y alerta temprana aerotransportado, para identificar objetivos sobre Ucrania para su sistema de misiles de defensa aérea terrestre de largo alcance SA-21. Esto se suma a la misión principal del MAINSTAY de coordinar aviones de combate. En comparación con el radar terrestre habitual del SA-21, el MAINSTAY puede usar su radar para detectar aviones adversarios a distancias más largas porque su altitud le permite ver más lejos alrededor de la curvatura de la Tierra".

La inteligencia británica también indicó el especial interés de Rusia en el despliegue del A-50: "Es probable que Rusia haya acelerado la integración del MAINSTAY y SA-21 en parte porque le preocupa la perspectiva de que Ucrania despliegue aviones de combate proporcionados por Occidente", como los MiG-29 suministrados por Polonia y Eslovaquia y, próximamente, también los F-16 entregados por Países Bajos y Dinamarca.

La inteligencia británica emitió entonces un pronóstico que ha resultado acertado: "Existe una posibilidad realista de que Rusia acepte más riesgos al acercar el MAINSTAY a la línea del frente para llevar a cabo eficazmente su nuevo papel". Sólo así se explica que Rusia haya arriesgado un AWACS tan valioso y un avión de mando exponiéndolos en una zona que está al alcance de los Patriot ucranianos, como quedó demostrado con la emboscada en la que fueron derribados tres cazabombarderos rusos Su-34 el 22 de diciembre y el derribo de otro Su-34 y de un caza Su-30 dos días después en la misma zona del sur de Ucrania.

La pérdida de un solo A-50 es mucho más grave para Rusia que la de esos cinco aviones de combate juntos, no sólo por su alto coste, por su tripulación de 15 hombres y porque un A-50 lleva a bordo a personal mucho más especializado y escaso en la Fuerza Aérea Rusa, sino porque además el ya inaceptable riesgo para Rusia de exponer ese avión puede llevarle a perder su dominio aéreo en Ucrania y entregárselo a los defensores de ese país, precisamente cuando están a punto de entrar en acción los cazas F-16. Este escenario dejaría a las fuerzas terrestres y marítimas rusas expuestas a los ataques de los cazas ucranianos.

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Fotos: Yuri Kotenok / Ministerio de Defensa de Rusia.