La propuesta de UPyD sobre el español: algo muy sensato que no apoyarán ni PP ni PSOE

Ayer UPyD propuso una ley nacional que garantice el uso del español en toda España. En su web ha publicado la Proposición de Ley Orgánica presentada por ese partido en el Congreso.

Según el BNG, si eres gallego y hablas en español estás insultando a Galicia
El PP apoya un manifiesto nacionalista que reclama la imposición del gallego en 'Galiza'

Leyes erróneas que se intentan parchear con más leyes

El planteamiento de esa proposición me parece muy razonable, aunque lo más razonable sería no tener que legislar sobre el idioma. Lo ideal sería que desapareciesen de una vez todas las leyes autonómicas creadas para hacer ingeniería social con esta cuestión, y no intentar solucionar el problema con más leyes. Pero así están las cosas en España, y la cosa no tiene visos de cambiar.

Una proposición de UPyD muy acertada

UPyD explica así el sentido de su Proposición en la página 3 del documento: "el objetivo de la presente ley no es conseguir más ni mejores hablantes del español sino garantizar determinados derechos básicos lingüísticos de los ciudadanos, sobre la premisa de la igualdad de trato entre aquellos ciudadanos que libremente quieran usar el español y aquellos que quieran utilizar cualquiera de las distintas lenguas españolas de ámbito autonómico". El documento también aborda diversas cuestiones, como las multas lingüísticas, la imposición de lenguas regionales en las escuelas y la erradicación de los topónimos en español, políticas basadas en la llamada "normalización lingüística", que UPyD define, con acierto, como una idea según la cual "las distintas lenguas tienen derecho a tener más hablantes de los que actualmente tienen", como si las lenguas tuviesen derechos incluso sobre los derechos de las personas. Se trata, en fin, de un documento razonable, aunque hay algunas cosas que no comparto. Creo que es erróneo el análisis que hace UPyD de las causas de esa imposición lingüística, y también alguna de las recetas que propone.

Los nacionalistas no han sido los únicos causantes del problema

En la página 5 del citado documento, UPyD afirma que "la normalización lingüística quedó configurada como ariete o punta de lanza de determinadas políticas nacionalistas seguidas en determinadas regiones". Es acertado llamarlas políticas nacionalistas, pero sería erróneo pensar que esas políticas las hicieron sólo partidos nacionalistas. Por ejemplo, en Galicia y Baleares esa normalización lingüística la implantó Alianza Popular (después rebautizada como PP); en la Comunidad Valenciana y en Navarra lo hizo el PSOE. En el caso de Galicia, cuando se implantó la Ley 3/1983, de 15 de junio, de normalización lingüística, gobernaba AP (26 diputados) con el apoyo de UCD (24 diputados). El PSOE sólo tenía 16 representantes en el Parlamento gallego, y el único partido nacionalista, el BNPG-PSG (germen del actual BNG) sólo obtuvo 3 diputados en las elecciones gallegas celebradas en 1981, pero no llegaron a ocupar sus escaños ya que fueron expulsados de la cámara por negarse a acatar la Constitución. Así pues, en el caso gallego, la normalización lingüística la pusieron en marcha PP, UCD y PSOE sin ninguna presión nacionalista, al menos en el Parlamento gallego.

Imposición es obligar a usar una lengua, y también obligar a usar dos

Dejando al margen ese análisis, hay una medida de la proposición de UPyD que no comparto:

"Los medios de comunicación, tomen la forma que tomen, de propiedad pública o subvencionados con fondos públicos o los concesionarios de los mismos, deberán utilizar en su programación tanto la lengua común como la lengua de ámbito autonómico de los respectivos territorios teniendo en cuenta la realidad sociolingüística del territorio para el que emitan, de forma que, en las Comunidades Autónomas con lenguas de ámbito autonómico diferentes del castellano, la promoción y la difusión de éstas lenguas se compagine con la utilización del castellano como lengua común."

Lo deseable sería que desapareciesen los medios públicos. Mientras existan veo lógico que se impongan pautas legales a dichos medios, pero no a los privados, aunque reciban subvenciones. Imposición lingüística es obligar a usar una lengua, pero también lo es obligar a usar dos.

Ni PP ni PSOE apoyarán esta propuesta: son parte del problema

Por lo demás, la propuesta de UPyD me parece digna de elogio, tanto en lo relativo a las escuelas y las administraciones como a los topónimos. Ahora bien, ¿qué posibilidades de éxito tiene esta proposición? Lamentablemente ninguna, a menos que el PP dé un giro de 180 grados respecto de las políticas que ha venido desarrollando en determinadas autonomías. Y es que en Galicia y Baleares, el monolingüismo en los topónimos lo impuso AP, siendo desde entonces oficiales sólo los escritos en las lenguas regionales de cada comunidad. En Galicia el PP ha llegado al extremo de excluir de toda ayuda pública a los medios que publiquen topónimos en español. Y el pasado mes de julio, en un paso más en su acercamiento a las tesis secesionistas, el PP gallego apoyó un manifiesto nacionalista a favor de la imposición del gallego en "Galiza". A estas alturas no tengo ninguna esperanza de que este PP mueva ni un dedo por establecer una situación lingüística normal en una Nación con diversas lenguas como es España. Lejos de ser la solución, el PP, igual que el PSOE, se ha convertido en parte del problema con su claudicación ante las tesis nacionalistas. Por eso pueden esperar sentados en UPyD a que el PP apoye su acertada iniciativa. Creo que si se hiciese una consulta a todos los españoles, sería una amplia mayoría la que apoyaría lo que pide UPyD, porque es algo de sentido común, pero ese deseo que hay en la calle de libertad para usar el español sin discriminaciones tiene cada vez menos representación en las instituciones, porque a los partidos mayoritarios no les da la gana de conectar con ese deseo. ¿Por qué? Pues porque saben que tienen enormes bolsas de voto cautivo que les van a seguir apoyando hagan lo que hagan, que es lo esperable en un país en el que apoyar a un determinado partido se ha convertido, para muchos, en algo tan inamovible y ajeno a toda razón como lo es apoyar a un equipo de fútbol.