El socialismo y el nacionalismo, unidos contra los derechos de la persona

La creciente vena totalitaria del socialismo español estaba llamada a unir sus destinos con otro movimiento que viene manifestando desde hace años su tendencia claramente antidemocrática y contraria a los derechos más elementales de los individuos: el nacionalismo. Prueba de ello es la entrevista con Juan Carlos Moreno Cabrera, catedrático de Lingüística General de la Universidad Autónoma de Madrid, que publicaba ayer Público. Preguntado por las multas a comerciantes por no rotular en catalán, y dejando claro su desprecio por las libertades y derechos constitucionales, el señor Moreno afirmaba sin más: "Si las sanciones sirven para promover la lengua, las apruebo. Como socialista, y no del PSOE, soy partidario de pagar para bienes sociales." En resumidas cuentas: el socialismo y el nacionalismo deciden qué es un bien social y se creen con derecho de imponerlo a todo el mundo por la fuerza.

Esta actitud puramente totalitaria se manifiesta también en estas declaraciones del mismo autor: "Cuando se intenta que el catalán ocupe en Catalunya espacios antes ocupados por el castellano, se entiende por persecución, algo absurdo y estúpido." Es decir, que cuando el nacionalismo persigue con multas a los comerciantes e impide a las familias escolarizar a sus hijos en castellano, se hace por modelar la realidad lingüística de Cataluña al gusto de estos nuevos totalitarios. Ya lo sabíamos, los hechos nos daban la razón a quienes denunciábamos esto, pero ahora no se ocultan de reconocerlo sin avergonzarse lo más mínimo.

Pero la cosa no acaba ahí: Moreno reprocha al PP y a UPyD un supuesto temor a "la posibilidad, muy remota aún, de que el catalán sea la lengua dominante en Catalunya. ¿No sería eso lo normal, siendo cooficial?" ¿No es digno de temer que una lengua se imponga como dominante por la fuerza, con métodos antidemocráticos y vulnerando los derechos más elemantales de los ciudadanos? ¿Cabe imaginar mayor cinismo?

El pasado 10 de marzo, al día siguiente de la segunda victoria electoral de Zapatero, titulé aquí un artículo de esta forma: Ha nacido un nuevo partido nacionalista. Me refería obviamente al PSOE, y advertía que "el mantenimiento del PSOE en unas posiciones radicales anuncia una legislatura todavía más cargada de odio, enfrentamiento, crispación y agresiones a los derechos y libertades de los ciudadanos, agresiones que -por cierto- tienen en Cataluña uno de sus principales escenarios." Las declaraciones de Moreno demuestran hasta qué punto los ideólogos del socialismo ibérico se han entregado en cuerpo y alma a la justificación de sus apaños con el nacionalismo, hasta llegar al extremo de asumir las violaciones de la Constitución que perpetra el nacionalismo en materia de libertad lingüística.

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.