A ciegas

Esta tarde he visto "A ciegas" (ya lo sé, es todo un contrasentido), adaptación a la pantalla grande del libro "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramago. No he leído el libro y no puedo valorar la calidad de la adaptación, pero me ha parecido una buena película, aunque con escenas muy duras. En fin, podría parecer un nuevo filme sobre catástrofes apocalípticas, un género ya muy trillado, pero esta película añade al menos algunas cosas positivas, como el valor de la solidaridad en tiempos de desesperación (algo que viene muy bien ahora).

Por cierto, muy bien llevado el intento de transmitir al espectador la sensación de luz cegadora que sufren los contagiados. Por lo que a mí respecta, he salido de la sala disfrutando mucho más de este sentido que nos hace experimentar tantas cosas bellas, incluso las más cotidianas (algo que debe tener presente cualquier fotógrafo y en lo que la peli también se fija, cosa de la que me he alegrado). Os la recomiendo (eso sí, no es apta para niños).

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Comentarios:

  1. No he visto la película, pero reconozco que el libro es de los más deprimentes que haya leído nunca. Supongo que esa sensación de asfixia es la que deseaba crear su autor, pero me costó muchísimo terminarlo… Recuerdo que cuando lo cerré definitivamente en la playa de El Sardinero sentí un gran alivio

  2. Hombre, teniendo en cuenta esto que dices, la película sí que deprime un poco al mostrarnos lo que podría ocurrir si la gente perdiese la vista. Ahora bien, el final a mí me gustó, algo muy distinto que otras pelis apocalípticas. A mí lo que me deprime más, por ejemplo, es ver en qué acaba el mundo en sagas como «Mad Max» o «Resident Evil». La película, además, no es muy larga, pero con la fama que tienen los libros de Saramago, me temo que a mí me pasaría lo mismo que a ti si lo leyese.

  3. Perico

    Lo que es descabellado es que una IDEOLOGÍA NECRÓFILA esté ocupando el Parlamento y Gobierno (y parace que también el Judicial), y nos esté llevando decidida y abiertamente a apostar por la MUERTE y el asesinato de los humanos más indefensos de todos, los que están en las barriguitas de sus madres.
    Es deprimente saber que tengo compatriotas tan cobardes como para justificar la alevosía que conlleva el ASESINATO de menores.
    Igual que la ley de la gravedad no se puede cambiar por mayorías parlamentarias, donde hay un ser humano es imposible negar su existencia por igual mayoría parlamentaria. Cuando los parlamentarios que defienden este GENOCIDIO SILENCIOSO estén cerca de la muerte, habrán de saber que sobre sus espaldas pesan miles de VIDAS SESGADAS por la avaricia y codicia socialista. Millones de mujeres que han matado, se han arrepentido amarga y desconsoladamente cuando más tarde han sido conscientes del CRÍMEN al que el MOVIMIENTO NECRÓFILO le ha achuchado a cometer.
    El PARTIDO NECRÓFILO en el Gobierno nos quiere vender la moto de que MATAR es un derecho. Un derecho de la mujer. MATAR no es un derecho, sea cual sea la edad de la VÍCTIMA.
    Es lamentable que sea considerado una “conquista social” el hecho de despenalizar el ASESINATO por cuestión de la edad de la víctima. ¿La próxima “conquista social” cual será, despenalizar el asesinato de los mayores de 60 porque no son 100% productivos?.
    Esto es PROGRESAR, con todas sus letras.
    Esto es lo que nos prometían con su IMPLEMENTACIÓN DEL SOCIALISMO.
    Este es el preámbulo de la decadencia y de la Camboya socialista:
    MATAR, MATAR, MATAR, MATAR, MATAR (y la tentativa de ASESINATO SILENCIOSO MASIVO es tan burda que ni la contínua PERVERSIÓN DEL LENGUAJE de la que la RELIGIÓN NECRÓFILA hace gala puede esconder esta vez sus crueles e intrínsecas intenciones).
    Y es que es necesario alzar la voz por aquellos que por circunstancias de la vida, aún no pueden dejarse oir, y que tal vez nunca les dejen ver la luz del sol, pese a que ya han nacido a la vida.

    Incluso a la PROFETA DE LA MUERTE, la señora ministra Bibiana Aído, le deseo lo mejor, y me partiría la cara porque a ella nunca la hubiesen podido MATAR mientras estaba estaba ya viva en la barriguita de su madre. Igual que ella, todos los que vienen por detrás también tienen el DERECHO A VIVIR!!!!
    Me gustaría ver a zETAp diciéndoles a las 2 hermosísimas criaturas que tiene por hijas, que no le importaría haberlas ELIMINADO mientras, ya vivas, y en una situación de especial indefensión, esperaban a salir del vientre de su mamá, para contemplar la luz del sol.

    Una vez más, se pone en evidencia la máxima antihumanista:
    ¡¡¡SOCIALISMO O MUERTE, VALGA LA REDUNDANCIA!!!

  4. José Sáez

    De entrada, José Saramago, por muy Premio Nobel de Literatura que sea -todavía no entiendo por que motivo se lo dieron en aquella indigna y tendenciosa edición de 1998, la misma en la que se le negó el Premio Nobel de la Paz al Papa Juan Pablo II- no me gusta, ni como pensador, ni como literato, por dos razones:

    a) Su estilo literario farragoso, con textos escritos todo seguido, sólo con comas, sin puntos, ni mucho menos puntos y aparte. Él dice que así reproduce la forma en que trascurren en la realidad los diálogos y los sucesos. Puede ser, pero yo necesito el pequeño descanso de los signos de puntuación para mi vista y para mi cerebro, para ir asimilando los textos escritos. Leer y acabar sus libros es una proeza, porque son un tocho de tan abigarrados que resultan.

    b) Muchas de sus críticas sociales son acertadísimas y muy lúcidas. Otras, sin embargo, se apoyan en simples prejuicios y estereotipos, de los que él cree huir. Reparte palos a todo lo que se menea, sin que sea fácil seguir qué principios son los que tiene y los que defiende. A no ser que sus principios sean sencillamente criticarlo todo por sistema. A mí me encanta la crítica social, pero me desconcierta cuando se hace a diestro y siniestro, «por deporte», sin dejar claro adonde quiere llegar y si propone algo mejor.

    Dicho esto, creo que tiene al menos dos obras memorables. Una es «Ensayo sobre la ceguera», precisamente la que inspira la película de que habla Elentir, que no he visto, pero la veré. Otra es «La Caverna». Pero, cuando leí su «El Evangelio según Jesucristo», un ambicioso petardo literario prejuicioso, tendencioso, indocumentado e infumable, que le lanzó a la fama gracias a la facilona controversia creada, se acabó. Desde entonces, no volví a leer nada más de él, ni volveré a hacerlo. Tengo cosas mejores que leer y hacer.

  5. Ender

    Saramago puede ser un poco chapa a veces, pero «ensayo sobre la ceguera no es el caso. Es pelín opresivo, pero se lee de un tirón. Si la peli consigue transmitir un poco de la atmósfera del libro seguro que está interesante. Aunque yo me quedo con Wachtmen!

  6. Patchirán

    «omo el valor de la solidaridad en tiempos de desesperación (algo que viene muy bien ahora). »

    MIra que tienes la caridad y tienes que valorar como buena la solidaridad, ese robo intelectual.

    Medítalo.

  7. No me hace falta meditarlo mucho, a fin de cuentas no soy el único que habla de solidaridad en estos tiempos:

    http://www.cope.es/01-01-09–benedicto_xvi_solidaridad_sobriedad_combatir_pobreza_material_espiritual,26592,noticia_ampliada

  8. Alejandro

    Buenas, pues a mí el título, antes de ver la película, ya me impactó y el visionado me acabó de confirmar el presentimiento de que este film lo recordaría durante años. Realmente ha sido una de las mejores películas que he visto. El argumento, la ambientación, el papel de los actores, la filosofía que encierra el mismo; es espectacular. Un pero: es tremendamente dura y creo que sobran algunas escenas, pero esto hace que te impacté aún más.

  9. Alejandro

    Despues de haber visto la pelicula, la cual me ha desagradado hasta un punto inefable, tengo la sensación de que hay directores que son realmente psicópatas camuflados.
    La pelicula tiene escenas insoportables y enfermizas, propias de una mente demente y desequilibrada que deja correr su imaginacion como la polvora sin freno y sin medida moral.
    Representa bien la atmosfera de angustia exacerbada y primitivismo, la falta absoluta de humanidad, la más atroz forma de violación de degradación femenina, hasta el punto de producir nauseas.
    El director no ha tenido reparo en mostrar el lado más deshumanizado del ser humano, y el humanizado lo ha reflejado poco, es una pelicula descompensada y nauseabundo.
    No recomiendo esta película a nadie en su sano juicio y con un poco de cordura y sensibilidad.

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