Siete datos contra la infamia de equiparar la Guerra Civil Española con el Holocausto

Los intentos de manipular la historia para imponer la visión sesgada de la izquierda están llevando, con cada vez más frecuencia, a una aberrante equiparación.

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En las redes sociales es cada vez más frecuente encontrarse con usuarios izquierdistas que equiparan a la Guerra Civil Española con el Holocausto. Es ya algo frecuente leer mensajes que equiparan al bando izquierdista de esa guerra con los judíos. Estas estúpidas comparaciones empezaron hace años, cuando el partido de extrema izquierda Podemos descalificó un vídeo de dos veteranos de la Guerra Civil, cada uno perteneciente a un bando, diciendo que es como si se hiciese un vídeo con dos ancianos, "uno con un uniforme a rayas del campo de concentración y otro con el de las SS". Estas afirmaciones son muy cínicas viniendo de un partido que ha promovido decenas de iniciativas antisemitas y que tiene vínculos con el régimen antisemita de Irán.

Parece increíble tener que explicar cosas tan elementales hoy en día, pero la ignorancia, la desinformación y las mentiras de la izquierda han llevado a esta situación, por lo que a continuación vamos a repasar algunos datos que desmontan esa infame equiparación entre la Guerra Civil Española y el Holocausto:

1. La Guerra Civil Española fue, como su nombre indica, una guerra entre dos bandos armados. Los dos bandos cometieron crímenes de guerra (también el bando izquierdista, por mucho que la izquierda española lo niegue). Por el contrario, el Holocausto fue un programa de exterminio masivo de población civil indefensa. Sólo en casos muy excepcionales, como el Levantamiento del Gueto de Varsovia de 1943, los judíos tomaron las armas de forma desesperada para intentar impedir que les exterminasen.
2. El Holocausto no llegó después de ningún golpe de Estado judío, ni en Alemania ni en los países ocupados por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. La izquierda española sí que dio un golpe de Estado contra un gobierno democrático en 1934, dos años antes de la Guerra Civil. Un golpe promovido por los socialistas y apoyado por los comunistas como reacción a una victoria electoral de la derecha. Un golpe en el que los golpistas asesinaron a 33 sacerdotes y religiosos y a 300 militares y miembros de las fuerzas del orden.
3. Los judíos exterminados en el Holocausto no habían asesinado a ningún líder político. Eran personas normales y corrientes que fueron expulsadas de sus hogares, enviadas a guetos y finalmente llevadas a campos de exterminio sólo por el hecho de ser judíos. Por el contrario, la izquierda española asesinó a uno de los dirigentes de la derecha parlamentaria el 13 de julio de 1936, en un escandaloso caso de terrorismo de Estado que muchos historiadores consideran el hecho detonante de la Guerra Civil.
4. Los judíos víctimas del Holocausto no se habían dedicado a matar a nadie por sus creencias. Eran gente inocente que fue asesinada sin juicio alguno, sin haber cometido ningún crimen, sólo por ser judíos. Por el contrario, la izquierda española se dedicó a incendiar iglesias ya desde 1931, y tras el inicio de la Guerra Civil llevó a cabo una sangrienta persecución contra los católicos en la que fueron asesinados 13 obispos, 4.184 sacerdotes, 2.365 religiosos y 283 religiosas -muchas de éstas, además, violadas-, así como miles de seglares por el mero hecho de ser católicos.
5. Los judíos víctimas del Holocausto no cometieron masacres por razón de ideas o creencias contra nadie. Su exterminio no fue una reacción contra ningún crimen, sino un intento de borrarles del mapa por razón de su raza. La izquierda española sí que cometió masacres por motivos políticos, como la masacre de Paracuellos en 1936, en la que fueron asesinados 5.000 presos políticos, entre ellos 50 niños.
6. Los judíos víctimas del Holocausto no fueron enviados a campos de exterminio por haber querido instaurar una dictadura, ni en Alemania ni en ninguno de los países ocupados por Alemania. Eran hombres, mujeres y niños inocentes. Muchos de ellos tenían distintas ideas políticas, y otros muchos no se habían metido nunca en política. Por el contrario, la izquierda española exhibió una retórica radicalmente antidemocrática durante la Segunda República, proponiendo abiertamente una "dictadura socialista" y llevándola a cabo, bajo la tutela de agentes enviados por el dictador soviético Stalin, en la zona republicana durante la Guerra Civil.
7. Los judíos víctimas del Holocausto no organizaron centros de detención y de tortura. No fueron enviados a campos de concentración para su exterminio ni siquiera por la más leve sospecha de que preparasen tal cosa, sino por el mero hecho de ser judíos. La izquierda española sí que organizó cientos de centros de detención y tortura contra disidentes políticos, unos centros conocidos como Chekas a los que incluso fueron llevadas madres con niños pequeños.

Equiparar a los judíos víctimas del Holocausto con criminales izquierdistas de la Guerra Civil Española, en un burdo intento de blanquear al bando republicano y tapar los crímenes de guerra cometidos en su zona, es un insulto a las personas asesinadas en el Holocausto y un claro ejemplo de banalización de ese genocidio.

De igual forma, equiparar con los nazis a las víctimas de los crímenes de guerra cometidos por la izquierda española es una calumnia muy grave, que debería ser perseguida con todo el peso de la ley. No todo vale para reescribir la historia como desea la izquierda.

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Foto: Niños supervivientes del Holocausto en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau en 1945.