El T-72 resultó aún peor que su predecesor el T-62: Rusia aún utiliza los dos

Cuando Abrams y Challenger arrollaron en 1991 a tanques como los que aún usa Rusia

Estos días se está hablando mucho sobre los nuevos tanques que recibirá Ucrania de sus socios occidentales, pero apenas hay noticias sobre sus posibilidades.

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¿Quién tendría las de ganar en un combate entre tanques rusos, por un lado, y tanques Abrams, Leopard 2, Challenger 2 y Leclerc por otro? Podemos hacer suposiciones en base al nivel de protección, de capacidad de fuego y de puntería que tienen cada uno de esos tanques, pero también podemos repasar el historial operativo de unos y otros para conocer lo que ha pasado cuando se han enfrentado entre ellos hasta ahora. Es decir, su historial de combate.

Tanques M1A2 SEPV3 Abrams de la 1ª División de Caballería del Ejército de EEUU en Fort Hood, Texas (Foto: US Army).

M1 Abrams contra tanques rusos: el caso de la Guerra del Golfo

Empecemos por el famoso M1 Abrams estadounidense. Estos tanques se han utilizado en varias guerras. EEUU desplegó los suyos en la Guerra del Golfo (1990-1991), en la Guerra de Afganistán (2001-2021) y en la Guerra de Irak (2003-2011). Así mismo, Arabia Saudí los ha utilizado en la Guerra Civil de Yemen (desde 2015). De todas esas guerras, la que más información nos puede ofrecer es la Guerra del Golfo, pues fue allí donde el Abrams se enfrentó más veces a tanques de origen soviético, concretamente a T-55, T-62 y T-72. Estos dos últimos modelos están siendo usados por Rusia en Ucrania.

Según el informe oficial "Operation Desert Storm. Early Performance Assessment of Bradley and Abrams" (ver PDF), "23 Abrams fueron destruidos o dañados en el área del Golfo Pérsico. De los nueve Abrams destruidos, siete se debieron a fuego amigo y dos fueron destruidos intencionalmente para evitar la captura después de que quedaran inutilizados". El informe añadía: "Los Abrams también sobrevivieron bien en el campo de batalla. Por ejemplo, según funcionarios del Centro de Lecciones Aprendidas del Ejército, varias tripulaciones del M1A1 informaron haber recibido impactos frontales directos de los T-72 iraquíes con daños mínimos. De hecho, el enemigo no destruyó tanques Abrams durante la guerra del Golfo Pérsico, según el Ejército. Las tripulaciones dijeron que los tanques Abrams eran rápidos y maniobraban bien en la arena". Las tripulaciones de los Abrams estadounidenses no sufrieron ningún muerto en estos combates.

El resultado más revelador de la capacidad de cada tanque se pudo ver entre el 26 y el 27 de febrero de 1991: en la Batalla de 73 Easting, Irak perdió 160 tanques y los EEUU no perdieron ni un solo M1 Abrams. Los tanques soviéticos que usaba el Ejército Iraquí fueron literalmente arrollados por los tanques Abrams.

Un T-72M del Ejército Iraquí abandonado durante la Guerra de Irak en 2003 (Foto: US Army).

El desastroso resultado del T-72, el tanque más numeroso de Rusia, frente a los Abrams

Un extenso informe publicado por una web rusa, titulado "Abrams в Персидском заливе. Звёздный час" (Abrams en el Golfo Pérsico. La mejor hora), señaló: "La protección del blindaje de los tanques M1A1 y M1A1HA también resultó ser bastante buena. Al menos siete Abrams recibieron impactos directos de proyectiles de 125 mm, pero ninguno de ellos pudo penetrar la armadura, además, un Abrams recibió dos impactos con proyectiles de subcalibre perforantes disparados desde una distancia de 500 m sin consecuencias especiales, uno golpeó la parte frontal del casco, el otro golpeó la frente de la torre".

Esa misma web señalaba los problemas de los T-72, que a día de hoy es el tanque más numeroso del Ejército Ruso: "Los tanques T-72, por el contrario, resultaron ser extremadamente vulnerables precisamente cuando golpearon la carga de municiones: esta detonó de inmediato, una explosión catastrófica para el tanque y su tripulación. La armadura del T-72 fue penetrada fácilmente por proyectiles de subcalibre perforantes de 120 mm. En la mayoría de los casos, el impacto de proyectiles perforantes en el T-72 condujo a la detonación de la munición; en este caso, la reacción pirotécnica del material del núcleo del proyectil de uranio empobrecido con el acero del blindaje del tanque, lo que provocó un incendio interno. Además, si se enciende un disparo en la carga de municiones T-72, el fuego se propaga rápidamente a los que se encuentran cerca. Como resultado de la detonación, la torre salió volando del T-72".

El informe ruso añadía: "Las tripulaciones de tanques estadounidenses observaron T-72 con sus torretas arrancadas con mucha más frecuencia que los antiguos T-55 o T-62, posiblemente porque en el T-72 la munición ocupa un volumen relativamente mayor en el compartimiento de combate y su explosión causó más destrucción que la explosión de la munición de los T-55 o T-62. Cabe señalar qué impacto moral tuvo la explosión de municiones del T-72 en las tripulaciones de otros tanques. ¡Al ver la torre volando desde los "setenta y dos", otras tripulaciones iraquíes en pánico simplemente abandonaron sus tanques!"

Dos tanques M1A1 Abrams de la 3ª División Acorazada del Ejército de EEUU durante la Guerra del Golfo, el 15 de febrero de 1991 (Foto: US Army).

La experiencia con los Abrams en Afganistán e Irak

En la Guerra de Afganistán no hubo enfrentamientos de tanques, mientras que en la Guerra de Irak fueron muy escasos. Jason Conroy y Ron Martz, en "Heavy Metal: A Tank Company's Battle To Baghdad" (Potomac Books, 2005), señalaron que el 3 de abril de 2003, siete tanques iraquíes T-72M1 fueron barridos por tanques M1 Abrams cerca de Mahmoudiyah, sin que los americanos perdiesen ningún tanque. El uso de tanques Abrams por parte del Ejército Iraquí en su guerra contra el ISIS resultó más desastroso, con 140 tanques perdidos o capturados por los terroristas, a menudo por la maña preparación de las tripulaciones iraquíes (un dato a tener en cuenta en el caso de Ucrania) y por el uso de artefactos explosivos improvisados para dañar esos tanques.

Dos tanques Challenger 1 del Ejército Británico en la Guerra del Golfo (Foto: Ministerio de Defensa del Reino Unido).

El arrollador éxito del Challenger en la Guerra del Golfo

Veamos ahora el historial del Challenger 2 británico, un tanque con unas prestaciones similares a las del Abrams: tiene también un cañón principal de 120 mm y blindaje Chobham. Su predecesor, el Challenger 1, fue usado en la Guerra del Golfo y además fue usado en la vanguardia de la ofensiva aliada. El resultado fue tan arrollador como el del Abrams: según un informe de Global Security, los Challenger 1 británicos destruyeron unos 300 tanques iraquíes sin sufrir ni perder ni un solo tanque propio.

A su vez, el Ejército Británico desplegó el Challenger 2 en la Guerra de Irak. No se perdió ninguno de estos tanques durante esa guerra, en la que los enfrentamientos con tanques rusos fueron escasos. Hay algún dato sorprendente sobre la gran resistencia de estos tanques británicos. Según informó la BBC el 2 de abril de 2003, un Challenger 2 sufrió una emboscada por la Guardia Republicana iraquí en una zona urbana, cerca de Basora. Al día siguiente, la BBC informó que el Challenger 2 había recibido 70 impactos de lanzagranadas RPG, a pesar de lo cual los iraquíes no lograron destruirlo y la tripulación sobrevivió.

Un tanque Leopard 2PL del Ejército Polaco durante unas maniobras (Foto: Polska Zbrojna).

¿Qué pasará con los Leopard 2 y los Leclerc?

La duda ahora está en cómo responderán los Leopard 2 prometidos por varios países y los Leclerc prometidos por Francia, ya que estos tanques no tienen ningún historial de combate contra tanques rusos. Turquía sí que ha usado el Leopard 2A4 en la Guerra de Siria con un resultado insatisfactorio, perdiendo 10 de esos tanques a manos del ISIS, pero no por haber mantenido un combate con otros tanques, sino por la explosión de artefactos explosivos improvisados o por ataques de armas antitanques. La mala preparación de las tripulaciones turcas tuvo un papel decisivo en esos fracasos.

Hay que tener en cuenta que, al igual que el M1 Abrams y el Challenger, el Leopard 2 y el Leclerc han sido diseñados para tener una máxima eficacia en combates en campos abiertos, lo que puede ofrecerles ventajas en un país con una orografía bastante plana como es el caso de Ucrania. El peor rendimiento de esos tanques se da en zonas urbanas, donde se vuelven vulnerables a los ataques como los citados del ISIS. Hay que tener en cuenta que los Leopard 2A5, A6 y A7 (y los Leopardo 2E españoles, equivalentes del A6) están mejor protegidos que la versión A4, especialmente en su torreta.

No obstante, incluso el Leopard 2A4 es un tanque notablemente mejor que sus homólogos rusos. Los tanques rusos más modernos (T-80 y T-90) no dejan de ser desarrollos del mismo concepto que el T-72, heredando sus defectos, aunque les hayan añadido blindaje adicional y blindaje reactivo. Eso explica el desastre que han sufrido los tanques rusos en Ucrania. Un desastre que podría ser mayor si tienen que enfrentarse a los Abrams, los Challenger 2, los Leopard 2 y los Leclerc, si se consigue proporcionar a los ucranianos un buen entrenamiento.

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Foto principal: US Army.

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Comentarios:

  1. wladimir

    interesante…

    es muy posible que con estos nuevos tanques que poseen tan ilustre historia los Ucranianos puedan hacer mayores avances en la guerra e iniciar con buen pie su esperada contraofensiva en los territorios ocupados ilegalmente por los rusos en Ucrania…

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