Desde su primera aparición en 2015, el tanque ruso T-14 Armata se ha convertido en un mito en el ámbito de los vehículos acorazados.
Los problemas del T-14 revelados por RIA Novosti
Ciertamente, el T-14 es ya un tanque mítico antes incluso de que se haya visto ninguna imagen suya en combate, pero como ocurre con todos los mitos debemos preguntarnos: ¿qué hay de realidad en él? Esta pregunta es aplicable también a su reciente despliegue en Ucrania, anunciado el 25 de abril por la agencia oficial rusa RIA Novosti, que afirmaba lo siguiente:
"Las fuerzas armadas rusas han comenzado a utilizar los últimos tanques principales T-14 Armata para disparar contra posiciones ucranianas, pero estos tanques aún no han participado en operaciones de asalto directo, dijo una fuente informada a RIA Novosti. Según él, el "Armata" en la zona de operaciones especiales recibió protección lateral adicional contra municiones antitanque, y desde finales del año pasado, las tripulaciones de T-14 han estado coordinando el combate en los campos de entrenamiento en Donbass".
Esta información resulta muy reveladora, especialmente por dos tatos. El primero es el referido a su despliegue limitado y sin participar en operaciones de asalto, lo cual revela la escasa confianza del ejército ruso en el tanque: no es lógico que un tanque tan bueno como se aseguraba que era el T-14 sea escamoteado de la primera línea, si no es porque algo falla. Por otra parte, la necesidad de añadirle protección adicional revela un defecto de diseño incomprensible en un tanque de fabricación tan reciente, e indica que Rusia tal vez no esperaba la gran eficacia que están demostrando los misiles anticarro entregados por países occidentales a Ucrania.
Los retrasos en las entregas del T-14 Armata
La historia del Armata es, como la propia Rusia, una lucha de contrastes entre la realidad y la propaganda. El 22 de noviembre de 2014, la televisión del Ministerio de Defensa de Rusia anunció que "el nuevo tanque ruso superará a todos los análogos mundiales". La información añadía lo siguiente: "A principios de año, el Ministerio de Defensa recibirá el primer lote de 12-16 tanques Armata de nueva generación. Estos vehículos reemplazarán a los tres tanques principales del ejército ruso a la vez: T-72, T-80 y T-90. Los fabricantes confían en que "Armata" superará a los análogos creados en el mundo en todos los aspectos".
Más tarde, el Ministerio de Defensa de Rusia empezó a alargar los plazos: anunció que el ciclo de pruebas del Armata estaría completado en 2020, en una información que aseguraba lo siguiente: "El blindaje 'Armata' es capaz de resistir cualquier medio antitanque existente". De ser esto cierto, ¿por qué su blindaje ha tenido que ser reforzado antes de su despliegue en Ucrania? Finalmente, la anunciada puesta en marcha del T-14 siguió retrasándose. En marzo de 2021, el ministro de Defensa de Rusia anunció: "En 2022 se prevé entregar a las tropas una partida experimental industrial de los carros de combate T-14". Unas entregas previstas para 2015 acabaron retrasándose siete años. ¿Por qué?
Los problemas de fabricación del nuevo tanque ruso
En primer lugar, el Armata se ha encontrado con problemas de fabricación. En agosto de 2019, el medio ruso VPK News señalaba que las entregas del Armata estaban siendo muy inferiores a las previstas. Uralvagonzavod, el mayor fabricante de tanques de Rusia, recibió a finales de 2015 un contrato para 132 vehículos Armata, un pedido que incluía tanques T-14 Armata, vehículos de combate de infantería T-15 y vehículos blindados de recuperación T-16. Ese contrato suponía la entrega de 44 tanques anuales, pero a finales de 2019 sólo había entregado 16, y 4 de ellos eran T-16.
Rusia optó por modernizar los T-72, T-80 y T-90 ante los problemas del T-14
Los problemas de fabricación del T-14 guardan mucha relación con sus sistemas digitales. Rusia depende en gran medida del extranjero para obtener esos sistemas, pero las sanciones occidentales a Rusia por la anexión ilegal de Crimea conllevó una reducción de esas importaciones. VPK News señaló que el T-14 "se convirtió en rehén de muchas tecnologías y sistemas nuevos que se le introdujeron. Al principio parecía más que innovador y despertó un interés explosivo. Pero el vehículo era prohibitivamente caro. Como resultado, el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa llegó a la conclusión de que no hay necesidad de apresurarse con grandes lotes de "Armata". Y el énfasis debe estar en los tanques T-72, T-80 y T-90, utilizando el enorme potencial de modernización incorporado en ellos en la época soviética".
Así pues, ante los problemas surgidos con el Armata, Rusia acabó optando por modernizar los T-72, T-80 y T-90 que iban a ser reemplazados por el T-14. Esos tres modelos (sobre todo el T-72) han sufrido grandes pérdidas en Ucrania, por lo que Rusia ha tenido que recurrir a obsoletos T-54/55 (de la década de 1950) y T-62 (de la década de 1960). Mientras los propagandistas rusos se jactaban de que el T-14 acabaría decantando la guerra a favor de Rusia, lo que apareció en el frente eran viejos tanques soviéticos que ya fueron arrollados por los tanques occidentales en la Guerra del Golfo en 1991.
Una operación de propaganda contra los Leopard 2 y Challenger 2
La llegada a Ucrania de los modernos Leopard 2 y Challenger 2 (y en breve también los M1 Abrams) dejan a Rusia en una posición de aún mayor desventaja. Eso explica el despliegue del Armada en esta invasión. Pero ¿tiene posibilidades frente a los tanques occidentales? El 19 de enero de 2023, un informe de la inteligencia británica señalaba:
"Es probable que cualquier despliegue de T-14 sea una decisión de alto riesgo para Rusia. Con once años de desarrollo, el programa se ha visto afectado por retrasos, reducción del tamaño de la flota planificada e informes de problemas de fabricación. Un desafío adicional para Rusia es ajustar su cadena logística para manejar el T-14 porque es más grande y pesado que otros tanques rusos. Si Rusia despliega T-14, probablemente será principalmente con fines de propaganda. La producción probablemente sea solo de decenas bajas, mientras que es poco probable que los comandantes confíen en el vehículo en combate".
Los problemas del motor A-85-3 del T-14 Armada
La inteligencia británica también señaló que esa escasa confianza de los comandantes rusos en el T-14 se debe a su "condición pobre". Sobre los problemas del Armata, Sergio Miller, antiguo oficial de la inteligencia británica y colaborador de la British Army Review, publicó un interesante y completo artículo en Wavell Room el 10 de febrero, en el que señalaba que el T-14 se diseñó en torno a un nuevo motor. Miller apuntaba: "Todos los motores de tanques rusos, notablemente, descienden del exitoso motor diesel V-2 diseñado en 1931 en la planta de locomotoras de Járkov", con la excepción del T-64, que llevaba un motor 5TDF, "un intento fallido de copiar un motor de bombardero alemán en tiempos de guerra. Es por esta razón que los 2-3.000 T-64 almacenados nunca volverán a estar en servicio".
Para el T-14, Rusia intentó copiar otro motor alemán: el Simmering SLA 16. "El motor ruso fue designado A-85-3. Sin embargo, Transdiesel Design Bureau no diseñó el motor para un tanque, sino como una unidad para compresores de estaciones de bombeo de petróleo y gas. Resultó un fracaso y no logró realizar ninguna venta a pesar de las repetidas demostraciones en las exposiciones", señala Miller.
Finalmente, Uralvagonzavod decidió usar ese motor en el Armata. "El tanque fue diseñado alrededor del motor y no al revés", apunta el exoficial de inteligencia, y añade: "El A-85-3 no se vendió porque era complejo, manifestaba demasiados problemas y era difícil de mantener. El motor necesitaba muchas más horas de funcionamiento para refinar el diseño". Miller señaló que "la única solución de ingeniería realista ahora es comenzar de nuevo. Actualmente, ninguna autoridad parece dispuesta a aceptar esta realidad".
Los componentes electrónicos del T-14 y el problema de las sanciones
Sobre los componentes electrónicos del T-14, Miller señala: "la industria rusa ha dependido críticamente de la microelectrónica extranjera y las tecnologías asociadas. Estos ya no están disponibles debido a las sanciones (de ahí la broma de que el principal proveedor de la defensa rusa se ha convertido en AliExpress). Los equipos rusos capturados, como los drones, revelan que los componentes se obtienen de donde sea que se encuentren (incluidas las cámaras de tráfico suecas robadas en el caso del UAV Orlan-10)". A eso hay que añadir la corrupción que lo invade todo en Rusia. A causa de ello, la planta Volgograd Krasny Oktyabr que fabrica las placas de blindaje para los tanques rusos se declaró en bancarrota en 2018, señala Miller.
En diciembre de 2022, Roman Skomorokhov, un periodista ruso especializado en temas de defensa, señaló los problemas del Armata al depender de sistemas electrónicos para poder tener una completa visión en torno al tanque, ya que su torreta no está tripulada y sus tres tripulantes van alojados en la parte frontal de la barcaza. Si un proyectil enemigo alcanza los visores digitales de la torreta, el T-14 se quedaría a ciegas: "Las cámaras, los sensores y todo lo demás dejarán de funcionar y, sin ellos, el Armata no es más que un cofre blindado sobre orugas", señaló Skomorokhov.
El periodista ruso criticó que la mentalidad que se implantó en Rusia a principios de la década de 2000, de no producir componentes electrónicos porque era más barato importarlos, ha acabado perjudicando a su industria de defensa, al cerrarse ese mercado a Rusia por las sanciones occidentales. Los únicos componentes accesibles ahora para Rusia son los chinos, "que simplemente no garantizan la calidad adecuada de los dispositivos".
Así pues, el anuncio de Rusia del despliegue del T-14 Armata en Ucrania sólo puede ser interpretado como un acto de propaganda. Ese tanque está lejos de tener un papel decisivo en esta guerra. Además, Rusia se arriesga a que los defectos del T-14 quede expuestos en cuanto uno de esos tanques sea capturado por los ucranianos, lo cual sería un grave golpe para la moral rusa y para su industria de defensa. Es explica su despliegue limitado y que Rusia sea renuente a utilizarlos en el frente.
Comentarios:
wladimir
estos comentarios son bastante reveladores…
y este problema no solo es del T-14 Armanta…esto es una enfermedad Cronica de la produccion belica Rusa (exepto por algunas armas de infanteria como la familia del Ak-47 y similares)…
en lo que respecta a sus tanques,helicopteros de combate,aviones ,submarinos,etc..son un completo desastre…y a eso sumele la cronica dependencia de productos y materiales foraneos,la mala calidad de sus equipos y piezas junto los defectusos repuestos chinos….y la cronica corrupcion nativa….
y asi con estas armas tan defectuosas la Rusia de Putin pretende ganarle la guerra a Ucrania y posteriormente retar al mundo entero…y por lo que entiendo asi mismo estan los equipos belicos de China Comunista y con esas armas defectuosas Xi jimping pretende retar a los Estados Unidos…
la China Comunista y la Rusia de Putin son tal para cual…al parecer «se junto el hambre expansionistas con las ganas de comer geopolitica»…total ellos son muy ambiciosos y entre ellos se entienden…
0:08 | 1/05/23
Julio Tuñón
Sigue siendo un misterio, en un principio Rusia había anunciado el envío de dos carros Armata T-14, luego fuentes rusas lo desmentían, Rusia sigue teniendo el problema de las sanciones, y la falta de importaciones de acero hace que la empresa que fabrica los carros Uralvagonzavod tenga un deficit enorme para todos los T, el Armata T-14, que parece ser que tampoco tienen tantos, solamente los usan en desfiles y exposiciones, es extraño que entren en combate contra los T-72 y otros ucranianos, posiblemente no sean como venden, a nivel de motor, y que la tripulación vaya dentro de una cpsula de seguridad, tampoco se conocen los interiores tecnológicamente, creo que al final se verá el resultado.
17:37 | 2/05/23
Opina sobre esta entrada: