El revelador lenguaje corporal de Sánchez tras su derrota electoral y lo que indica

Elentir EN Mié 31·5·2023 · 18:21 5

Hace tiempo que me prometí que Contando Estrelas no caería en ciertas trampas en las que muchos medios españoles caen a diario.

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Una de esas trampas consiste en retransmitir los mensajes de un gobernante de forma acrítica. Con mucha frecuencia, quienes ostentan el poder político utilizan a los medios en su beneficio para encajar sus mentiras sin contestación. El socialista Pedro Sánchez ha cometido esa manipulación innumerables veces, y hoy ha vuelo a hacerla en una escandalosa intervención ante su grupo parlamentario, un discurso que no tenía otro fin que silenciar las protestas internas en su partido y hacerse aplaudir por los suyos en un momento en el que su capital político ya está agotado después de su fracaso en las elecciones locales y autonómicas del pasado domingo.

No voy a entrar a desgranar y contestar cada cosa que Pedro Sánchez ha dicho en una exhibición sin precedentes de cinismo, autobombo, autocompasión, victimismo y satanización de sus rivales, al más puro estilo de un político al que le disgusta el sano debate en democracia y que hasta ahora siempre ha actuado como un aficionado al juego sucio, a las trampas y al "todo vale". Pedro Sánchez actúa como lo hace un personaje sin escrúpulos y cuya máxima preocupación es mantenerse en el poder al precio que sea. Sí quiero animaros a que hagáis un repaso a algo muy revelador, un detalle que Sánchez habría logrado disimular si además de un mentiroso fuese un buen actor, pero no lo ha conseguido.

Las siguientes imágenes son una serie de capturas aleatorias del vídeo de 43 minutos de su discurso de hoy. Juzgad vosotros mismos:

Lo que vemos aquí es un tipo enfadado, agobiado, frustrado, crispado y colérico. Venía con su discurso completamente escrito y lo ha ido leyendo mientras ponía caras como éstas. Da pena que un país como España tenga un presidente del gobierno que transmite esta imagen, que es la propia de una persona que encaja mal las derrotas. De hecho, ver a un político hacer un discurso con este semblante sólo tres días después de una derrota electoral demuestra su mal perder.

Su discurso sólo sirve para reafirmar esa idea. Como tiene por costumbre, Sánchez no ha reconocido ningún error y no ha hecho ni la más mínima autocrítica. La culpa de todo siempre la tienen los demás. Los que hacen las cosas mal siempre son los demás.

Cuando un gobernante se cree tan perfecto que es incapaz de reconocer ningún defecto o error propio, es el momento de alarmarse, porque lo que denota esa forma de pensar es una clara incapacidad de asumir la realidad y sus propias limitaciones, y eso suele derivar en culto a la persona y autoritarismo, que es lo que ha venido exhibiendo Sánchez como su marca política personal.

Los españoles ya teníamos motivos suficientes para querer echar a Sánchez del poder, y su discurso hoy no hace más que evidenciar lo peligroso que es alguien así al frente de un país. Con Pedro Sánchez, España se ha convertido en el país de Europa con más paro y el único que aún no ha conseguido recuperar su PIB anterior a la pandemia. Además, tenemos el único gobierno de Europa con ministros comunistas -una ideología totalitaria que ha sembrado el mundo con dictaduras y cadáveres- y que además no ha tenido reparos en pactar con quienes no condenan atentados terroristas.

También es el único gobierno europeo que tiene ministros que justifican agresiones contra sus rivales políticos, y el único que ha sido condenado tres veces -en otras tantas sentencias del Tribunal Constitucional- por violar derechos fundamentales y por cerrar ilegalmente el Parlamento. Sánchez es el peor presidente que ha tenido España en democracia y ahora, además, demuestra que no sabe perder. Y eso es un anuncio tácito de que va a desplegar la campaña más sucia que podamos imaginar de cara a las elecciones generales de julio. Ya podemos prepararnos para ver lo peor de la izquierda en acción.