Seguimos sin escarmentar de lo ocurrido con las manifestaciones anónimas: otra vez el 10S

La sobredosis de información en las redes sociales provoca que mucha gente olvide cosas que han ocurrido hace un mes. No digamos ya un año.

Cuidado con la manifestación de 'chalecos amarillos' para el 10-S: el engaño se repite
El intento de dividir la protesta del 21E desde un grupo ficticio que intenta captar a Olona

Esta mañana, el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch ha publicado un mensaje en Twitter con el siguiente texto:

"Recibo este whatsapp que difundo por todos los medios a mi alcance:
Por favor, pasadlo a todos vuestros contactos. Españoles indignados y angustiados con la agresión a la democracia convocan de forma espontánea a manifestaciones a las 12:00 de la mañana del domingo, día 10 de septiembre, en el Ayuntamiento de todos y cada uno de los pueblos y ciudades de España en contra de la posible Ley de amnistía que permita a los separatistas, apoyados por Pedro Sánchez, reírse de la democracia española. Pasalo a todos tus contactos"

Este mensaje ha sido compartido más de 2.000 veces. Casualmente, el único medio que se ha hecho eco de ello es el diario separatista Elnacional.cat. La razón es obvia. Lo que ha compartido Tertsch es una convocatoria anónima, de la que ignoramos por completo quién o quiénes están detrás, y que se ha difundido por WhatsApp, uno de los cauces más eficaces que hay para difundir bulos.

Llevo años alertando contra los riesgos de este tipo de convocatorias anónimas. En España hay organizaciones muy variadas capaces de organizar protestas de este tipo, empezando por Vox. Las convocatorias de esas organizaciones, que son conocidas y tienen ya una buena experiencia en convocatorias, son a las que debemos prestar atención. En 2020 ya advertí aquí que las convocatorias anónimas deben inspirar cautela y desconfianza. Una convocatoria de la que se desconoce quién o quiénes están detrás puede haber sido lanzada por alguien de buena intención, por un trol internetero que quiere echarse unas risas o por izquierdistas que buscan ridiculizar la capacidad de movilización de la derecha.

Cada vez que empieza el curso político estamos en una situación parecida. La gente llega de las vacaciones de verano con ganas de movilizarse y Pedro Sánchez siempre da motivos para ello. Un año tras otro, aparecen convocatorias anónimas que sólo sirven para generar confusión y, a la postre, desmotivar y desmovilizar a quienes acuden a esas protestas cuyos convocantes no se dan a conocer.

Desde 2020, año tras año, cada mes de septiembre volvemos a vivir el particular día de la marmota de la derecha en España. Llevo varios años advirtiéndolo:

• En septiembre de 2020, una desconocida plataforma convocó una gran manifestación en Madrid contra Pedro Sánchez, afirmando que había un millón de personas apuntadas y 200 autobuses. La convocatoria circuló a través de las redes sociales, y al final resultó ser un engaño: sólo acudieron 3.000 personas.
• En septiembre de 2021 se sepitió la historia, con una desconocida plataforma que atacaba a Vox. Nuevamente, esa desconocida organización convocante aseguró que iba a reunir a un millón de personas en Madrid Pedro Sánchez. Fue un engaño más: sólo acudieron unos cientos de personas.
• En septiembre de 2022 volvió a ocurrir lo mismo, esta vez con otro desconocido grupo convocante que resultó ser el mismo que los dos años anteriores, pero cambiando de nombre porque sino la cosa ya no colaba. Nuevamente, el grupo convocante anunció que esperaba reunir a más de 1 millón de personas, pero en la comunicación de la convocatoria al gobierno se indicaba una asistencia prevista de sólo 300 manifestantes. Fue otro engaño más.
• En enero de 2023 la historia se repitió, esta vez con un intento de dividir una protesta contra Sánchez que había sido convocada por varias organizaciones conocidas, con Rosa Díez a la cabeza. Una vez más, apareció otro grupo desconocido que resultó ser el mismo de las otras tres convocatorias engañosas que acabo de señalar, y se apropió del lugar previsto para la convocatoria, la Plaza de Colón, anunciada por esas asociaciones. Esta vez el engaño fue aún más ridículo: a la manifestación de Colón sólo acudieron seis personas. Los convocantes ni siquiera aparecieron.

Año tras año me he encontrado con las mismas reacciones: gente que cree que hay que hacer algo y que te critica si adviertes de los riesgos de esas convocatorias anónimas; gente que cree que el buen patriota es el que difunde toda convocatoria que le llega, sin pararse a pensar quién la convoca; gente que cree que hay que movilizarse como sea, incluso acudiendo a convocatorias anónimas, sin darse cuenta de que se expone a ser multada por la Policía. Y así una y otra vez, un año tras otro. Sé que este año ocurrirá lo mismo y que recibiré ese tipo de respuestas de usuarios de Twitter que ni siquiera se molestarán en leer esta entrada.

Ser el Pepito Grillo de los tipos que se dedican a engañar a la gente con este tipo de convocatorias anónimas no es fácil ni agradable. Este blog resultaría mucho más molón para algunos y me ahorraría muchas discusiones diciendo que vayamos a salvar a España acudiendo a toda convocatoria que nos llegue, aunque no tenga convocantes conocidos. Pero ser patriota no está reñido con tener prudencia y sentido común. Es más: como mejor puedes servir a tu Patria es actuando con cabeza, y no cayendo en trampas muy fáciles de ver.

Este blog se publica desde hace 19 años. Llevo muchos años acudiendo a manifestaciones. Participé en la Rebelión Cívica contra el gobierno de Zapatero. He acudido a manifestaciones de diverso tipo bajo los gobiernos de Rajoy y de Sánchez. Pero me niego a acudir a convocatorias anónimas. Si alguien no quiere ver los riesgos, es su problema. Pero los efectos de esas convocatorias (desmotivar y desmovilizar a la gente para que ya no acuda a las convocatorias serias) al final nos afectan a todos. Piénsalo.