Los abusos sexuales contra niños y la infame actitud de la izquierda española

Elentir EN Vie 6·10·2023 · 6:59 2

El miércoles vimos aquí el horrendo crimen de abusos sexuales cometido contra una bebé de tan sólo un año de edad en Madrid.

El gesto de desprecio de la ultraizquierdista Belarra a una víctima de abuso sexual infantil
Irene Montero dice que los niños pueden «tener relaciones sexuales con quien les dé la gana»

Mutismo de la izquierda ante la violación de una bebé

La violación de una bebé por parte de su padre y el hecho de que se le haya retirado la custodia a él y a su madre, que inicialmente también fue arrestada, es un hecho que ha provocado una gran polémica. Hechos como éstos sacan a la luz lo peor de la maldad humana y, como ya señalé el miércoles, echan por tierra uno de los discursos ideológicos que la izquierda intenta promover hoy en día, demonizando a los hombres en general como si fuesen los únicos capaces de hacer cosas horrendas.

Lo más curioso de este caso es el mutismo que está habiendo entre la clase política, una vez más con la única excepción de Vox. Estamos acostumbrados a ver declaraciones de miembros del gobierno y dirigentes de partidos políticos en relación con crímenes de cierta tipología. Si el crimen puede ir acompañado de etiquetas como "machista" o "de género", se habla de ello a nivel oficial y las víctimas reciben muestras de apoyo en la red y en las calles. Pero si los autores del crimen tienen cierto perfil, se cierne sobre él un velo de silencio.

El perfil de los padres que explica el silencio de la izquierda

Este jueves Vozpópuli publicó una noticia ofreciendo más información sobre este caso. Estos datos arrojan algo de luz sobre el sorprendente mutismo de nuestra clase política ante este caso. En primer lugar, el detenido por violar a esa bebé nació en Venezuela, de modo que ya reúne una de las características que tienen en España aquellos crímenes que enmudecen a ciertos políticos: haber nacido en el extranjero.

Así mismo, Vozpópuli ha señalado que la madre de la niña es transexual: "Se define como trans no binaria", señala el citado diario. Y aquí nos encontramos con el segundo elemento que hace enmudecer a nuestra clase política ante un hecho así: si una de las personas implicadas en un crimen pertenece al colectivo LGTB, el mutismo es la reacción oficial.

¿Importa más el perfil del agresor que el interés de los niños?

No hemos visto una respuesta así cuando la persona acusada de abusar sexualmente de un niño, aunque la acusación fuese falsa, era un sacerdote, por ejemplo. Algunos miembros de la Iglesia han visto destrozadas sus vidas por acusaciones falsas relacionadas con abusos sexuales. En su caso la reacción oficial no fue el silencio, aunque no hubiese ninguna prueba contra ellos. Eso indica que ante ciertos crímenes horrendos no parece importar tanto la víctima como las características del agresor. Algo que es muy lamentable.

Los niños son lo más sagrado que tenemos en nuestra sociedad. Cuando un niño sufre un crimen como éste, lo más importante debería ser su protección, y no que el autor tenga ciertas características que lo hacen más o menos objeto de críticas. Cuando hablamos de niños, la tipología del autor no debería importar. Me da igual que sea un inmigrante, un español, un trans o un cura: un pederasta merece que caiga sobre él todo el peso de la ley y todo el rechazo de nuestra sociedad. Pero ¿por qué ese rechazo existe en unos casos y en otros no?

En 2022 la izquierda vetó investigar el 99,8% de los abusos sexuales a menores

Para responder a esa pregunta basta con ver ciertas actitudes de algunos partidos políticos. El año pasado, el Partido Popular presentó una propuesta para investigar todos los abusos sexuales a menores, fuese cual fuese la condición de sus autores. Los socialistas del PSOE y los comunistas de Podemos vetaron la propuesta porque sólo querían investigar los casos relacionados con la Iglesia Católica, unos casos que son los más mediáticos -siempre son los que habitualmente vemos en la televisión y los periódicos- pero que sólo representan el 0,2% de los crímenes de este tipo.

Teniendo en cuenta que el PSOE y Podemos son los partidos que todavía gobiernan en España, lo que tenemos es que los partidos del gobierno español miran hacia otro lado ante el 99,8% de los casos de abusos sexuales a menores, simplemente porque esos casos no son cometidos por sacerdotes. Si el crimen no lo ha cometido un miembro de la Iglesia Católica, a la izquierda el caso parece importarle menos.

Algunos datos sobre el perfil de los agresores

Como ha señalado la Fundación ANAR, en España hay colectivos sociales en los que hay una mayor incidencia de este tipo de abusos. Por ejemplo, el 23,3% de los abusos son cometidos por el padre; es decir, que hay 116,5 veces más probabilidades de que un niño sufra abusos por parte de su padre que sea un sacerdote. Así mismo, el 1,4% de los abusos son cometidos por la madre. Es decir, que es siete veces más probable que un niño sufra abusos por parte de su madre que de un sacerdote. Así mismo, los profesores son el 3,7% de los autores de este tipo de delitos: 18,5 veces más profesores abusadores que sacerdotes abusadores.

Una ministra habla de 'fascismo' para no opinar sobre la violación de esa bebé

Ver que una parte de la clase política española opta por cerrar los ojos ante el 99,8% de los abusos sexuales contra menores, simplemente porque no puede sacar rédito político de ello, es algo escandaloso y repugnante. Tan escandaloso y repugnante como lo ocurrido ayer cuando un periodista preguntó a la ministra de Igualdad, la comunista Irene Montero, por la violación de esa bebé y por las informaciones que apuntan a que la madre formaba parte de una asociación trans subvencionada por el Ministerio de Igualdad. "Basta ya de fascismo", fue la respuesta de la ministra. Éste es el nivel del gobierno izquierdista de España. Recordemos que hace un año, Montero dijo que los niños pueden "tener relaciones sexuales con quien les dé la gana".

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Foto: Europa Press. El socialista Pedro Sánchez, presidente del gobierno de España, junto a dos de las ministras del partido de extrema izquierda Podemos: la comunista Irene Montero (izquierda) e Ione Belarra (en el centro).