Ucrania y el problema de explicarlo todo con operaciones psicológicas, 'mi coronel'

Como ocurre desde hace mucho tiempo, hoy las guerras no sólo se libran en el campo de batalla, sino también en otro ámbito: nuestra mente.

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Las operaciones psicológicas en las Fuerzas Armadas occidentales

A algunos les puede parecer algo absurdo, pero no lo es. Casi todos los ejércitos tienen unidades dedicadas a operaciones psicológicas y de influencia, ya que se trata de un asunto muy importante y que puede constribuir decisivamente al éxito o al fracaso de una operación militar. En España, el Ejército de Tierra tiene el Regimiento de Operaciones de Información nº1 (ROI 1), con base en Valencia. Hasta hace dos años, la Fuerza Aérea de EEUU incluso tenía aviones dedicados a este tipo de operaciones (el EC-130J Commando Solo III).

En 2022, el 4º Grupo de Operaciones Psicológicas del Ejército de EEUU expuso su trabajo con un magnífico vídeo, titulado "Ghosts in the machine" (Fantasmas en la Máquina). En el artículo que le dediqué a ese vídeo expliqué así el propósito ese grupo: "Su misión no es matar ni herir, sino persuadir y erosionar la moral del enemigo, incluso logrando que se rinda, a la vez que motiva a las fuerzas amigas".

Las operaciones psicológicas rusas: la Unidad 54777 del GRU

Rusia también tiene unidades de operaciones psicológicas. La más relevante es la Unidad 54777 del GRU, la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor General de Rusia. El GRU es conocido hoy en España porque un periodista de izquierdas trabajaba para él, algo que se descubrió después de que ese periodista fuese detenido por la contrainteligencia polaca y finalmente fuese intercambiado con Moscú. El propio Putin fue a recibirle al aeropuerto, junto con el el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB), el sucesor del famoso KGB.

En mayo de 2021, Meduza, un medio de la oposición rusa, reveló las cosas que hace la Unidad 54777 del GRU, afirmando que "la desinformación creada por el GRU se difunde primero a sitios web periféricos menos conocidos antes de ser republicada por otros recursos occidentales más populares con inclinaciones prorrusas". Meduza señaló que el Servicio de Inteligencia Exterior de Estonia describió a la Unidad 54777 como "la principal división de operaciones psicológicas del GRU" y la vinculó a "una extensa red de organizaciones y sitios web que difunden desinformación desde una única sede en Moscú, ubicada en la calle Krzhizhanovskogo 13, edificio 2".

¿Lamentar el antimilitarismo en Occidente es una 'operación psicológica'?

Digo todo esto porque hoy un conocido militar español en la reserva, al que muchos se refieren con admiración como "mi coronel", ha comentado una noticia del diario El Mundo que lamenta el daño que ha hecho el antimilitarismo en la sociedad, en relación a la situación europea frente a las amenazas rusas y la necesidad de prepararse para posibles ataques de Moscú a países aliados. Sobre esta cuestión, ese coronel afirma:

"Siguen con la estratagema de la gradualidad.
Poco a poco, nos van mentalizando a los ciudadanos europeos de la urgencia de prepararnos para una guerra que auguran inminente.
Una brillante operación psicológica y de influencia para convencernos ya no sólo de la necesidad, sino también de las “bondades” que significa un conflicto bélico.
¡No caigamos en la trampa!
Nos tenemos que rebelar contra los que nos quieren llevar al matadero.
Lo que el pueblo necesita es políticos sensatos que hablen de paz, no de guerra".

¿Hay operaciones psicológicas rusas en Occidente?

Por supuesto, es legítimo pensar que hay operaciones psicológicas para motivar a los europeos para defenderse de un ataque ruso. De hecho, lo preocupante sería que los gobiernos y las Fuerzas Armadas de los países europeos no estuviesen abordando ese tipo de operaciones. En el caso de España parece que no se está haciendo absolutamente nada, lo cual no es extraño si tenemos en cuenta que una parte del gobierno de Sánchez está formado por comunistas empeñados en mantener nuestro gasto en defensa por debajo de las necesidades operativas de nuestras Fuerzas Armadas e incumpliendo nuestros compromisos al respecto como miembros de la OTAN.

Al mismo tiempo, también es legítimo pensar que hay operaciones psicológicas en marcha para animar a los europeos a ceder ante Rusia, es decir, a rendirse antes de que Moscú lleve a cabo ningún ataque. De hecho, las amenazas de Putin contra Occidente buscan precisamente ese efecto. Lo que hacen muchos propagandistas prorrusos es amplificar ese efecto, convenciéndonos de la necesidad de evitar a toda costa un enfrentamiento, aunque eso implique ponernos de rodillas ante el matón de Moscú.

El riesgo de hacer creer a la gente que ciertos mensajes que recibimos sobre la guerra en Ucrania son fruto de operaciones psicológicas, en referencia a aquellos mensajes que nos motivan a prepararnos frente a una posible agresión rusa, es que también tenemos derecho a pensar, y con más motivo, que los mensajes animando a ceder ante Moscú son igualmente operaciones de ese tipo.

Unas y otras operaciones no son moralmente equiparables

De hecho, para los que coinciden con la narrativa del Kremlin, extender la creencia de que estamos siendo objeto de operaciones psicológicas puede resultar contraproducente. A fin de cuentas, motivar a la gente para defender a su país es algo legítimo y loable, algo que deberían hacer todos los gobiernos que crean sinceramente que los países democráticos no deben dejarse amedrentar por un tirano criminal como Putin. Por el contrario, una operación para motivar a tus compatriotas a claudicar ante un matón es algo que roza la traición, al menos cuando esta operación cuenta con activos del país en cuestión.

Creo que ya va siendo hora de someter a un ojo crítico los mensajes que nos envían ciertos "expertos" que quieren convencernos de que todos los que no opinan como ellos están comprados por servicios de inteligencia, o son manejados en cierta forma por esos servicios, o bien forman parte de una operación de guerra psicológica.

Demos la vuelta a esa acusación: si ellos piensan eso, nosotros también tenemos derecho a pensar que ciertos discursos son teledirigidos desde Moscú, y con más motivo, ya que defendernos de una amenaza exterior es precisamente para lo que sirven nuestros servicios de inteligencia, pero lograr que nos dejemos amedrentar por una potencia extranjera es precisamente para lo que trabajan los servicios de inteligencia de Rusia, entre ellos la Unidad 54777 del GRU.

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Foto: Eyepress News.