Los socios comunistas de Pedro Sánchez quieren un boicot a Israel pero no a Rusia

Aliarse con comunistas es una de las decisiones más nefastas de las muchas decisiones malas tomadas por el socialista Pedro Sánchez.

Ética roja: comprarle armas a Israel, mal; comprárselas a los aliados de Hamás, bien
Un ministro de Sánchez reclama contra Israel la dureza que rechazó con Rusia, Cuba y Venezuela

Un boicot contra Israel que tendría un coste desorbitado para España

Los socios comunistas del gobierno español (Sumar, que es la nueva marca electoral del Partido Comunista de España -PCE-, y Podemos) pretenden ahora que Sánchez cancele todos los contratos de defensa con Israel, como afirmó ayer la vicepresidenta segunda del gobierno, la comunista Yolanda Díaz, miembro del PCE. Recordemos que esos contratos superan los 1.000 millones de euros, por lo cual su cancelación tendría un coste económico desorbitado para España, además de afectar de forma crítica a sistemas de defensa de nuestras Fuerzas Armadas, incluido el ámbito de la inteligencia y la ciberdefensa.

Acusan falsamente a Israel de 'genocidio' pero no diden lo mismo de Rusia

Los socios comunistas de Sánchez basan esas exigencias en una acusación falsa de "genocidio" contra Israel, una acusación que no ha sido respaldada por ninguna clase de pruebas y que contrasta con el rechazo de la izquierda española a condenar los crímenes del genocidio del comunismo en una votación llevada a cabo en el Congreso en marzo de 2021. Recordemos, además, que en 2016 la extrema izquierda no quiero apoyar la condena europea de los crímenes de genocidio del ISIS contra cristianos y yazidíes en Irak.

De hecho, ni Sumar ni Podemos han acusado a Rusia de "genocidio" en los tres años que Putin lleva masacrando a la población civil ucraniana, con ataques sistemáticos y deliberados contra zonas residenciales y otros objetivos civiles, y con masacres en las que han sido asesinados hombres, mujeres y niños.

La doble moral de los comunistas españoles hace aún más repulsivas sus calumnias contra el pueblo de Israel, que sí fue víctima de crímenes de genocidio por parte de los terroristas de Hamás, perpetradores de la mayor masacre sufrida por el pueblo judío desde el Holocausto. Unos días después de ese ataque, Sumar y Podemos rechazaron apoyar la condena europea contra esos atroces crímenes de Hamás. Esto da una idea de la catadura moral de la extrema izquierda.

Los socios comunistas de Sánchez han rechazado las sanciones a Rusia

Pero aún hay más. Mientras Sumar y Podemos piden abiertamente un boicot total a Israel, un país democrático que fue atacado por terroristas y que lleva dos años defendiéndose de ataques en varios frentes, esos partidos de extrema izquierda han rechazado las sanciones europeas a Rusia. Podemos criticó esas sanciones en 2022, tras la invasión rusa a gran escala contra Ucrania. En 2014 ya criticó las sanciones a Rusia por la anexión ilegal de Crimea. De hecho, en la anterior legislatura europea, Podemos fue uno de los partidos españoles que más veces se alineó con los intereses de Moscú, sólo superado por Izquierda Unida, la anterior marca electoral del PCE.

En 2022, Izquierda Unida (predecesora de Sumar) también rechazó las sanciones europeas a Rusia por la invasión de Ucrania. Ese mismo año, en un largo manifiesto en el que suscribía algunas de las patrañas de la propaganda rusa, el PCE rechazó las sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania. El año pasado, la vicepresidenta Yolanda Díaz pidió levantar parcialmente esas sanciones para obtener repuestos para helicópteros rusos Kamov operados por empresas españolas.

Una actitud que deja patente el antisemitismo de la extrema izquierda

Como ya dije hace unos días, la extrema izquierda se ajusta como un guante a una de las definiciones de antisemitismo de la IHRA, la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto: "aplicar un doble rasero al pedir a Israel un comportamiento no esperado ni exigido a ningún otro país democrático". Los socios comunistas de Sánchez no sólo imponen a Israel un doble rasero que no le imponen a otras democracias, sino que tratan con un odio enfermizo a un país democrático como Israel mientras favorecen a dictaduras como Rusia, Cuba, Venezuela y la China comunista. Eso da una idea de lo poco que a esos fanáticos les importan tanto la democracia como los derechos humanos.

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Foto: Europa Press. La comunista Yolanda Díaz (dirigente de Sumar y vicepresidenta segunda del gobierno de Pedro Sánchez) con la comunista Irene Montero (dirigente de Podemos y exministra de Igualdad).