La doble vara de medir del jefe de Podemos al hablar sobre el terrorismo

Pablo Iglesias: «Mohamed era solo un pirado» pero Tobias es «terrorismo de ultraderecha»

Este miércoles, un individuo llamado Tobias Rathjen (en la foto) fue el autor de dos tiroteos contra sendos bares en Hanau, en Alemania, unos atentados en los que asesinó a nueve personas.

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Rathjen asesinó a su madre y tenía "un problema importante de salud mental"

Después de cometer esos crímenes -cuyas víctimas eran en su mayoría turcos-, Rathjen volvió a su casa, asesinó a su madre y después se suicidó. Según ha comunicado el especialista en terrorismo Peter R. Neumann, del King's College de Londres, Rathjen escribió un manifiesto racista de 24 páginas en el que manifestaba ideas eugenésicas, expresaba su odio hacia extranjeros y no blancos y llamaba a exterminar a la población de varios países del Norte de África, Oriente Medio y Asia Central. "La clave para comprender su estado mental puede ser que él afirma haber estado bajo vigilancia por un servicio de inteligencia durante toda su vida", señala Neumann, que le describe como "alguien que pasa toda la noche viendo videos de conspiración en YouTube" y le califica como una persona con "un problema importante de salud mental". Según publicó ayer el diario británico Daily Mail, en uno de los vídeos que dejó el terrorista, Rathjen creía que en EEUU hay bases militares subterráneas en las que se sacrifica a niños en honor a Satán.

Pablo Iglesias intenta sacar provecho del atentado tras pactar con quienes no condenan a ETA

El dirigente del partido de extrema izquierda Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno español, Pablo Iglesias, dedicó ayer este largo tuiteo al atentado, presentándolo como "atentado fascista" y "terrorismo de ultraderecha", afirmando que es "una grave amenaza para Europa" e incluso intentando sacar réditos políticos al hablar de sus supuestos "instigadores ideológicos" y de "quienes pactan con ellos":

Por lo visto, el jefe de Podemos ha debido olvidar que su partido mantiene pactos con Bildu, cuyo jefe, que fue uno de los cabecillas de ETA -banda de extrema izquierda que asesinó a más de 800 españoles, niños incluidos-, se niega a condenar el terrorismo etarra. Sin ir más lejos, el pasado mes de enero Podemos apoyó una marcha por los presos de esa banda terrorista. Además de ello, hay que recordar que en octubre de 2018 Podemos pidió legalizar los delitos de apología del terrorismo y de humillación a las víctimas, afirmando que esos tipos penales se usan para "reprimir la libertad de expresión". Desde luego, Podemos es el partido menos indicado para hablar sobre el terrorismo, sobre los que lo blanquean y sobre pactos con ellos.

Los muy diferentes mensajes de Pablo Iglesias cuando se trata de atentados yihadistas

Lo más llamativo del mensaje de Pablo Iglesias sobre el atentado de Hanau surge cuando lo comparamos con la brevedad de su mensaje sobre el atentado yihadista de Manchester en mayo de 2017, reivindicado por el ISIS y en el que fueron asesinadas 22 personas:

Más breve aún fue su mensaje sobre el atentado yihadista de San Petersburgo en abril de 2017, reivindicado por el grupo islamista Imam Shamil Battalion -vinculado con Al-Qaeda- y en el que fueron asesinadas 15 personas:

Como se puede ver, cuando el atentado es islamista, Pablo Iglesias no habla sobre la ideología de sus perpetradores, ni clama contra sus instigadores ni contra sus blanqueadores. ¿Acaso los asesinados en un atentado yihadista tienen una categoría inferior a los asesinados en un atentado ultraderechista? Pero si los anteriores ejemplos son llamativos, más significativo aún fue este tuiteo de Pablo Iglesias sobre el atentado yihadista de Niza en julio de 2016, en el que fueron asesinadas 86 personas:

"Mohamed era solo un pirado", dijo sobre el autor de un atentado reivindicado por el ISIS

Curiosamente, entonces Pablo Iglesias se quejaba de lo que él hace ahora: usar un atentado con fines partidistas. Pero hay todavía más: en este artículo escrito por el jefe de Podemos en el diario ultraizquierdista Público comentaba: "O sea, que un tío no religioso, que comía hamburguesas durante el ramadán, bailón de salsa, coqueto, maltratador y conductor con antecedentes de ebriedad al volante es yihad. Es guerra santa. ¿A qué país invadimos ahora, señor Rajoy?" Y añadía: "a medida que pasan las horas y los datos, parece que no hay nada seguro. Que Mohamed era solo un pirado, un desesperado, un fruto maduro del tiempo que vivimos. Pero no desviemos el discurso, a pesar de las evidencias. Que la realidad no te joda nunca la foto y el titular. Un tunecino, a la fuerza, ha de ser terrorista". El mismo día en que se publicó ese artículo, el ISIS reivindicó ese atentado. El mismo dirigente de extrema izquierda que dijo entonces que Mohamed era "solo un pirado", ahora intenta utilizar políticamente a un loco que asesinó a su madre y que creía en paranoicas conspiraciones satánicas, presentándolo como "terrorismo de ultraderecha", la misma etiqueta con la que Iglesias suele calificar a la oposición democrática a su gobierno. ¿Se puede tener más cara?

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Comentarios:

  1. Luis Carlos

    ¿Por qué ese empeño en avisarnos de que nuestras creencias cristianas pueden corromperse y convertirnos en fanáticos, y que la hostilidad contra la comunidad musulmana puede convertirnos en monstruos como los neonazis, pero sin embargo se ve como normal el odio anti-cristiano, sobretodo anti-católico, cuando ya se ha producido algunos ataques contra templos cristianos, e incluso casos de martirio, asesinatos por «odium fidei» contra los creyentes?

    Esto no es sólo locura, porque hay personas con problemas mentales pero que no piensan en planificar un crimen, porque todavía tienen suficiente misericordia, escrúpulos morales, respeto por la dignidad humana para atreverse a matar a sangre fría. Incluso en caso de legítima defensa todavía tienen remordimientos.

  2. Elena Garcia

    Quien esté familiarizado con la enfermedad mental sabe que los síntomas de este hombre eran los de un ESQUIZOFRÉNICO.
    Están haciendo un montaje para culpar a los de siempre y de paso meter miedo a los que votan a Alternativa para Alemania. La Sr Merkel aprovecha.

  3. pacococo

    Lo que no entiendo es que los universitarios, todo el mundo lo dice, voten a este tipo. Cierto que la universidad está en la más absoluta miseria moral y académica, pero se supone que por poco que hayas aprendido, al menos sabrá pensar un poco por tu cuenta.

    Pues parece que no.

  4. Drociano

    ¿Habrá alguien en España que en los últimos años haya incitado tanto al odio como lo que llevamos viendo en mítines, discursos, asambleas,etc. del líder de una formación que PUEDE hacerlo impunemente y le ha llevado al poder por ello?

  5. Luna

    Copio y pego uno de los tweets de Pablo Iglesias que aparece en la entrada:

    «Mi repulsa al atentado fascista en Alemania. Los discursos de odio envenenan la sociedad y tienen consecuencias. El terrorismo de ultraderecha es una grave amenaza para Europa. No caben blanqueamientos a sus autores, ni a sus instigadores ideológicos ni a quienes pactan con ellos»

    Dejando de lado que no es un atentado fascista, remito su comentario al contexto de cuando tuvo la cara de llamar fascistas a quienes exigían investigación por los casos de prostitución infantil en los menores tutelados en las Baleares. Que se aplique un poco lo que dice. Aunque también para Iglesias son «fascistas» los que consideran que se debe ayudar a la mujer embarazada o proteger la educación de nuestros hijos. Al final va a ser como aquél personaje de novela de Eduardo Mendoza que dice «En ete país de miércole hata los locos son fasitas». («El misterio de la cripta embrujada»)

    Estoy completamente de acuerdo con Elena García, es un caso evidente de trastornos esquizofrénicos, hasta en la cara del pobre hombre lo vemos. Lo más lamentable es que pueden creer o sentir una cosa y la absolutamente contraria, pero esto también nos lleva a pensar que no hay un nazismo real en este crimen. Me parece completamente indigno y abusivo que se aproveche este lamentable episodio para sembrar una alarma. Y hay que tener en cuenta qué es eso de la «ultraderecha» a la que agregan todo lo que no sea de izquierda radical, estos delirios no se vinculan con nada actual de la política o en lo social, ni en España, ni creo que en Alemania tampoco.

    Naturalmente, siento pena por lo sucedido, por las víctimas y todos los familiares (también de este enfermo, se que sufren mucho) y los hechos son atroces, pero no podemos tergiversarlos de esta forma.

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