El sicario de Dios

Esta noche he visto la última película de Scott Stewart, director que el año pasado me defraudó bastante con "Legión". Una vez más, se vuelve a meter en una historia de ficción -en este caso futurista- que usa como ingredientes ciertos elementos del Cristianismo, de forma bastante tópica.

En este caso, la historia se basa en un cómic del coreano Hyung Min-woo y nos sitúa en un mundo futuro en el que la humanidad se ha refugiado en ciudades para defenderse de unos terribles vampiros -otra vez los dichosos vampiros-, viviendo sometida a la Iglesia, convertida en un poder opresivo que controla la sociedad con aires totalitarios propios de "1984". Esta vez la película resulta más entretenida y tiene elementos más notables que "Legión" -por ejemplo, una buena fotografía-, aunque una vez más presenta al mismo actor protagonista, Paul Bettany, al que parece que le dan todos los papeles raritos relacionados con visiones más bien esperpénticas del Cristianismo (recordemos que hacía el papel de monje del Opus Dei -prelatura católica que no tiene monjes- en la penosa "El Código da Vinci").

La peli tiene un cierto aire de serie B del que ya adolecía la última cinta de Stewart, y eso a pesar del tremendo despliegue de efectos especiales (al fin y al cabo, este señor se dedicaba a eso antes de hacerse director). Para mi gusto se ha pasado con la mezcla de elementos propios de un western, de mundos postapocalípticos como los de "Mad Max", pelis de vampiros, héroes con ciertos detalles propios de Jedis y ciencia-ficción siniestra y totalitaria. Claro que podría haber sido peor, una vez vista la película. El resultado me deja algo indiferente, y eso a pesar de un final abierto pero cuya continuación no me ha despertado mucho interés. En fin, una peli pasable, aunque menos mala de lo que me temía.