Dos avisos previos. El primero, que esta entrada no es una inocentada: la escribo muy en serio. El segundo, que es posible que a más de uno esta entrada le provoque un serio malestar, por eso ruego a los que sean especialmente sensibles que dejen de leer en este punto. Digo esto porque estos métodos se dividen en dos bloques, y el primero consiste en una serie de métodos para aplicar la pena de muerte que no son nada agradables de leer.
Métodos para aplicar la pena de muerte sin juicio previo
Todos los métodos indicados a continuación se aplican sin someter al reo a un juicio previo, por los motivos que se explican en el segundo bloque de esta entrada.
1. Inyección letal. Se le inyectan al reo drogas o sustancias químicas que le provocan la muerte quemado o por envenenamiento. En estas ejecuciones se usa a menudo una inyección de 200 mililitros de solución salina fuertemente hipertónica, que quema la piel del reo, su garganta y sus órganos internos. En este método, especialmente doloroso, el reo puede tardar hasta una hora en morir. El cadáver suele quedar quemado y arrugado a causa de los efectos de la inyección.
2. Decapitación. Contra lo que piensa mucha gente, es un método de ejecución aún muy frecuente en la actualidad. El reo es sujetado por las piernas. Una vez inmovilizado, su cabeza es cortada con un instrumento muy afilado.
3. Descuartizamiento por aspirado. Este método se usa, como todos los demás, con el reo inmovilizado. Se usa un aspirador de tal potencia que primero mata al reo descuartizándolo, para a continuación succionar los trozos de su cuerpo hasta que no queda ni rastro de su cadáver.
4. El lazo afilado. Como herramienta de ejecución de utiliza un cuchillo muy afilado en forma de lazo. Con esta herramienta se desmiembra al reo, provocándole la muerte.
5. Muerte por hambre. Es un método de ejecución cada vez más popular en ciertos medios. Consiste en matar de hambre al reo. En algunos casos, una vez muerto, se le descuartiza.
6. Aplastamiento craneal. Se usa una herramienta metálica con la que el verdugo comprime el cráneo del reo hasta aplastarlo.
Métodos para justificar la pena de muerte sin juicio previo
1. Disfrazar la ejecución. Se justifica la ejecución usando eufemismos que la maquillen ante la opinión pública, a fin de evitar que la opinión pública tenga conocimiento del procedimiento cruel, doloroso, violento e inhumano al que se somete al reo.
2. El reo no importa. Se presenta la mera demanda de la aplicación de la pena de muerte como un acto de libertad que es superior al derecho a la vida del reo. La colisión entre ese supuesto derecho a que ejecuten a alguien sin juicio previo y el derecho a la vida del reo se resuelve, sin más, negando toda importancia al reo.
3. Deshumanizar al reo. Se niega sin más rodeos su condición de ser humano para no respetar sus derechos como persona. Esto implica contradecir la evidencia científica y el sentido común, por lo que es un método muy usado por los más incultos, políticos incluidos.
4. Cosificar al reo. Es una variante de la justificación anterior, y a menudo es complementaria. En este caso se niega que el reo sea un ser vivo. Sus partidarios resuelven la paradoja de que haya que matar a un ser "no vivo" equiparándole con simples células, uñas o incluso pelos, aunque el reo -obviamente- reúna todas las características propias de un ser humano.
5. La ejecución como medida preventiva. Consiste en advertir de las negativas consecuencias que tendría no ejecutar al reo, sea culpable o no, siempre recurriendo a futuribles y a especulaciones sin ninguna base probatoria. Por ejemplo, se atribuyen al reo posibles perjuicios a la salud, a la economía o al bienestar de terceros, aunque no sean ciertos, y eso basta para liquidarle.
6. Estigmatizar a los detractores. Es un método muy frecuente y muy usado por los medios de comunicación que defienden este tipo de ejecuciones. Consiste en presentar a quienes defienden los derechos humanos del reo como enemigos de la sociedad y personas que buscan un retroceso, e incluso acusarles de querer decidir sobre la vida de la persona que demanda la ejecución. La vida del reo, por supuesto, no importa. Los derechos del reo se obvian por completo. Si los detractores son creyentes, se les presenta como fundamentalistas a fin de vincular la defensa de los derechos humanos al extremismo religioso.
7. La falsa piedad. Consiste en justificar la condena a muerte acusando a sus detractores de no importarles la vida del resto de los seres humanos, especialmente los que padecen hambre o viven en la pobreza, aunque no sea cierto. No explican en qué ayuda a pobres y hambrientos que se ejecute a un ser humano sin juicio previo. Tampoco dicen que estas ejecuciones se aplican, en muchísimos casos, a hijos de familias sin recursos. Como se ha señalado anteriormente, los derechos humanos del reo, simplemente, no importan.
8. La discapacidad, un delito capital. Este método consiste en dar por hecho que una enfermedad, una discapacidad o una malformación bastan para convertir a alguien en reo de muerte sin juicio previo, bajo la idea -puramente nazi- de que sólo merecen gozar de derechos humanos plenos las personas sanas.
¿Todo esto te ha parecido una salvajada sin base real?
Pues bien: los métodos de ejecución aquí descritos se usan para matar a seres humanos en sus primeros meses de vida, y al amparo de la ley, en países como España. Sin ir más lejos, la semana pasada se conoció que en 2011 fueron ejecutados en nuestro país 118.359 seres humanos mediante los sistemas señalados. El actual gobierno ha dejado pasar un año entero sin mover un dedo para ponerle freno a semejante matanza de inocentes.
Para terminar, las citadas justificaciones de la pena de muerte sin juicio previo son las que se leen habitualmente para defender su aplicación a los no nacidos. Sin el menor pudor, los mismos que consideran algo inhumano ejecutar a personas condenadas mediante juicio por cometer asesinatos -pena de muerte a la que yo también me opongo-, a la vez defienden como un "derecho" que se apliquen a niños inocentes e indefensos métodos de ejecución tan salvajes como los relatados. El aborto es una forma abyecta de crimen legal que será abolida algún día, igual que lo fue la esclavitud. Ese día la historia mirará con horror como determinados elementos fueron capaces de disfrazar y justificar el exterminio masivo de los miembros más débiles de nuestra sociedad. A las víctimas de esta matanza les dedico esta entrada, hoy, día de los Santos Inocentes, en el que recordamos la masacre de niños ordenada por el rey Herodes.
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Comentarios:
luisa carrasco
Aunque el recuerdo de la matanza que ordenó el rey Herodes y el de la que se está produciendo a diario en todo el mundo nos entristezca profundamente (no creo yo que los domingos dejen de provocarse abortos en todos los países, por mucho que la mayoría de los abortorios funcionen como establecimientos comerciales -que a fin de cuentas es lo que son-), éste no es motivo para no desearos un buen día. Un día lleno de esperanza en que, tarde o temprano, el Bien triunfará; e incluso antes de eso, esperanza en el hartazgo de tantos que permanecen en silencio de sostener una situación tan lamentable; esperanza en que toda la labor que están realizando asociaciones como Provida, Asociación de Víctimas del Aborto, RedMadre, DAV… dé el fruto que tantos esperamos: el reconocimiento del aborto provocado como lo que es, un crimen que nunca debió ser legalizado y la total desaparición en todos los ordenamientos jurídicos de dicho acto como un derecho.
Creo que te has equivocado en una única cosa, Elentir. Las personas que «no podrán seguir leyendo» no son necesariamente las más sensibles y, tal vez, habría sido mejor que no hicieses esa advertencia (ni siquiera a menores de edad a los que la «ley» lamentablemente autoriza a ejecutar a sus propios hijos, incluso sin el consentimiento de sus padres). Esas personas tan sensibles suelen ser las que miran para otro lado ante el dolor de sus hermanos o las que piensan que como ellas no van a abortar, no es tarea de ellas impedir que otros lo hagan. Por no decir las que participan activamente en un aborto, pero que, curiosamente, se sienten incapaces de mirar un ecógrafo vayan a sentir algo de piedad…
En fin, Dios nos ayude por la mediación de su Madre y la de tantos santos inocentes a acabar con esta lacra tan horrible. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
10:43 | 28/12/12
Pablo el herrero
Admirable post de condena del asesino feminismo. Ideología ésta, que junto al socialismo, son las ideologías más criminales de la historia de la humanidad. Sólo en el siglo XX el socialismo cuenta en su haber más de cien millones de personas directamente ejecutadas, a las que hay que sumar otros más de cien millones de personas muertas por hambrunas provocadas en países enteros y como consecuencia directa de la pobreza a las que fueron y son aún condenados los países subyugados por dicha ideología.
Y hay que decirlo con toda claridad, el feminismo ha superado con creces al socialismo en sus asesinatos en serie. Sólo en España son asesinados al año más cien mil fetos (esos sólo los contados, los sin contar, podrían duplicarlos:; nadie se cree al respecto las cifras del CIS, del INE, y menos aún las del Ministerio de Sanidad e Igualdad o de los hembristas (y por tanto, fascistas) institutos de la mujer (por cierto, no estaría mal enviarle tu post a toda organización feminista española).
El feminismo a convertido a la mujer en una verduga de sus hijos y a la postre, acabará convirtiéndola en verduga de si misma. Las mujeres, la mayoría de ellas, unas por acción y otras por omisión, cada día son socialmente más dependientes de un pensamiento feminista que dirige sus vidas y les ha robado sus voces.
El feminismo se ha convertido en el principal instrumento de reingeniería social al servicio de los Estados, muy en concreto en los países desarrollados. Gracias al feminismo, por ejemplo, hoy la mujer es más dependiente que nunca de un Estado que las esclaviza bajo el mantra de las discriminaciones positivas. Gracias al feminismo, que ha destruido la paternidad, su maternidad se ha convertido en mero hecho reproductivo al servicio del Estado, el cual educa y mantiene a sus hijos desde los primeros meses de vida; Estado que en cualquier momento con cualquier excusa les puede retirar la potestad y custodia de los mismos a sus madres (España es el país de Europa con mayor número de hijos cuya tutela y custodia la tiene el Estado). Gracias al feminismo, hoy el Estado tiene el doble de cotizantes que hace sólo treinta años, pero dado que el mayor porcentaje de trabajo público es femenino, también es el más dependiente de las caprichosas políticas de los gobiernos (seguridad a cambio de esclavitud). Gracias al feminismo, el hombre ha perdido toda confianza en la mujer para mantener proyectos de vida estables con ellas, pues ante cualquier relación marital con una mujer carece de derecho alguno.
El feminismo ha convertido a la mujer en una esclava del Estado, en una asesina en serie de sus hijos y, en una solitaria afectiva.
Los que dedicamos bastante de nuestro tiempo al análisis de las ideas, sabemos muy bien por la historia, que las llamadas ideologías libertadoras siempre tienen como objetivo, no la libertad del individuo, sino su colectivización.
En ello el feminismo es maestro… también sabemos quien es su principal víctima.
Pablo el herrero
11:28 | 28/12/12
pacococo
Lo de la muerte por hambre suma al asesinato la cobardía. Esta se suele practicar en ciertos lugares que se horrorizan con la pena de meurte y esperan a que el reo se muera para luego, con todo el cinismo, evitar posteriores problemas.
En el fondo, la decapitación, demuestra cierto valor al mirar la cara del condenado. Aunque yo dudo que esos tipos no tengan serios problemas mentales, porque por muchas justificaciones que se den, el instinto de preservación de la especie es de los más fuertes.
15:48 | 28/12/12
Miguel Picardo
Lo peor de todo es la indiferencia general de la inmesa mayoría de la ciudadanía.
De los políticos mejor ni hablamos.
Y me temo que a medida que pasen las décadas veremos cosas peores. Claro, que en esa época ya seremos ancianos e igual pasamos de espectadores pasivos a sujeto paciente…, y «beneficiarios» de tanto progreso.
16:08 | 28/12/12
luisa carrasco
Sí, Elentir, ya sé que no lo decías por ellas, pero, al hacerlo, se lo has puesto más fácil a esos que prefieren mirar hacia otro lado. Como si tú o yo fuésemos menos sensibles que ellos (yo, de hecho, he leído los distintos métodos… muy por encima).
Comprendo que, a veces, es necesario advertir del contenido de lo que se va a presenciar, pero en el tema del aborto, cada día estoy más convencida de que tanto querer evitar la parte dura y triste de este drama, tanto querer hablar «en positivo» del derecho a vivir (aunque, como todo en la vida, tenga su lado bueno), ha ayudado a evitar el avance hacia una legislación que defienda la vida desde la concepción hasta la muerte natural sin tapujos.
18:48 | 28/12/12
luisa carrasco
Ojalá.
20:03 | 28/12/12
Luna
Es una buena definición del aborto, con un trasfondo que también es muy cruel, duro y doloroso: La pasividad generalizada de aceptarlo como «cosas que pasan».
Uno se quedea sin trrabajo y es un drama, se pone enfermo y es otro drama, le deshaucian y se le hunde el mundo. Le matan a más de cien mil paisanos en un año y es un simple suceso, como la caída del vecino del quinto, que se ha roto el peroné.
0:27 | 29/12/12
TheElivi
Yo estoy a favor de la pena de muerte, pero no de la tortura y sin juicio. Con un crimen cometido, se analizan pruebas y se determina. Yo voto por el fusilamiento y métodos similares: no torturan, muere el reo al instante y no son tan antiguas como otros métodos.
Los motivos principalmente sería privar de vida a otro ser.
3:35 | 29/12/12
Elentir
Pues discrepo por completo, TheElivi. Estoy contra la pena de muerte por la misma razón por la que estoy contra el aborto: me opongo a que se mate a un ser humano indefenso, en cualquiera que sea la circunstancia.
3:44 | 29/12/12
Chácaras
Todo tipo de muerte de seres humanos, no tiene calificativo, va contra el derecho a la vida del no nacido. Legalmente un no nacido que padezca una enfermedad degenerativa o de cualquier tipo que lo incapacite para un desarrollo normal y por lo tanto un sufrimiento para sus progenitores y para si mismo el tiempo que permanezca en este mundo, se puede justificar el nacimiento, y es una forma misericordiosa de evitar a este ser, sufrimientos que solamente el que los tiene que soportar lo puede comprender, hay que estar implícito en el caso profundamente para comprenderlo, NO SOY NADIE PARA PRONUNCIARME, pero en caso de estar yo en este caso preferiría no nacer y que Dios me perdone por mi cobardía. Este es un tema muy delicado por que entran muchos factores de suma importancia moral, sentimental, económica, jurídica, religiosa, etc… en que la primera persona no toma la decisión obviamente, sino otra en su lugar,atreviéndome a decir que EL QUE ESTE LIBRE DE PECADO, QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA, no seré yo tal persona, pero entendería a quienes decidan el desenlace traumático, no en los términos que se dice en el artículo que inicia esta discusión, pero si en forma en el que el sufrimiento no exista, que los hay.
4:18 | 29/12/12
Elentir
Yo no soy capaz de entender qué tipo de «misericordia» es ésa que consiste en matar a alguien no vaya a ser que sufra. Sufrir se sufre de muy diversas formas en la vida, pero eso no merma la dignidad humana de nadie, y en consecuencia tampoco hacer al sufridor menos merecedor de amparo a sus derechos humanos. En el caso del aborto, además, esa apelación a una falsa misericordia es todavía más injustificable, porque el no nacido ni siquiera tiene voz para decir si quiere que se lo carguen para dejar de sufrir. Son otros los que toman por él, sin consultarle, la decisión de matarle. Menuda idea de la misericordia, en fin…
4:22 | 29/12/12
Antvigo92
El aborto es otro de los temas en el que es tan aplastante la evidencia de que abortar es un crimen que las opiniones a favor del aborto o se basan en el pensar con el estómago (tener hijos cuesta dinero) o en la entrepierna (tener hijos es un obstáculo para estar de fiesta permanentemente). Desde luego, esta sociedad ha caído muy bajo cuando principios tan elementales como el «no matarás» se quitan y se ponen según las conveniencias de cada momento.
Luego si, somos unos «facistas» o unos intolerantes o vete tú a saber qué, pero claro, es el precio que hay que pagar por tener principios morales.
En todo esto subyace la irresponsabilidad más absoluta, muy propio de adolescentes. Como se les ha metido en esto del sexo a edades tempranas y se ha convertido en una especie de droga para muchos solo piensan en practicarlo pero sin consecuencias. Y los anticonceptivos no funcionan siempre, o está el típico animal que quiere practicarlo en vivo y se puede tener un hijo. Y cuando esto pasa no hay excusas que valgan, es un ser humano que merece vivir. Si no quieres tener hijos, no practiques el sexo. Tan sencillo como eso.
Sin derecho a vivir no hay derecho ninguno, ni libertad ni nada. Hay muerte, que es la representación más viva del nihilismo de la izquierda, es decir, de la nada.
Saludos.
23:27 | 29/12/12
Mariano
Quisiera contestar a tres personas. Prefiero dedicar un comentario a cada una.
A Elentir, mi más calurosa felicitación. Y una cuestión de detalle, pero detalle importante: cuando dices («Métodos», punto 7) «tampoco dicen que estas ejecuciones se aplican, en muchísimos casos, a hijos de familias sin recursos», te aseguro que me quedo perplejo pensando en lo que quieres decir, porque parece un argumento en contra de tus ideas, como si existiese ese «aborto piadoso»; tú nos lo aclararás.
21:25 | 31/12/12
Mariano
Mi segundo comentario es para Chácaras. Y quisiera decirle tres cosas.
Primera, que «no quiere pronunciarse», y para no pronunciarse, escribe en un blog y se pronuncia.
Segunda, que el adjetivo «cobarde» que el mismo se aplica (y bien por la sinceridad, eso siempre) desautoriza todo su comentario; él mismo anula lo que argumenta.
Tercera, y que seguramente le será más útil: yo veo que el amigo Chácaras no maneja bien la diferencia que existe entre «comprender» y «justificar». Es uno de esos puntos de lenguaje de los que depende a lo mejor depende, mire usted, la paz enterita del mundo.
Cuando yo veo a un hombre insultando soezmente a una mujer, si resulta que su novio, que está con ella, le propina cuatro puñetazos al insultante, yo «comprendo» aquello; pero no lo «justifico». No lo justifico, porque no es legítima defensa y porque hay otras salidas. Lo comprendo, porque mis entrañas me dicen que yo, en ese caso, también hubiese ido a los puñetazos; y habría hecho mal; pero sé lo que nos pasa cuando nos arden las tripas y cuando nos insultan a las novias.
En otras palabras, quisiera decir que «comprender» a las mujeres que abortan, en tantísimos casos, es un auténtico deber: por la presión familiar, etc. Pero eso nunca debe llevar a justificarlas.
21:40 | 31/12/12
Mariano
Por último, quisiera dedicar unas palabras a «Antvigo92». Si bien mis conocimientos en esto no son muy grandes, creo seguro que el problema es menos que los anticonceptivos fallen a veces, y más que, establecida la mentalidad del anticonceptivo, que es lo mismo que establecer la obsesión por el sexo, la pansexualización, la divinización del coito, se multiplican por nadie sabe cuánto los coitos en cuestión; y tened por bien seguro que muchísimos de ellos se hacen sin anticonceptivo, dejándose llevar por la ola de todo eso y de todos esos deseos y sentimientos.
¿Me dice alguien que exagero cuando hablo de «obsesión por el sexo», «pansexualización» y hasta «divinización del coito»? Acabo de poner en «Google» la palabra «sex», y me da aproximadamente 2.900 millones de resultados (de los cuales no miro ni uno).
21:53 | 31/12/12
Elentir
Mariano: «te aseguro que me quedo perplejo pensando en lo que quieres decir, porque parece un argumento en contra de tus ideas, como si existiese ese “aborto piadoso”; tú nos lo aclararás»
Lo has entendido al revés. Lo que quiero decir es que muchos defienden el aborto apelando a los pobres, y olvidan precisamente que el aborto se ceba especialmente con los pobres, ya que suelen ser las madres sin recursos las que más se ven empujadas a abortar. Cierto es que hay abortistas que, ya sin rodeos y sin la más mínima vergüenza, plantean el aborto como una solución -solución final, por lo que parece- para la pobreza. Sostienen que se ha de permitir abortar a las madres porque tener hijos es una carga insoportable para las que no tienen recursos, e incluso nos acusan a los provida de querer extender todavía más la pobreza, al defender que esos niños vengan al mundo en medio de la miseria. Es decir, que para esos abortistas ser pobre te resta derecho a venir al mundo. Para ellos lo más piadoso que puedes hacer con un pobre es matarlo antes de que nazca, para que así la lista de pobres se reduzca. Y a eso los abortistas lo llaman piedad. Manda narices.
22:20 | 31/12/12
Antvigo92
Hola, Mariano, pienso que tienes razón. Hoy en día todo gira en todo al sexo. Especialmente entre los jóvenes, que, introducidos al mundo del coito a edades cada vez más tempranas se vician enseguida y lo practican con quien sea.
Eso si, se ponen el preservativo, que no funciona siempre, y muchos prefieren que la chica directamente aborte (anticonceptivo muy usado en la URSS y obligatorio en China por eso de controlar la población, medida aplaudida por los progres actuales y la ONU dicho sea de paso).
Además, crecen como setas los programas televisivos donde el respeto y la dignidad se miden por el tamaño del pene. Sinceramente, no sé en qué acabará esto, pero no parece que vaya a acabar bien, porque si el norte de una sociedad son los placeres efímeros esa sociedad es caldo de cultivo de una dictadura (la gente que vive así suele ser más dependiente de la administración y más infantilizada)
De hecho, en la URSS enseñaban educación sexual a los niños al poco de ingresar en la escuela para que vean mermada su madurez y poder manipularlos mejor. Nada de esto es nuevo.
Saludos.
20:40 | 1/01/13
Mariano
Te agradezco tu respuesta, Antvigo92.
Quisiera insistir en lo que decía. En un mundo de frenesí sexual como éste, son incontables los casos en que no se usa el preservativo, porque surge la ocasión cuando éste no está a mano. Todos conocen lo que puede pasar; pero la pasión aprieta tanto, que se impone; supongo que el procedimiento es no pensar, o precisamente contar, consciente o incoscientemente, con el horizonte incierto del aborto. A este respecto, se puede aplicar también al aborto lo que alguno dijo del divorcio: que su peor mal es su propia posibilidad. A lo que iba: la publicidad (y la imposición social; y la enseñanza en las escuelas) de los anticonceptivos es, natural e indisociablemente, publicidad del sexo; y aunque nunca fallaran, el resultado sería de más abortos.
¿En qué acabará esto? Yo creo que, en principio, hay que suponer -y teniendo en cuenta que hay muchos más factores negativos, todos ligados con la descristianización- que esto tiene que acabar como acabó el Imperio romano, que siempre se ha dicho que murió a manos de su propia desintegración ética, cuando la vida, sobre todo en Roma, consistía en correr de continuo detrás de los placeres y la homosexualidad era lo que hoy quieren que sea; entonces pudieron venir los bárbaros, y vencer a los descendientes de quienes, educados para el esfuerzo y no para el placer, habían vencido a todo el mundo.
Reconozco que ésta es una versión tópica -y discutida- de la caída del Imperio romano. Pero ahora pensemos: ¿cuántos años de descomposición más hacen falta para que los musulmanes se hagan con Europa como quien pasea por un jardín cortando flores?
Y sólo una cosa más, pero muy importante: todo esto son hipótesis y miedos; pero por encima de ellos pongo al Señor. Ése que nunca me falla.
21:13 | 1/01/13
Mariano
Me ha escocido la conciencia desde que me di cuenta de que puedo haber incurrido involuntariamante -en mi segundo comentario de 31/12/2012- en un insulto a Chácaras, y quiero pedirle perdón por mi torpeza de expresión. Cuando yo hablo de «el adjetivo ‘cobarde’ que él mismo se aplica (y bien por la sinceridad, eso siempre)», no es mi intención decir que si se llama cobarde, es sincero porque, en efecto, es cobarde. Mi ángulo era decir que, si «él» se considera cobarde, es sinceridad reconocerlo y es sinceridad decirlo, esto último en especial cuando el resultado puede ser, como se dice, tirar piedras contra su propio tejado: calificarse de cobarde podía desacreditar lo que estaba defendiendo; y ésa era la sinceridad que yo quería (sinceramente) elogiar. ¿Considerarle yo cobarde? Acaso soy yo más cobarde que él.
Ahora ya no me escuece la conciencia.
2:21 | 5/01/13
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