Mientras se reparte las instituciones con el PSOE, destila hostilidad contra Vox

¿Detrás del veto de Pablo Casado contra Vox hay un motivo que rebasa el ámbito político?

Contando Estrelas es un sitio orientado al debate de ideas, pero hay ocasiones en que las cuestiones políticas e ideológicas no sirven para explicar ciertos hechos.

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Casado hace autombombo tras el peor resultado del PP en Castilla y León en 39 años

Después de esconderse y no dar la cara en la noche electoral del 13F, una señal inequívoca de que esos comicios había supuesto una derrota personal para él, ayer Pablo Casado protagonizó una intervención surrealista (se puede ver aquí el vídeo) ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP. Empezó con una sonrisa forzada, haciendo autobombo y anunciando la victoria de su partido en las elecciones en Castilla y León, pero sin advertir que el PP obtuvo el domingo su peor resultado en 39 años en esa comunidad (los mismos que vienen convocándose elecciones autonómicas allí), en gran parte debido a su afán por convertir toda campaña del PP en una campaña para promocionarse a sí mismo para La Moncloa.

El presidente del PP y su feo recurso a la falacia del hombre de paja contra Vox

Durante su intervención, Casado reiteró la fea y tramposa costumbre que tiene la cúpula del PP de criticar a Vox sin citarlo, una práctica que se explica en el hecho, tal vez, de que así es más fácil recurrir a la falacia del hombre de paja, que consiste en atribuir al rival cosas que no dice ni hace para así caricaturizarlo. Y eso es lo que hizo ayer contra Vox, insinuando que es un partido racista, homófobo, xenófobo, machista y hostil a Europa. Una mentira tras otra, y para más inri, mentiras que el PP le ha comprado a la izquierda.

Significativamente, Casado hizo alusión a la moción de censura de Vox (hablando de "mociones trampa"), habló de "los populismos y a los radicalismos de izquierda y de derecha" (equiparando a un partido democrático y pacífico como Vox con los comunistas de Podemos, que apoyan a dictaduras y justifican la violencia contra sus rivales). Este extraño discurso parece indicar que Casado aún estaba en campaña dos días después de las elecciones: ¿tal vez porque ya ha asumido que habrá que repetirlas?

Da un sonoro portazo a cualquier pacto con Vox

Obviamente, el discurso de ayer de Casado es un sonoro portazo a cualquier pacto con Vox. Es más: es escupir a Vox cuando el PP más necesita su apoyo para poder gobernar en Castilla y León, donde ese partido tiene 31 escaños (10 por debajo de la mayoría absoluta). La única explicación aparente a esa forma de actuar es que Casado ya se haya planteado otra opción: pactar con el PSOE, lo que sería un suicidio electoral para el PP. Llegados a este punto, no está de más preguntarse: ¿por qué motivo Casado está dispuesto a cargarse su partido con tal de no pactar con Vox? Alguien podría atribuirlo al afán que Casado volvió a manifestar ayer: "tenemos que conseguir el reagrupamiento de todos los constitucionalistas", pero esa pretensión es irreal a día de hoy, con Vox ya consolidado y creciendo, mientras el PP baja en las encuestas.

Una hostilidad contra Vox que llega al terreno de lo personal

La actitud de Casado demuestra una tremenda hostilidad contra Vox y en particular contra Abascal, basta con recordar el lamentable discurso del presidente del PP en la moción de censura de Vox. Lo que Casado manifestó contra Abascal es un claro odio personal, con alusiones despectivas, difamatorias y hasta insultantes. Basta con recordar lo dolido que se mostró el presidente de Vox ante ese discurso, con el que Casado destrozó muchos años de amistad personal entre ambos. A pesar de ese inusitado ataque, y como reiteró ayer, Abascal le tendió la mano. Una actitud generosa que Casado ha seguido contestando con más muestras de desdén, que no ha tenido reparos en conjugar con elogios del dirigente del PP a Sánchez y al PSOE y pactos para repartirse las instituciones con los socialistas, algo incomprensible para muchos votantes, y más viendo la alianza del PSOE con proetarras, comunistas y separatistas.

La causa de esa hostilidad: ¿una ilusión personal frustrada?

¿A qué responde esa hostilidad de Casado contra Abascal? Recordemos que Casado se convirtió en presidente del PP el 21 de julio de 2018. Por entonces Vox ni siquiera tenía representación en las instituciones, e incluso parecía remota la posibilidad de que llegase a lograrla. Casado se debía ver ya feliz liderando el PP sin ningún competidor con opciones a su derecha.

Pero entonces su sueño se empezó a torcer. En diciembre de 2018, con todas las encuestas en contra, Vox obtuvo 12 escaños en Andalucía. En abril de 2019 Vox entraba con fuerza en el Congreso con 24 escaños, logrando en mayo representación en el Parlamento Europeo y en varios parlamentos autonómicos y ayuntamientos de grandes ciudades (resultando imprescindible para que el PP pudiese gobernar en algunas de ellas, como he señalado). En noviembre, Vox ampliaba su grupo en el Congreso hasta los 52 escaños. En todas las elecciones convocadas desde entonces, salvo en Galicia, Vox ha obtenido representación.

Vox no sólo se ha consolidado, sino que Abascal está demostrando un carisma del que Casado carece. Basta con ver que las campañas electorales de Vox siempre cuentan con su líder nacional porque ese partido sabe que Abascal es un gran activo y mueve a mucha gente. Es un político con un discurso claro, con principios firmes y que ilusiona. Todo lo contrario que Casado, que se ha convertido en un experto en arruinar las campañas autonómicas de su propio partido (basta con ver lo ocurrido en Cataluña y en Castilla y León).

Un complejo que también mueve su enfrentamiento con Ayuso

Casado tenía dos opciones para gestionar el nuevo mapa político español: asumir la realidad con modestia y tratar de entenderse con Vox (es lo que ha hecho Ayuso, y le está yendo bien), o seguir empeñado en que todos los votantes de derecha le debemos seguir y si no, se enfada. Lamentablemente, Casado ha optado por la salida más infantil: la rabieta de quien tiene una ilusión frustrada y culpa a los demás de su propio fracaso. Esa actitud es la que explica la mala marcha del PP en las encuestas, con unos enfrentamientos lamentables entre la cúpula del partido y Ayuso, simplemente porque Casado, por puro complejo, está obsesionado con que la presidenta madrileña pueda llegar a hacerle sombra, ya que tiene más carisma que él.

Una actitud fruto de la propia cultura política del PP

La deriva del PP por el empecinamiento personal de su actual presidente es algo que tiene difícil solución. Hay que decir que la actitud que está mostrando Casado no es el resultado de un trastorno, sino el fruto de la propia cultura política de su partido, que desde la desaparición de UCD ha ostentado el dominio absoluto del centro-derecha sin que hubiese ningún competidor serio que le obligase a esforzarse por fidelizar a sus votantes conservadores. Sólo así se explica un gesto tan soberbio como el de Rajoy mostrado la salida a liberales y conservadores en 2008, o la traición a sus promesas electorales cuando consiguió una mayoría absoluta y dejó intactas las leyes ideológicas de Zapatero.

Al PP siempre le ha salido gratis mangonear a sus votantes de derechas, pero ese chollo se acabó con Vox. Y Casado se encuentra ahora con que esa forma de hacer política ya no sirve, que cada vez más votantes se pasan a Vox porque allí encuentran unos principios de cuya defensa el PP desertó hace años. Casado sigue soñando con ser el pastor al que todas las ovejitas de centro-derecha siguen obedientemente con sólo mandar al perro a ladrar un poco. Ese tiempo se acabó. Cuanto más tarde en asumirlo, peor para él y para su partido. La incapacidad para asumir esa realidad es, precisamente, la que está llevando a Casado a convertir diferencias políticas en una pura y dura enemistad personal.

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Foto: Partido Popular.

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Comentarios:

  1. Teros

    Egoístamente, si fuera Abascal estaría frotándome las manos y comiendo palomitas viendo como el PP la pifia una y otra vez.

  2. Jandro

    Todo era tan fácil cuando solo nosotros ofrecíamos una línea de teléfono, cuando solo existía nuestro canal de televisión, cuando solo nosotros dábamos las noticias, cuando solo nosotros éramos el partido de «derechas»…

    Ellos se tenían que someter a lo que les diésemos, ¡no nosotros a lo que ellos quisieran!

    Eran otros tiempos. Ojalá Casado tarde en asumirlo para que se hundan del todo.

  3. escoces

    El gobierno de mi pais (Reino Unido) es mas de ultra derecha que VOX. Tiene una patrullera vigilando el canal en caso de pateras y tiene centros de detención (para expulsar a europeos sin derecho a residencia). Vox defiende la unidad de España, la Constitución, la monarquía, la bandera y el himno nacional. ¿Es eso de ultra derecha? ¡Por favor! ESPAÑA, ABRA LOS OJOS.

  4. escoces

    Añado. El gobierno conservador ha conseguido ‘expulsar’ a todos sus diputados que no estén de acuerdo con las ideas del PM:

  5. wladimir

    es cierto,,,

    Al PP siempre le ha salido gratis mangonear a sus votantes de derechas, pero ese chollo se acabó con Vox…porque ahora ya no es el unico en el panorama politico de derechas y ante tantos errores de propio PP VOX se esta alzando como una alternativa ssria…

    Casado sigue soñando con ser el pastor al que todas las ovejitas de centro-derecha siguen obedientemente con sólo mandar al perro a ladrar un poco..ya eso tambie ha terminado…el PP ha perdido (mucho mas ahora en esta pasada campaña) el monopolio de la derecha..hay otros actores en el escenario y el mas destacado de ellos es..VOX por supuesto…

    esto es algo que aun se niegan a aceptar el PP…pero ya las cosas cambiaron..t VOX sigue avanzando… Sancho cuando oigas a los perros ladrar (o sera el PP) es que estamos cabalgando…

  6. Alberto77

    Análisis correcto, pero parcial.

    Los poderes globalistas, a los que obedece el PP le han prohibido expresamente al PP hacer gobiernos de coalición con VOX con repartos de consejerías o Ministros o pacatr apoyos a cambio de derogar leyes globalistas de ingeniería social como las leyes de manipulación histórica o la sleyes de género.

    Pablo Casado e Inés Arrimadas a su llegada al Club Bilderberg en 2.019

    https://www.youtube.com/watch?v=WxyIAuY8GiI

  7. Alberto77

    Por otra parte ojalá fuera sólo Casado, todos los dirigentes del PP andaluz y buena parte de los del resto de España, empezando por Feijoo se creen que todo voto a la derecha del PSOE les pertenece, aunque toda tu vida votaras al PSOE o a IUo fueras abtencionista muchos años hasta la aparición de VOX.

    El PP en solitario y LUEGO CON ciudadanos su mejor resultado en Andalucía nunca llegó al 43 % de los votos, desde que apareció VOX el voto entre VOX, PP y CIUDADANOS supera el 50 % o lo ronda, ¿Qué significa eso? Que a VOX lo vota gente que nunca votó al PP o que dejó de votarlos hace mucho tiempo por desencanto y hay que recordar un datoque olvidan los peperos, el PP obtuvo la Junta de Andalucía con su peor resultado electoral desde los años 80 con AP por lo menos y el PSOE a pesar de sacar su peor resultado histórico ganó las elecciones.

    Pues nada el PP andaluz en vez de agradecerle a VOX regalarle la Junta de ANdalucía a cambio de un pacto con unos puntos que el PP se ha negado a cumplir o los ha cumplido a medias, ejemplo impuesto de sucesiones sólo lo ha tocado para parientes de primer grado, el resto pagan la misma burrada, y si dejas a tu nieto, sobrino o al vecino que te cuida los últimos años de tu vida una casa o una cantidadpor encima de los 7.500 € va a tener que pagar mínimo un 21 % de impuesto de sucesiones del valor catastral de la casa más un porcentaje por supuestos enseres de la casa, aunque no los tenga.

  8. JuanM

    Casado es solamente un muñeco, ni pincha ni corta por muy presidente que sea del partido. En cualquier caso, el ensañamiento y ninguneo a VOX va más allá de Casado. Desde Rajoy hasta Aznar pasando por algún medio liberal, los desprecios a VOX van desde descarados hasta sibilinos. Hoy mismo lo ha demostrado una vez más Aznar.

    El PP tiene exactamente la misma agenda antropológica que la izquierda y VOX es la antítesis de la misma.

  9. Lunaa

    Sí hay un motivo que rebasa el acto político detrás de este cordón discriminatorio pero su explicación es muy otra: En España viene gobernando la masonería desde lo que llamamos Transición, Vox no tiene masones como candidatos (creo que ni siquiera como simpatizantes) y no se prestaría a una obediencia que en los partidos que nos vienen machacando ha sido desde siempre verdadera sumisión. Este veto se decidió en una logia que tiene más peso que el Parlamento.

  10. calatravo

    Buenos días,

    A mí, en realidad, no me importan los motivos. Sí, y mucho, las consecuencias. No hay que ser un Metternich para darse cuenta de que la negativa del PP a formalizar pactos de gobierno con sus socios naturales, los únicos posibles en un mundo real, implica que o pretenden pactar con otros o, más improbable, que no les importa que otros alcancen el poder en su lugar. En cualquier caso, sus votantes serán los que queden sin representación (efectiva).

    Como todo en la vida, el monopolio sólo beneficia a quienes lo ostentan.

  11. escoces

    Creo que la democracia ha llegado a su fin. Despues de los resultados abrumadoras de Vox, comienzan los chanchullos para cerrarles la puerta. ¿Para que votar? El ultimo que cierre la puerta.

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