Convirtieron una iglesia de Normandía en un refugio neutral en junio de 1944

El heroísmo de dos médicos que ayudaron a 80 soldados heridos americanos y alemanes

A lo largo de la historia, los médicos militares han sido protagonistas de algunas hazañas increíbles pero que son muy poco recordadas.

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Es muy conocida la historia de Desmond Doss (1919-2006), que se negó a luchar por sus creencias cristianas pero se alistó como sanitario, salvando a 75 soldados americanos en la Batalla de Okinawa (1945), arriesgando su vida y siendo herido varias veces, un heroísmo por el que recibió la Medalla de Honor. Su vida fue relatada en la película "Hasta el último hombre" (2016). Mucho menos conocida es otra historia también heroica: la de los médicos militares Robert E. Wright y Kenneth J. Moore, del 2º Batallón del 501º Regimiento de Infantería Paracaidista de la 101ª División Aerotransportada del Ejército de EEUU, los famosos "Screaming Eagles".

Los médicos militares Robert E. Wright (izquierda) y Kenneth J. Moore (Foto: HistoricAmerica.org).

Instalaron un puesto de socorro en el interior de una iglesia

Al igual que miles de paracaidistas de esa División y de la 82ª División Aerotransportada, Robert y Kenneth saltaron en paracaídas sobre Normandía en la madrugada del 6 de junio de 1944. Siguiendo las leyes internacionales, al ser médicos militares, ambos iban desarmados. Robert llegó a tierra a medio kilómetro al norte de la localidad de Angoville-au-Plain, con unos 80 habitantes y situada a 16 kilómetro de la playa Utah, uno de los puntos de desembarco de las tropas estadounidenses.

Al llegar al pueblo, Robert vio la torre de la Iglesia de San Cosme y San Damián y se dirigió allí, colocando la bandera de la Cruz Roja que llevaba consigo en un lateral del templo y estableciendo allí un puesto de socorro. Kenneth también vio la torre de la iglesia y se dirigió hacia allí. Los dos médicos militares empezaron a trabajar juntos para atender a los heridos que iban llegando. Situaron a los que no iban a sobrevivir detrás del altar, en el lugar más cercano al sagrario. Utilizaron una fuente cercana para obtener agua y limpiar las heridas de los que iban llegando.

La Iglesia de San Cosme y San Damián de Angoville-au-Plain, en una foto tomada el 6 de junio de 2010 (Foto: Archangel12).

El milagro de la granada de mortero que no estalló

Robert y Kenneth no se limitaron a permanecer dentro de la iglesia, sino que usaron una carretilla para rescatar a heridos del campo de batalla, arriesgando sus vidas al hacerlo, pues si bien por su condición de méritos militares estaban protegidos por la Convención de Ginebra, era un lugar peligroso en el que tenían que esquivar disparos. En su labor de ayuda, los dos médicos no hicieron discriminaciones: ayudaron tanto a soldados americanos como a soldados alemanes, pues para ellos, al margen del uniforme, sólo eran heridos a los que debían curar.

El momento más peligroso ocurrió cuando una granada de mortero cayó dentro de la iglesia, pero milagrosamente no estalló, limitándose a resquebrajar uno de los azulejos del suelo del templo. Si hubiese detonado, seguramente habrían muerto todos los que se encontraban allí.

Una recreación artística de la llegada de los alemanes a la iglesia en la que los dos médicos americanos estaban atendiendo a heridos de ambos bandos (Autor: Simon Smith).

Alemanes y americanos respetaron la neutralidad de aquella iglesia

En la noche del 6 al 7 de junio, los americanos tuvieron que abandonar Angoville-au-Plain ante un contraataque alemán. Los dos médicos militares decidieron permanecer en la iglesia, a pesar del riesgo de ser capturados por los alemanes. Poco después de que los americanos abandonasen el pueblo, un oficial alemán entró en la iglesia y vio que había heridos de ambos bandos allí refugiados. Seguramente conmovido por ello, el oficial alemán decidió respetar la neutralidad de aquel recinto sagrado, e incluso algunos soldados alemanes ayudaron a traer más heridos en camillas hasta la iglesia.

Robert E. Wright recibiendo la Legión de Honor en junio de 2011, en presencia de soldados de Francia, Estados Unidos y Alemania (Foto: US Army).

El 7 de junio, los americanos regresaron al pueblo y se reiniciaron los combates. Un oficial del Ejército de EEUU quiso establecer un punto de observación en la torre de la iglesia, pero Robert y Kenneth se opusieron y reclamaron respetar la neutralidad del puesto de socorro igual que habían hecho los alemanes. El oficial americano accedió a su petición. Finalmente, Angoville-au-Plain fue liberada por los aliados el 8 de junio, lo que permitió evacuar a los heridos. Robert y Kennet fueron condecorados con una Estrella de Plata por su hazaña. En aquellos dos días ayudaron a 80 soldados heridos, entre ellos una docena de alemanes, y a un niño de la localidad. Ambos continuaron con su labor durante momentos tan difíciles como la Batalla de las Ardenas.

El monumento que recuerda la hazaña de los dos médicos americanos junto a la iglesia de Angoville-au-Plain (Foto: US War Memorials).

Sus vidas después de la Segunda Guerra Mundial

Después de la guerra, Robert se casó y tuvo dos hijos. Devoto cristiano, trabajó en iniciativas caritativas de la Iglesia Metodista, ayudando a construir casas para los pobres. Falleció el 21 de diciembre de 2013, a los 89 años. A petición suya, sus cenizas fueron trasladas al exterior de la iglesia de Angoville-au-Plain en la que ayudó a aquellos 80 soldados heridos. Kenneth también se casó y tuvo tres hijos. Trabajó en empresas petrolíferas y sobrevivió a su esposa y a dos de sus hijos. Falleció el 7 de diciembre de 2014, a los 90 años.

El recuerdo de estos dos héroes en Angoville-au-Plain

El 6 de junio de 2011, la República Francesa otorgó a Rober la Legión de Honor, la más alta condecoración de ese país, en un acto que contó con la participación de soldados americanos, franceses y alemanes. Delante de la Iglesia de San Cosme y San Damián en Angoville-au-Plain, que aún conserva en sus bancos las manchas de sangre de aquellos heridos (y el azulejo roto por el impacto de la granada de mortero que no llegó a estallar), hay un monumento dedicado a los dos médicos militares, en el que junto a sus nombres aparece este texto: "Por la atención humana y salvadora a 80 combatientes y a un niño".

La vidriera de la Iglesia de San Cosme y San Damián de Angoville-au-Plain que recuerda la hazaña de los dos médicos americanos (Foto: Pahcal123).

Así mismo, en el interior de la iglesia, una vidriera recuerda los nombres de los dos médicos junto a esta cita del Evangelio de San Juan: "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos".

Este viernes, el canal Yarnhub publicó un excelente vídeo sobre la historia de Robert y Kenneth en aquella iglesia de Normandía (el vídeo está en inglés pero dispone de subtítulos en español, puedes activarlos en la barra inferior del reproductor):

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Bibliografía:

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Imagen principal: Yarnhub.

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Comentarios:

  1. wladimir

    interesante….

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