El voto útil: el PP pacta con Vox en Valencia la libertad lingüística que no cumplió en Galicia

Desde hace ya muchos años, uno de los reclamos electorales del Partido Popular consiste en presentarse a sí mismo como el "voto útil".

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El PP traicionó sus promesas de libertad lingüística en Galicia y Baleares

La pregunta lógica es: ¿útil para quién? Pondré un ejemplo: en las elecciones gallegas de marzo de 2009 voté al Partido Popular porque Feijóo prometió la "libertad lingüística" en los centros educativos. Aquellas elecciones fueron ganadas por el PP por mayoría absoluta. Sin embargo, el separatismo se movilizó para presionar al PP y finalmente Feijóo rompió su promesa, instaurando un sistema de "trilingüismo" que nada tiene que ver con la libertad lingüística. No fue un caso aislado. En 2012, el PP repitió ese engaño en las Islas Baleares.

Feijóo pasó de prometer la libertad lingüística a compararla con el Apartheid

Feijóo no sólo traicionó su promesa electoral, sino que tres años después arremetió contra la libertad lingüística identificándola con el Apartheid, cuando precisamente su "trilingüismo" era lo más parecido al modelo lingüístico de ese régimen racista, tras cuya caída se instauró en Sudáfrica un modelo de libre elección de idioma.

A pesar de esa traición, muchos gallegos han seguido votando al PP guiados por el señuelo del "voto útil", pero 14 años después sigue sin aplicarse aquella promesa, a pesar de las sucesivas mayorías absolutas obtenidas por Feijóo y los suyos. Al final, el "voto útil" al PP en Galicia ha demostrado ser un voto útil para los que rechazan esa libertad lingüística que Feijóo usó como reclamo electoral en 2009.

Vox logra que el PP firme en Valencia esa libertad que rechazó en Galicia

Veamos ahora un caso muy distinto. En las elecciones autonómicas del 28 de mayo, el PP obtuvo 40 escaños en las Cortes Valencianas, el PSOE 31, Compromís 15 y Vox 13. Así pues, el PP necesitaba el apoyo de otro partido para poder gobernar. Demostrando una vez más que es un partido invotable para cualquier persona de derechas, lo primero que hizo el PP fue ofrecer 30 acuerdos a los nacionalistas de Compromís a cambio de su abstención, pero éstos se negaron.

Finalmente, se ha impuesto la sensatez y hoy el PP ha firmado un pacto de 50 puntos con Vox en la Comunidad Valenciana (se puede leer aquí). El punto 27 del acuerdo afirma lo siguiente: "Garantizaremos la libertad de educación, la libre elección de centro y la libre elección de la lengua de enseñanza entre las dos oficiales en todas las etapas educativas". Esta medida implicaría que en la Comunidad Valenciana no se aplicaría el timo del "trilingüismo" con el que Feijóo nos dio gato por liebre a los gallegos y que el PP ha venido defendiendo como su receta ideal para otras comunidades con más de una lengua oficial.

Un acuerdo cuyo cumplimiento deberán vigilar Vox y Hablamos Español

Dicen que los gallegos somos desconfiados, pero más bien somos muy cautelosos. La experiencia me invita a no fiarme de la palabra del PP, por lo que creeré lo firmado cuando lo vea aplicado. No obstante, es justo reconocer que esto no se habría logrado si el PP hubiese obtenido una mayoría absoluta en Valencia el 28 de mayo, como tampoco se ha logrado en 14 años de mayorías absolutas del PP en Galicia. Si el PP ha dejado ese compromiso por escrito ha sido por la presión de Vox.

Obviamente, no cabe suponer que el PP tenga voluntad de cumplir ese acuerdo como tampoco cumplió su promesa electoral en Galicia. Vox tendrá que mantenerse firme en la exigencia de que ese pacto se cumpla, y para ello tendrá la fuerza que le otorga su condición de partido clave para que el PP pueda seguir gobernando en la Comunidad Valenciana. No menos importante será la presión de la sociedad civil. Esta conquista en derechos ha sido posible en gran medida por la labor y las movilizaciones de Hablamos Español, una asociación de defensa de la libre elección de idioma muy activa en Valencia. Su papel será ahora fundamental para vigilar el cumplimiento de ese acuerdo.

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Foto: Vox.