August Landmesser era uno de tantos alemanes normales y corrientes que vivieron el auge del nazismo durante la convulsa década de 1930.
Nació en Moorrege, un pueblo del norte de Alemania, ya cerca de Dinamarca, el 24 de mayo de 1910. Por puro interés, y pensando que ello le ayudaría en su búsqueda de empleo, en 1931 se afilió al Partido Nazi. Finalmente entró a trabajar en el astillero Blohm+Voss en Hamburgo. La mejor prueba de que August no era un nazi es que estaba enamorado de una chica judía, Irma Eckler, con la que se comprometió en 1935.
Tener una relación con una mujer judía llevó al joven obrero a ser expulsado del Partido Nazi. August e Irma quisieron casarse en Hamburgo, pero las recién aprobadas Leyes de Nüremberg se lo prohibieron, ya que vetaban los matrimonios e incluso las relaciones extramatrimoniales entre judíos y arios. Arriesgándose a ser detenidos por su relación, August continuó viéndose con Irma y finalmente tuvieron una niña, llamada Ingrid, que nació el 29 de octubre de 1935.
El 13 de junio de 1936, August fue a trabajar al astillero. Ese día estaba programada la botadura del velero "Horst Wessel", un buque escuela para la Marina alemana. Durante la ceremonia de botadura, y seguramente acompañando algún himno, cientos de empleados del astillero hicieron el saludo nazi, pero uno se quedó de brazos cruzados: August. Era su forma simbólica de demostrar su desacuerdo con aquel régimen racista.
En 1937, August y su familia intentaron huir a Dinamarca, pero no lo consiguieron y él fue detenido. Tras ser liberado al año siguiente por falta de pruebas, August continuó su relación con Irma, por lo que fue nuevamente detenido. August pasó dos años y medio en un campo de concentración. A su vez, Irma fue llevada a una prisión, donde dio a luz a su segunda hija, Irene. En 1942 Irma fue enviada a un centro de eutanasia en Bernburg. Se supone que fue asesinada. August fue liberado en 1941 y en 1944 fue alistado a la fuerza en el ejército. Fue declarado muerto en acción en Croacia en 1944. Tanto él como Irma fueron declarados oficialmente muertos en 1949.
En 1951, el matrimonio de August e Irma fue legalizado a título póstumo, otorgando a sus hijas el derecho legal de llevar el apellido de su padre. La foto de August con los brazos cruzados se hizo famosa en 1991, cuando la publicó el diario alemán Die Zeit. Hoy esa foto es un símbolo de la resistencia silenciosa al nazismo.
Desde que la humanidad tiene memoria, el gregarismo ha facilitado mucho las cosas a nuestros antepasados, ya que agruparse en comunidades y seguir el ejemplo de otros evitaba que tuviesen que aprender a hacer las cosas desde cero constantemente. Pero el gregarismo no siempre es buena idea. Muchas veces, las masas cometen graves errores o se dejan manipular por charlatanes. El nazismo y el comunismo son buenos ejemplos de ello. Uno debe tener el criterio suficiente para saber cuando algo está mal y rechazarlo, aunque muchos lo aprueben. Eso es lo que nos hace verdaderamente libres.
Una sociedad libre necesita personas con sentido crítico y que no acepten sin más cualquier idea por el hecho de que esté de moda. Los principios no pueden subordinarse a las modas. Un crimen, una injusticia y un abuso nunca dejarán de serlo aunque muchos los aprueben. Aunque a veces eso implica afrontar riesgos, lo que nos hace libres es valorar si algo está bien o mal, con independencia de lo que diga la mayoría. La defensa del bien, de la verdad, de la libertad, de la dignidad humana y de la justicia no debe ser suplantada por ninguna moda.
Comentarios:
wladimir
pues es claro…
que August Landmesser tuvo criterio y no se dejo llevar por la ola politica Nazi,el solo mantuvo su criterio personal ante esa enorme presion que ejercia el nazismo en esa epoca…
fue un valiente ante una situacion en que tenia todo para perder si se oponia al sistema…
11:04 | 17/06/23
jomeca
Estupendo artículo y gran moraleja final. Felicidades.
11:31 | 17/06/23
Berto
El ser humano es así de oscuro cuando se lo propone. La masa se unió casi al completo con el nazismo o comunismo. El miedo hace que te unas al rebaño para buscar seguridad, salvo algún valiente como ése.
En psicología se conocen bien los experimentos de las descargas eléctricas contra el que se «sale del guión», pulsando el botón de la descarga incluso personas que parecían buenos ciudadanos…
Poned en el buscador lo siguiente y mirad los primeros enlaces que lo explican:
efecto espectador kitty genovese
15:47 | 17/06/23
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