El PP y Vox sí apoyaron esa condena, rechazada por el PSOE y toda la izquierda

El PSOE rechazó una condena de crímenes de genocidio y ahora llama a otros 'negacionistas'

El cinismo de la izquierda parece no tener límites, y lo exhibe con absoluta desfachatez cada vez que utiliza el térmimo "negacionismo".

El Parlamento español se niega a condenar los crímenes del nazismo y del comunismo
Los socios comunistas del gobierno de Pedro Sánchez insultan a las víctimas del comunismo

El PSOE llama 'negacionistas' a otros mientras niega la vida humana prenatal

Ese término surgió para calificar a aquellas posiciones que niegan crímenes de genocidio, y particularmente el holocausto perpetrado por los nazis, que están sobradamente probados y documentados. Sin embargo, la izquierda ha acabado utilizando ese término para descalificar a cualquiera que no coincida con sus tesis, incluso en cuestiones más bien cuestionables. Veamos un ejemplo: ayer el PSOE acusó al PP y a Vox de "negacionismo", poniendo una serie de ejemplos entre los que no había ni una sola negativa del PP y de Vox a condenar crímenes de genocidio, ni tan siquiera a restarles relevancia.

Los socialistas llegan al extremo de calificar como "negacionismo" el mero hecho de apoyar una ley de regadíos en el parque natural de Doñana. Es decir, que si apoyas esa ley, te aplican un término que te asimila con los nazis. Esto que hace el PSOE es una infame banalización del nazismo y de quienes niegan sus crímenes, en un intento de demonizar toda discrepancia de las tesis ideológicas de la izquierda. Se trata del mismo partido que niega las evidencias científicas sobre el inicio de la vida humana con el fin de llamar "derecho" a matar a seres humanos inocentes e indefensos, algo que se acerca mucho más al negacionismo neonazi que el mero hecho de apoyar una ley de regadíos.

El PSOE rechazó una condena parlamentaria de los crímenes del nazismo y del comunismo

Pero hay un caso aún más claro de hasta qué punto llega el doble discurso de la izquierda en este sentido. En marzo de 2021, el PSOE y sus socios de ultraizquierda votaron contra una iniciativa parlamentaria para condenar los crímenes del nazismo y del comunismo. Esa iniciativa, presentada por el Partido Popular y que fue apoyada por Vox, pedía al Congreso ratificar la resolución europea sobre los crímenes del nazismo y del comunismo aprobada en 2019, una resolución que señalaba que "los regímenes nazi y comunista cometieron asesinatos en masa, genocidios y deportaciones y fueron los causantes de una pérdida de vidas humanas y de libertad en el siglo XX a una escala hasta entonces nunca vista en la historia de la humanidad".

La infamia de la izquierda española no se quedó ahí. Durante el debate de esa iniciativa parlamentaria, el representante del PSOE llamó "luchadores por la libertad" a comunistas como Santiago Carrillo, responsable de la masacre de Paracuellos en 1936, en la que fueron asesinados 5.000 presos políticos, incluidos 50 niños.

Los socios de gobierno del PSOE insultaron a las víctimas del comunismo

Las barbaridades del PSOE y de sus socios de extrema izquierda han continuado. En noviembre de 2022, Izquierda Unida, una de las facciones comunistas del gobierno de Pedro Sánchez, calificó como "fascistas y nazis" a los millones de víctimas de los crímenes comunistas. Ese mismo mes, la empresa estatal Correos y Telégrafos, dirigida por un amigo de Pedro Sánchez -fue él quien le puso al frente de esa entidad- publicó un sello con la hoz y el martillo, el símbolo del comunismo, un símbolo totalitario asociado, al igual que la esvástica nazi, a crímenes de genocidio y a la violación sistemática de los derechos humanos de millones de personas.

Una izquierda que practica el negacionismo propiamente dicho

Hace falta carecer de la más mínima vergüenza y no tener ninguna clase de escrúpulos morales para acusar falsamente a otros de "negacionismo" mientras la izquierda española practica el negacionismo más propiamente dicho: el que niega crímenes de genocidio. Y lo hace, además, con la complicidad de medios de comunicación que después se dedican a repartir carnets de demócrata y a señalar con el dedo a aquellos que, como el PP y Vox, sí han condenado esos crímenes, tanto los nazis como los comunistas. Desde luego, se puede estar de acuerdo o no con estos partidos, pero sí que tuvieron la decencia de apoyar esa condena. Una decencia que la izquierda española desconoce en absoluto.

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Foto: PSOE.

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Comentarios:

  1. Berto

    «Este partido no ha cambiado de opinión respecto a este particular; estará en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad, como han estado todos los partidos, cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones».

    Pablo Iglesias Posse, fundador del PSOE, el partido político más nefasto que ha existido y existe en España.

    Con pensamientos propios de un demente, se entiende el recorrido de la banda sectaria comandada por Sánchez.

  2. LuisJ.

    El término negacionista se ha convertido en un auténtico cajón de sastre donde cabe cualquiera cosa, de tanto usarlo acabará por perder sentido. De hecho, ¿no se les podría acusar a ellos de negacionistas del grave problema que acecha a Europa si no se controla la inmigración? A la vista está Francia, negar que existe un problema grave es de negacionistas. ¿Ven que fácil?

  3. wladimir

    por supuesto…

    que el Regimen Sanchista va ha negar de todas formas todo,absolutamente todo lo que tenga que ver con el Comunismo y sus socios Ultraizquierdistas…tambien negara el derecho a la Vida…negara el derecho de las victimas de ETA…negara el derecho de las victimas del Comunismo Republicano…y seguira negando hasta el infinito y mas alla…

  4. Jandro

    Negacionismo es, como dice Luisj, un cajón de sastre. Pero veamos una vez más quién lo ha utilizado primero para desacreditar posiciones contrarias: la izquierda. La izquierda siempre ha partido para sus batallas del control del lenguaje, controlando el uso del lenguaje en los medios y manipulando así a la opinión pública.

    No hay duda: su punto de vista en la humanidad de los no nacidos es incuestionablemente negacionista, y su rechazo a admitir los crímenes del comunismo, también. Pero esas posturas no son las que le vienen a la mente al común de los mortales cuando oye «negacionista», sino, ya sabemos: el del Holocausto, el del cambio climático e, incluso, el negacionismo de la violencia de género, por la consabida contienda léxico-ideológica con que la izquierda ha desafiado a la realidad.

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