El fuerte despliegue de aviones militares de España en un lugar muy conflictivo de Europa

@DefensaAviacion EN Mié 26·7·2023 · 6:00 1

El Ejército del Aire de España se prepara para uno de sus mayores despliegues de aviones de combate desde marzo de 2022.

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Entonces, España desplegó ocho cazas EF-18M en Lituania, una decisión que se hizo sin mucha publicidad y semanas después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, con Europa sometida a una enorme tensión. Aquel despliegue concluyó el 1 de agosto de 2022, y desde entonces España no había participado en la misión de Policía Aérea del Báltico (BAP) de la OTAN, aunque sus aviones de combate sí que han participado en la misión Policía Aérea Reforzada (EAP) con el Destacamento Strela en Bulgaria y los Destacamentos Tigru y Viespe en Rumanía.

Según informó ayer el Ejército del Aire, el 1 de agosto se iniciará el despliegue de ocho Eurofigher Typhoon españoles en la Base Aérea de Ämari, Estonia, a menos de 200 kilómetros de la frontera de Rusia. La unidad elegida para este despliegue es el Ala 11 del Mando Aéreo de Combate (MACOM), con base en Morón de la Frontera (Sevilla). Está previsto que este despliegue concluya el 30 de noviembre. Hasta entonces, los ocho cazas españolas estarán bajo el contro, operativo del Mando de Operaciones (MOPS), dependiente del Estado Mayor de la Defensa (EMAD).

Este Destacamento Aéreo Táctico Ámbar estará formado por 130 miembros del Ejército del Aire, en su mayoría pertenecientes a la citada Ala 11, con apoyo de otras unidades. Una de las principales novedades de este despliegue es que, además, junto con los ocho Eurofighters estará también desplegado un avión de transporte A400M Atlas del Ala 31, junto con 35 miembros de esta unidad. El avión elegido será uno de las versiones de avión cisterna que tiene el Ejército del Aire, ya que su misión será desarrollar misiones de reabastecimiento en vuelo a los ocho cazas españoles desplegados en Estonia. Es la primera vez que el Ejército del Aire aplica esta configuración a un despliegue de sus aviones de combate en el exterior.

Estonia es uno de los países más pequeños de la OTAN. Su pequeña fuerza aérea sólo tiene siete aeronaves y ningún caza. Lo más parecido que tiene a aviones de combate son dos entrenadores Aero L-39, por lo que precisa del apoyo de los países aliados. Además, ese pequeño país báltico está situado en un lugar estratégico: uno de los dos accesos de Rusia el Mar Báltico, y el más importante de los dos, ya que da acceso al Golfo de Finlandia desde la Bahía de Luga, en cuyas costas está San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia (el otro acceso ruso al Báltico es desde el enclave de Kaliningrado).

Al oeste de San Petersburgo está la base naval de Kronstadt, en la isla de Kotlin, donde se ubican la comandancia general de la marina de guerra de Rusia y su flota del Mar Báltico. Además, al norte de San Petersburgo está la base aérea de Levashovo.

Generalmente, el tráfico de aviones militares rusos entre Kaliningrado y Rusia suele provocar conflictos, debido a la mala costumbre de la fuerza aérea rusa de hacer volar sus aviones incumpliendo las normas internacionales de aviación, sin encender sus transpondedores ni comunicar sus planes de vuelo, lo que obliga a los cazas de las misiones BAP de la OTAN a hacer frecuentes salidas para interceptar e identificar a los aviones rusos. A esto hay que añadir las provocaciones de los cazas rusos y sus maniobras poco profesionales, a veces poniendo en riesgo a los aviones aliados.

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Foto principal: Ejército del Aire.