El BIEM II ha desplegado 109 soldados y 34 vehículos para combatir ese incendio

Héroes entre las llamas: las imágenes de los soldados de la UME en el incendio de Tenerife

El 15 de agosto, hace una semana, se inició un grave incendio forestal en el centro de la isla de Tenerife, en las Islas Canarias.

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El incendio ha arrasado más de 14.000 hectáreas en un total de 12 municipios, obligando a desalojar a miles de personas. La Guardia Civil ha confirmado que el incendio fue provocado, algo que ya se sospechaba desde su inicio. El 16 de agosto, el Segundo Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM II) de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con base en Morón (Sevilla), desplegó 109 soldados y 34 vehículos en Tenerife, en su tercera intervención de este verano en el archipiélago canario, después de los incendios que afectaron a las islas de La Palma y Gran Canaria en el mes de julio. Podéis ver aquí algunas fotos de esta intervención.

Un Airbus A400M Atlas del Ala 31 del Ejército del Aire (el 31-27, TK.23-07) voló el 18 de agosto por la mañana desde la Base Aérea de Zaragoza hasta Tenerife, transportando 10 contenedores de material retardante para aviones civiles y 2 contenedores de espumante para colaborar en las labores de extinción.

Soldados del BIEM II en una intervención nocturna.

Un hidroavión apagafuegos del 43 Grupo del Ejército del Aire volando sobre la zona del incendio de Tenerife. Estos aviones vuelan encuadrados en la UME en estas misiones.

Soldados del BIEM II en la zona del incendio en la noche del 16 al 17 de agosto.

Un camión Bomba Nodriza Pesada (BNP) Iveco Trakker 350 del BIEM II en la zona del incendio, el 17 de agosto.

Cuatro soldados del BIEM II en una foto tomada el 17 de agosto, al inicio del despliegue de la UME en este grave incendio forestal. A la izquierda vemos un camión autobomba IVECO ML140E28W.

Un soldado del BIEM II en medio del infierno. Una imagen que nos muestra el duro entorno en el que estos militares tienen que luchar. La foto se tomó el 17 de agosto.

Tres soldados del BIEM II junto a un camión autobomba Renault Trucks K 430, el 18 de agosto.

Soldados del BIEM II disparando agua contra la zona del incendio, por la noche, el 18 de agosto. Al fondo vemos nuevamente el camión autobomba Renault Trucks K 430.

Un soldado del BIEM II dirigiendo su mangera contra las llamas, en una foto tomada el 19 de agosto. Uno de los riesgos de este tipo de acciones es que las llamas acaben rodeando a los equipos de extinción, debido a la acción del viento, por lo que deben estar siempre alerta.

Dos soldados del BIEM II haciendo frente a las llamas en la noche del 21 de agosto.

Un camión autobomba Renault Trucks K 430 y soldados del BIEM II combatiendo a las llamas en la zona del incendio.

Soldados de la UME y del Ejército de Tierra recargando agua en un pozo. El camión rojo es una Bomba Nodriza Pesada (BNP) Iveco Trakker 350, con capacidad para 13.500 litros de agua. El otro cambión es un Iveco Trakker 450 del Ejército de Tierra, transportando un aljibe.

Un camión autobomba IVECO FF140E28W del BIEM II con sus rotativos azules encendidos. Al fondo vemos el frente de llamas. Una imagen terrible.

Soldados del BIEM II en la zona del incendio en la noche del 21 de agosto.

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Fotos: Unidad Militar de Emergencias / Ejército del Aire / Ministerio de Defensa.

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Comentarios:

  1. wladimir

    interesante…

    y admirable la labor de este valiente cuerpo de rescate y control de incendios.. tienen mucho coraje…

  2. Berto

    La UME, lo único bueno que hice el infame zETAparo.

  3. Berto

    Que hizo, condenados teclados que se creen inteligentes, jejeje.

  4. CarlosMAP

    Vaya por delante mi admiración y respeto por esta unidad y sus intervenciones. Tengo familiares que pertenecen, o han pertenecido, a ella.

    Zapatero solo pretendía quedar bien con sus paisanos de León y dar cierta utilidad a las instalaciones de un CIR medio desmantelado, en las que se estableció una de las primeras bases logísticas de la UME. Y de paso, desmantelar parcialmente el ejército, dedicando parte de sus efectivos a intervención en catástrofes y emergencias, misiones humanitarias y presencia en puntos conflictivos del planeta, para patrullar y repeler algún que otro ataque a sus acuartelamientos. Lo único bueno que hizo Zapatero fue favorecer que cierto número de militares pudieran regresar a su ciudad.

    Pero hay cada vez más militares alarmados por el debilitamiento que supone para las Fuerzas Armadas el continuo aumento de material y efectivos de estas unidades. Los peligros que acechan a España no son solo incendios e inundaciones. Las unidades que tienen que enfrentarse a otros peligros, para los que sí hace falta un ejército fuerte, están perdiendo relevancia.

    A lo mejor el infame Zapatero sí sabía lo que hacía.

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