Los efectos de ciertas posiciones ilógicas que acaban beneficiando a la izquierda

Un gran riesgo para la derecha: la tentación de confundir a los amigos con los enemigos

Cuando hablamos de "derecha" nos referimos a distintas formas de pensar opuestas, a grandes rasgos, con el socialismo y el comunismo.

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El germen de la desunión dentro de la derecha

No hay una forma exclusiva de ser de derechas, de igual que tampoco hay una forma exclusiva de ser de izquierdas. Como ya señalé el mes pasado, dentro de la derecha hay liberales, conservadores y patriotas, sin entrar en más matices. Lo que distingue a esas tres familias de la derecha son sus especiales inquietudes, como ya indiqué entonces. Uno de los riesgos de esas tres familias de la derecha es asumir las falsas acusaciones que otros hacen contra ellas.

Eso es lo que ocurriría si, por ejemplo, algunos patriotas acusasen a los liberales de ser antipatriotas, al asumir la errónea idea de que el liberalismo es incompatible con el amor a la Patria y con la defensa de la soberanía nacional, y algunos liberales contestasen torpemente descalificando sin más el patriotismo, presentándolo como un refugio para los enemigos de la libertad y abominando de él.

Una situación parecida se daría si algunos liberales acusasen a los patriotas de ser enemigos de la libertad, obviando sin más sus contribuciones a la defensa de nuestros derechos fundamentales, y algunos patriotas respondiesen descalificando sin más el liberalismo, abominando de él y arremetiendo contra todos los liberales, sin distinción alguna y sin tener en cuenta que dentro del liberalismo hay una rama, el liberalismo conservador, que es de derechas y que es perfectamente compatible con el patriotismo.

Los efectos de una posición ilógica: la generalización

Este tipo de actitudes son frecuentes. Representan el triunfo de una posición contraria a la lógica, como es la generalización, es decir, confundir una parte con el todo. Es la misma actitud torpe que a veces nos encontramos cuando, por ejemplo, hay personas que insultan a los catalanes para mostrar su rechazo a los separatistas, como si todos los catalanes fuesen separatistas. Es algo que he vivido en algunas ocasiones a la hora de denunciar los abusos cometidos por el nacionalismo en mi tierra natal, Galicia: hay personas que responden, sin más, criticando a todos los gallegos, como si todos opinásemos lo mismo. Al hacer eso, algunos le hacen un gran favor al nacionalismo, pues con ello confirman las peores caricaturas que hacen de sus rivales.

De la misma forma, las personas de derechas que atacan a todos los liberales, sin distinción, por el mero hecho de haber recibido críticas de algunos liberales, y las que atacan a todos los patriotas, por un motivo similar, en el fondo le están haciendo un favor a la izquierda, contribuyendo a desunir y enfrentar a la derecha en base a posicionamientos ilógicos. A estas alturas de la historia, y más desde que Internet pone a nuestro alcance cualquier información en cuestión de segundos, creer que todos los liberales o que todos los patriotas son iguales es algo más que un error: es un signo de pereza intelectual.

En busca de excusas para atacar a otra familia de la derecha

Entre las personas que se dicen liberales hay liberal-conservadores (como éste que escribe), liberal-progresistas, libertarios, etc. No existe ningún portavoz único del liberalismo, así que si te critica un liberal, eso no significa que todos los liberales estén contra ti ni piensen como esa persona. Lo mismo se puede decir sobre los patriotas o los conservadores. Por supuesto, también existe la posibilidad de que alguien sólo busque excusas para atacar a toda una familia de la derecha generalizando la actitud de algunos de sus miembros.

Por ejemplo, entre los antiliberales, bastará que un liberal cometa un pecado para que automáticamente todos los liberales se conviertan en pecadores. Lo mismo pasa con las personas de derechas que recelan de los conservadores o los patriotas. En este caso no estamos sólo ante una generalización, sino ante un prejuicio: la tendencia a juzgar a alguien sin conocerlo, dando por hecho que conocer a uno, a dos o a diez liberales ya te otorga la experiencia suficiente para poder calificarlos a todos. Es la misma posición ilógica de quien habla mal de todos los habitantes de un país tras conocer a sólo uno de ellos.

Confundir a amigos con enemigos: un gran favor para la izquierda

Si me animo a escribir esta reflexión es porque esas generalizaciones suelen servir, dentro de la derecha, para confundir a los amigos con los enemigos, generando hostilidades donde no hay ninguna razón lógica para que las haya. El riesgo que eso conlleva es el de acabar convirtiendo esas tres familias de la derecha en sectas, que no admiten otra forma de pensar dentro de la derecha que no sea la estrictamente suya.

Aceptar la diversidad que hay dentro de la derecha implica reconocer que cada familia tiene algo bueno que aportar, una actitud que da lugar a un entorno constructivo, en el que se valoran las coincidencias y en el que existe un margen notable para asumir los propios errores y aciertos. La actitud opuesta conduce a un entorno destructivo, que siempre pone el foco en las discordancias y que acaba reduciendo la capacidad para reconocer los posibles errores de cada uno y, por tanto, deja poco margen para la mejora. Esta última actitud es muy beneficiosa para la izquierda, porque contribuye a generar discordia y desunión en la derecha, reduciendo sus posibilidades de éxito.

Por si alguien lo entiende mejor, os dejo con este fragmento de "La vida de Brian" (1979), que es una parodia de la izquierda, pero que también es muy adecuado para ilustrar ciertas pugnas internas entre la derecha:

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Imagen: fotograma de 'La vida de Brian' (1979).

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Comentarios:

  1. wladimir

    es verdad..

    que viendo estas diferencias dentro de la derecha…este tipo de cosas es de lo que se sirven los Social Comunistas,Progresistas,la ultraizquierda global y ahora los seguidores y fanes del Socialismo del Siglo XXI y el Putinismo…

    todos estos grupos se aprovechan de esta diversidad interna de la Derecha y asi la van dividiendo..lo que al final resulta que algunos derechistas confundidos e intoxicados por la propaganda de los grupos antes mencionados se desvien del camino y entonces se pasen al bando contrario creyendo estar en lo correcto…

    como dirian por ahi..»Divide et Impera»..divide y venceras…

  2. Berto

    El problema es que el Partido Popular hace muchos años que no es derechas y la mayoría de sus votantes ni se han enterado…

  3. TRL

    Muy acertado su análisis, lo malo es cuando partidos que se titulan de derechas en realidad no lo son. No puede ser de derechas los partidos que son más que tolerantes con el aborto o los que apoyan la ideología de género con lo que supone de discriminación para el hombre. Es el caso del PP actual. Además su apoyo a la Agenda 2030 le pone contra la mayor parte de los valores que siempre defendiió la derecha clásica. Por todo esto el apoyo de VOX será efímero.

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