Vox, el separatismo, Rusia y The Washington Post: la pinza entre Putin y el progresismo

Elentir EN Vie 1·9·2023 · 17:58 4

Hoy se celebra el aniversario del inicio de la invasión germanosoviética de Polonia, que provocó el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

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Los efectos de apaciguar a los totalitarios

Han pasado 84 años desde el inicio de aquella invasión y lamentablemente hay muchos que no parecen haber aprendido nada sobre los efectos de intentar apaciguar a los totalitarios, como lo hicieron Francia y el Reino Unido con Hitler en 1938 al dejar Checoslovaquia en sus manos, proporcionando a Alemania un tiempo y unos recursos que fueron muy beneficiosos para sus planes de invasión posteriores.

El editorial de ayer de The Washington Post

Un ejemplo de ese olvido lo tenemos en el editorial publicado ayer por el periódico The Washington Post, titulado "La parálisis política de España podría complacer a Rusia". El título fue cambiado después por este otro: "España es rehén de una facción de extremistas regionales disidentes". La tesis del editorial parte de un punto de partida acertado: que la inestabilidad que genera el separatismo en España beneficia a Rusia, que ya ofreció ayuda a los secesionistas catalanes con su golpe separatista del 1 de octubre de 2017, como el diario estadounidense señaló en 2021.

Criticando a Vox porque «ondea banderas»

Sin embargo, el periódico progresista estadounidense se deja llevar por sus prejuicios ideológicos, por ejemplo al hablar sobre "el partido de extrema derecha español Vox (machista, que ondea banderas, ataca a los inmigrantes, niega el cambio climático y es hostil a los derechos LGBTQ+, el acceso al aborto e incluso las medidas gubernamentales contra la violencia de género)". Dejando a un lado esas típicas mentiras y etiquetas típicas de los medios de izquierda para demonizar a la derecha conservadora (como si los malos, por ejemplo, fuesen quienes defienden el derecho a la vida de los niños por nacer, y no la izquierda que llama "derecho" a matarlos), es realmente cómico que The Washington Post critique a Vox porque "ondea banderas", como si eso fuese algo malo. Algunos medios han perdido el sentido del ridículo.

¿Un gobierno de socialistas y comunistas es «liberal»?

El retrato absurdo que The Washington Post hace sobre España incluye hablar de "el gobernante partido liberal del primer ministro Pedro Sánchez". Un periódico de esa relevancia debería saber que el gobierno de España no está formado por un solo partido y que en él no hay liberales, con independencia de la acepción que le demos a esa palabra. El gobierno de España está en manos de una coalición entre los socialistas del PSOE (un partido cada vez más escorado hacia la izquierda radical) y los comunistas de Podemos e Izquierda Unida.

Lo que el diario no dice sobre el gobierno de Pedro Sánchez

Y ya que ese diario menciona el tema de Rusia, no estaría de más que recordase que Vox es el partido español más hostil a Putin, según indicó una ONG europea el año pasado, mientras que Podemos e Izquierda Unida son los partidos más prorrusos de España. De hecho, en 2014, y ante el apoyo de Podemos a los intereses de Rusia en relación a la anexión rusa de Ucrania, el diario progubernamental ruso Pravda calificó a Podemos de "partido prorruso".

De hecho, Podemos ha mostrado su rechazo a toda ayuda militar a Ucrania, asumiendo una retórica muy similar a la utilizada por los demás partidos prorrusos del resto de Europa. Y mientras ese partido de extrema izquierda adoptaba esa posición, el socialista Pedro Sánchez incrementaba la compra de gas ruso por España, ayudando así a Putin a financiar su guerra de agresión contra Ucrania.

La coincidencia de las agendas apoyadas por Putin y por Soros

¿Por qué The Washington Post no dice nada de esto? Esta pregunta debería contestarla ese periódico. En todo caso, no debemos olvidar que tanto Putin como George Soros -uno de los grandes patrocinadores de la izquierda política en Occidente- se han dedicado a apoyar agendas ideológicas muy parecidas en Occidente e incluso a los mismos políticos de izquierda que las promovían, entre ellos partidos de extrema izquierda como Podemos.

En otros países esa coincidencia ha llegado aún más lejos en España. En Alemania fue el gobierno del socialdemócrata Gerhard Schröder el que protagonizó un gran acercamiento a la Rusia de Putin, contribuyendo a desarrollar proyectos conjuntos como los gasoductos Nord Stream, que dejaban a la Europa Central a los pies del dictador ruso. Cuando Schröder abandonó su cargo, fue recompensado con un puesto directivo en una petroleta estatal rusa, Rosneft, directamente controlada por el gobierno ruso.

Las advertencias del gobierno conservador de Polonia sobre Rusia

Aunque The Washington Post no lo dice, el gobierno conservador de Polonia, en manos de un partido que es socio del partido español Vox, fue el que más alertó sobre las intenciones de Putin antes de la invasión rusa de Ucrania, pero la Unión Europea, controlada por políticos progresistas -la Comisión Europea está en manos de una coalición de socialistas y populares desde hace años- prefirió mirar hacia otro lado.

The Washington Post propone más cesiones ante el separatismo

The Washington Post no sólo oculta todo esto, intentando demonizar una vez más a los conservadores, sino que además el diario progresista pretende que España siga cediendo ante los separatistas. Esto es lo que dice el último párrafo de su editorial:

"Sánchez haría bien en intentar ofrecer incentivos a los nacionalistas catalanes, salvo otro referéndum (ilegal), para persuadirlos a unirse a un gobierno de coalición. Entre ellas se podrían incluir la condonación de parte de la considerable deuda que Cataluña tiene con el gobierno nacional, o medidas para implantar más plenamente el idioma catalán en los procedimientos gubernamentales. De no ser así, es probable que España se enfrente a elecciones... otra vez".

Así pues, para The Washington Post es preferible seguir apaciguando y alimentando el separatismo a base de concesiones que contribuyen a debilitar a España y que generan desigualdad entre los españoles, antes que convocar unas nuevas elecciones que puedan conllevar la salida de la izquierda del poder. Una vez más, asistimos a una pinza política entre Putin y el progresismo, una pinza que podrá ser voluntaria o no (eso sería bueno investigarlo), pero que tiene los mismos efectos: debilitar a una de las naciones más antiguas de Occidente y a una democracia que es miembro de la OTAN, para mayor gloria de Putin y de la izquierda. Algunos parecen no haber aprendido nada de la historia.

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Foto: Reuters. Vladimir Putin en un mitin en el Estadio Luzhniki el 23 de febrero de 2022, un día antes del inicio de la invasión rusa de Ucrania.