Artículo 116.5 CE, el motivo por el que a los socialistas les interesa que haya violencia

Elentir EN Mié 8·11·2023 · 6:59 5

La protesta contra la amnistía ayer en Madrid ha sido la mayor desde que se inició ese golpe del PSOE al Estado de Derecho en España.

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Duras críticas desde la propia Policía contra la carga ordenada por el gobierno en Ferraz

Una protesta pacífica reventada por un reducido grupo de alborotadores

Como ha ocurrido en otras ciudades de España, la amplia mayoria de los participantes en esa protesta tuvieron un comportamiento pacífico, el mismo que viene exhibiendo la derecha española en las manifestaciones que viene llevando a cabo desde hace años, algo que no se puede decir de muchas de las manifestaciones de la izquierda. Sin embargo, y como ya indiqué aquí, un reducido grupo de alborotadores apareció a última hora para provocar graves disturbios.

La Policía tuvo una actuación contenida y adecuada este martes

Esos disturbios se han saldado con 39 heridos, entre ellos 29 policías. Hay que decir que si la carga policial del lunes fue criticable (de hecho incluso ha sido criticada por sindicatos policiales), este martes la Policía actuó con contención y de forma adecuada, no utilizando gases -a pesar de que los incidentes fueron más graves que los del lunes, cuando sí los utilizó- y dirigiendo la acción de los agentes antidisturbios de la UIP contra los violentos. Ante todo, quiero manifestar mi más absoluto rechazo a esos alborotadores que atacaron a la Policía. Los violentos no representan a la amplia mayoría de demócratas que protestan en España contra ese ataque a su democracia.

Quiero expresar desde aquí toda mi solidaridad a los policías heridos y mis deseos de una pronta recuperación, y también mi agradecimiento a la Policía por el trabajo desarrollado ayer. No se me olvida que la Policía fue la primera línea de defensa de la democracia ante el golpe separatista de 2017 en Cataluña. Por su entrega en esa defensa, varios agentes resultaron gravemente heridos y vieron su carrera profesional truncada. Los españoles debemos gratitud y reconocimiento a la Policía Nacional. A pesar de que en sus filas, como en todas partes, haya personas que se comportan de forma indebida, como vimos el lunes, esas ovejas negras no pueden empañar el prestigio y los méritos de una institución a la que los españoles debemos tanto.

El gran favor que esos alborotadores le hacen al gobierno socialista

Hay que señalar que esos alborotadores de ayer, ya fuesen infiltrados o energúmenos de extrema derecha (la extrema derecha de verdad, formada por nazis y fascistas, y que no sé qué pinta en una protesta en defensa de la democracia), le hicieron un gran favor al gobierno socialista. En primer lugar, porque ahora sus medios afines están utilizando esa violencia de una minoría para desprestigiar una protesta que fue pacífica hasta que aparecieron esos energúmenos. Y en segundo lugar, porque esa violencia, en caso de continuar e ir a más, podría hacerle algo más que un favor propagandístico a la izquierda.

El tiempo corre en contra de Sánchez

Anoche, el periodista Javier Torrox indicó un dato que debería causar alarma. Por una parte, el Artículo 99.5 de la Constitución señala lo siguiente:

"Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso".

La fallida sesión de investidura de Feijóo tuvo lugar el 27 de septiembre, de modo que el plazo de dos meses para la investidura de Pedro Sánchez termina el 27 de noviembre. El PSOE tenía la previsión de que esta misma semana pudiese estar cerrado su pacto con los separatistas de Junts, pero la imputación del prófugo Carles Puigdemont por un delito de terrorismo ha complicado la cosa, ya que el Artículo 83.1 del Tratado Fundacional de la Unión Europea incluye el terrorismo como una de las materias que implican normas mínimas relativas a la definición de las infracciones penales en la Unión Europea.

Dicho sea de otro modo: el PSOE no puede amnistiar sin más a un imputado por terrorismo, porque entraría en conflicto con el Derecho europeo y el juez que lleva ese caso podría recurrir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Sánchez ya no sólo estaría ante un grave conflicto institucional en el ámbito de España, que ha quedado en evidencia con la declaración aprobada el lunes por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) rechazando la amnistía por ser "una grave vulneración de los derechos fundamentales". Amnistiar la imputación de Puigdemont por terrorismo implicaría un choque con Bruselas.

Sánchez podría usar la violencia como pretexto para el Artículo 116.5

Ahora mismo, el tiempo corre en contra de Sánchez. Se le agota el plazo para negociar con Puigdemont y recibir su apoyo a cambio de una amnistía, y al mismo tiempo, si hubiese unas nuevas elecciones, no tendría tiempo para lograr que muchos de sus votantes se olviden de esta infame cesión ante los separatistas. El gobierno necesita ganar tiempo. Pero ¿cómo hacerlo si la Constitución marca ese plazo?

La respuesta está en la segunda parte del mensaje de Javier Torrox, que señala lo que dice el Artículo 116 de la Constitución Española, concretamente en su punto 5:

"No podrá procederse a la disolución del Congreso mientras estén declarados algunos de los estados comprendidos en el presente artículo, quedando automáticamente convocadas las Cámaras si no estuvieren en período de sesiones. Su funcionamiento, así como el de los demás poderes constitucionales del Estado, no podrán interrumpirse durante la vigencia de estos estados".

El Artículo 116.5 daría a Sánchez lo que necesita desesperadamente: más tiempo

Los estados que señala el Artículo 116 son los estados de alarma, de excepción y de sitio. Los dos últimos necesitan la autorización del Congreso para su declaración, pero el estado de alarma puede ser aprobado por el gobierno por decreto. Tras su aprobación, el gobierno tendría 15 días de plazo para que el estado fuese prorrogado por el Congreso. Recordemos que el PSOE ya aprobó un estado de alarma en 2010 contra una huelga de controladores, de modo que tendría muchos menos reparos en aprobar uno con la excusa de combatir un estallido de violencia callejera, aunque no lo hiciese con un estallido mucho mayor como el que ocurrió en Cataluña en 2019.

A los socialistas les interesa que haya violencia, y cuanta más mejor

Así pues, en el momento actual, a los socialistas les interesa que haya violencia, y cuanta más mejor, porque cuanto más graves sean los incidentes, más fácil les resultaría utilizarlos como excusa para aprobar un estado de alarma y ganar tiempo. En este escenario, esa minoría de alborotadores que apareció ayer repentinamente para organizar disturbios jugaría un importante papel para dar esa excusa al gobierno. Tanto si los alborotadores son infiltrados de los servicios del Estado, como afirman algunos, o energúmenos de la extrema derecha (o incluso energúmenos manipulados desde ciertos órganos del Estado: en España ya hemos visto cosas mucho más rocambolescas), actúan como los tontos útiles de la izquierda.

Al margen de la gravedad del momento actual que vivimos en España, no parece casualidad que hasta ahora todas las manifestaciones de la derecha hayan sido pacíficas y de repente aparezcan esos energúmenos a sembrar las calles de violencia, justo cuando más beneficia y cuando más la necesitan los socialistas. En todo caso, los demócratas que se están manifestando en defensa del Estado de Derecho de forma pacífica deben aislarles, porque no nos representan y también para impedir que esos alborotadores tengan éxito.

Los abucheos a fascistas y neonazis en la protesta de ayer

Hay que decir que ayer varios fascistas y neonazis que aparecieron en las protestas de Madrid se llevaron una buena dosis de abucheos del resto de manifestantes, lo cual honra a la mayoría de los que asistieron a esa protesta. No son de los nuestros. No queremos nada con unos antidemócratas que tienen más en común con los socialistas que con los liberales y los conservadores. Es también algo muy diferente a lo que hemos visto en las manifestaciones de la izquierda: los socialistas nunca han tenido reparos en compartir manifestación con toda clase de totalitarios, incluso cuando exhiben abiertamente su parafernalia comunista. Ésa es otra de las grandes diferencias entre la derecha democrática y la izquierda española.

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Foto: Europa Press.