Los injustos mensajes que el Papa Francisco lanza a dos países agredidos por terroristas

Elentir EN Dom 10·3·2024 · 7:03 12

Una de las señas de identidad de Contando Estrelas es la religión católica y la defensa de su doctrina, incluso en lo relativo a las guerras.

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La doctrina católica sobre la guerra justa

Desde hace tiempo, como católico, me encuentro con una contradicción. Por un lado, el Catecismo de la Iglesia Católica, el texto en el que se encuentra resumida la doctrina de la Iglesia, afirma que todo país agredido tiene "el derecho a la legítima defensa" (2308). También señala que esa defensa debe reunir unas "condiciones estrictas" (2309) para tener legitimidad moral, entre las que señala la siguiente: "Que se reúnan las condiciones serias de éxito". Es decir, que un país no puede empujar a sus hijos a un suicidio colectivo para detener una invasión.

Francisco contradice esa doctrina: «Las guerras son siempre injustas»

Esta doctrina católica existe desde hace siglos y es muy razonable. Sin embargo, hace un año, hablando sobre Ucrania, el Papa Francisco afirmó: "Las guerras son siempre injustas". Esto lo dijo durante una videollamada en la que habló con el Patriarca Kirill I de Moscú, que ha apoyado abiertamente la invasión rusa de Ucrania, que es un ejemplo clarísimo de guerra injusta. El mensaje de Francisco equivalía a decirle al pueblo ucraniano que no tiene derecho a defenderse, ya que en este caso es Ucrania la que libra una guerra justa contra Rusia, un país que ha perpetrado una invasión no provocada y que viola el Derecho Internacional, además de poner en peligro la paz en Europa.

El derecho de Israel a defenderse de un ataque terrorista de Hamás

Ucrania no es el único país que ha sufrido una agresión recientemente. El 7 de octubre de 2023, Israel se vio atacada por la organización terrorista Hamás, que gobierna desde 2006 en la franja de Gaza y que viene dirigiendo desde entonces ataques periódicos contra Israel mediante el lanzamiento de cohetes contra áreas residenciales de ese país. Ese ataque del 7 de octubre ha sido la mayor masacre sufrida por el pueblo judío desde el Holocausto, con más de 1.500 personas asesinadas (la mayoría de ellas civiles desarmados, incluidos niños y bebés) y más de 250 personas secuestradas por los terroristas.

Al igual que Ucrania, el pueblo de Israel está ejerciendo su derecho a defenderse, en una guerra justa que tiene como fin poner fin a la amenaza que Hamás viene suponiendo para la paz en Oriente Medio desde hace 19 años y en una lucha por liberar a los ciudadanos secuestrados por los terroristas.

La afirmación falsa de Francisco sobre las guerras: «todas terminan con un acuerdo»

Este sábado se ha conocido el contenido de una entrevista concedida por el Papa Francisco a un medio suizo. El servicio oficial de noticias del Vaticano ha publicado una transcripción de las palabras del Papa. En ella, Francisco afirma lo siguiente:

"Miremos la historia, las guerras que hemos vivido, todas terminan con un acuerdo".

Esto es una falsedad. Y me duele tener que decirlo con tanta claridad tratándose del Papa, pero más me duele ver al Papa lanzando una falsedad con tanto aplomo. Hay abundantes ejemplos para desmentir la afirmación de Francisco. Ateniéndonos a sus palabras, él sólo vivió una guerra, la Guerra de las Malvinas, y terminó con la derrota de su país. La Segunda Guerra Mundial no terminó con ningún acuerdo, sino con la derrota de la Alemania nazi y de Japón. De hecho, habría sido inmoral aceptar acuerdos con esas dos potencias que cometieron crímenes de genocidio.

Francisco cree que Israel debe negociar con los terroristas de Hamás

Por otra parte, Francisco también afirma:

"Envié una carta a los judíos de Israel para reflexionar sobre esta situación. La negociación nunca es una rendición. Es la valentía de no llevar al país al suicidio".

Así pues, Francisco considera que la guerra de Israel contra Hamás no es justa porque supone "llevar al país al suicidio", en referencia a Israel. Sin embargo, y como hemos visto más arriba, la doctrina católica requiere que la legítima defensa tenga posibilidades de éxito, e Israel las tiene, a menos que alguien piense que un grupo terrorista como Hamás tiene opciones de derrotar a un país como Israel. El avance israelí en Gaza está dejando claro que Hamás tiene los días contados.

Francisco llama 'irresponsables' por igual a agresor y agredido

Volviendo a la entrevista, Francisco se refiere a la guerra entre Israel y Hamás con estas palabras:

"Todos los días a las siete de la tarde llamo a la parroquia de Gaza. Allí viven seiscientas personas y cuentan lo que ven: es una guerra. Y la guerra la hacen dos, no uno. Los irresponsables son estos dos que hacen la guerra. Luego no sólo hay guerra militar, sino que está la "guerra de guerrillas", por así decirlo, de Hamás, por ejemplo, un movimiento que no es un ejército. Es algo malo".

Desconozco qué ha querido decir el Papa al afirmar que Hamás es "un movimiento que no es un ejército". En cualquier caso, Hamás es un movimiento terrorista y debe ser tratado como todos los movimientos terroristas: haciendo lo posible para descabezarlo e impedir que continúe cometiendo crímenes. En cuanto a la guerra, Francisco llama igualmente "irresponsables" al país agredido y al grupo terrorista agresor, como si ambos fuesen culpables de que hubiese una guerra.

Hamás es el único culpable de la guerra en Oriente Medio

La afirmación de Francisco es radicalmente injusta: esta guerra tiene un solo culpable, Hamás, por lanzar un ataque criminal contra Israel en el que los agresores han cometido crímenes de lesa humanidad como asesinatos, torturas, violaciones y secuestros. Francisco no sólo contradice la doctrina católica sobre la guerra justa, sino que equipara a agresor y agredido, algo moralmente infame, y esto lo digo aquí de igual forma que lo he dicho cuando han sido otros los que han hecho esa equiparación, con la diferencia de que Francisco es el líder espiritual de millones de católicos y es especialmente irresponsable e inmoral que lance mensajes como ése.

Francisco cree que Ucrania está derrotada y debe «izar la bandera blanca»

En cuanto a Ucrania, nos encontramos con lo mismo en las declaraciones de Francisco publicadas ayer. Francisco afirma que "creo que son más fuertes quienes ven la situación, quienes piensan en el pueblo, quienes tienen el coraje de izar la bandera blanca y negociar. Y hoy se puede negociar con la ayuda de las potencias internacionales. La palabra negociar es una palabra valiente". ¿Sugiere Francisco que lo valiente habría sido negociar con Hitler, por ejemplo? ¿Habría propuesto a polacos, británicos y franceses ceder ante los nazis y hacer las paces con ellos? ¿Cuántos millones más de personas habrían sido asesinadas por el nazismo si los aliados hubiesen renunciado a derrotarlo? Francisco continúa con estas palabras sobre Ucrania:

"Cuando ves que estás derrotado, que las cosas no van bien, necesitas tener el coraje de negociar. Te da vergüenza, pero ¿con cuántas muertes terminará? Negociar a tiempo, buscar algún país que actúe como mediador. Hoy, por ejemplo, en la guerra de Ucrania, hay muchos que quieren actuar como mediadores. Turquía se ofreció a ello. Y otros. No tengan vergüenza de negociar antes de que las cosas empeoren".

La distorsionada visión de Francisco sobre ambas guerras

Así pues, Francisco pide a Ucrania que negocie porque la considera derrotada. Sin embargo, Rusia está muy lejos de conseguir los objetivos que se marcó con esta guerra. Los rusos apenas consiguen avances y lo poco que consigue es a costa de grandes pérdidas, como ha ocurrido en Avdiivka. La propaganda rusa viene afirmando que Ucrania está al borde de la derrota desde el comienzo de esta guerra, pero la realidad es muy distinta. El pueblo ucraniano no sólo ha sabido resistir heroicamente a la invasión, sino que ha puesto en retirada a los invasores en muchos frentes. Recordemos que los rusos llegaron a estar a las puertas de Kiev, pero fueron rechazados.

A día de hoy, si la ayuda internacional no deja de fluir, Ucrania tiene grandes posibilidades de ganar la guerra. Que Francisco no lo vea posible es algo respetable, aunque sea discutible, pero me parece destacable el hecho de que el Papa también considera que Israel está cometiendo un "suicidio" en su guerra contra Hamás, como si no tuviese posibilidades de derrotar a esa banda terrorista. Esa afirmación sobre Israel debe animarnos a plantear si la visión que tiene Francisco sobre la guerra en Ucrania está tan distorsionada como la que tiene sobre la guerra entre Israel y Hamás.

La inmoralidad de equiparar al agresor y al agredido

Desconozco qué fuentes sigue el Papa sobre ambas guerras, pero desde luego hay algo que me ha llamado la atención en su entrevista: Francisco no dice quién ha sido el agresor en ninguna de las dos guerras. Si el Papa respetase la doctrina católica sobre la guerra justa, a la hora de valorar la legitimidad de una guerra debería tener en cuenta si el país en cuestión es el agresor o el agredido. Pero ni siquiera considera esto.

Un mensaje diáfano desde el punto de vista moral cristiana, al hablar sobre una guerra, es condenar al agresor y defender al agredido. Francisco no distingue ambas categorías en su entrevista. De hecho, la guerra en Ucrania podría acabar hoy mismo si Rusia se retirase, que es lo que cabe exigir al país invasor desde el punto de vista de la moral cristiana, pero Francisco no ha pedido la retirada de Rusia ni una sola vez desde el inicio de la invasión. Ahora no sólo no pide esa retirada, sino que además pretende que los invadidos alcen la bandera blanca.

En cuanto a Israel, en la entrevista Francisco no menciona ni una sola vez a los secuestrados por Hamás. Recordemos que esa guerra empezó con el ataque de Hamás a Israel y con el secuestro de ciudadanos israelíes por parte de Hamás. Lo que el Papa debe hacer es pedir a los terroristas que liberen a los rehenes, y dejar de equiparar a un país democrático como el Estado de Israel con una banda terrorista como Hamás. Es una equiparación injusta e infame.

Para terminar, al negar la doctrina católica sobre la guerra justa, lo que hace Francisco es lanzar un mensaje inmoral a dos países atacados por terroristas: el mensaje de que no tienen derecho a defenderse, el mensaje de que deben negociar su futuro con unos criminales que torturan, secuestran y asesinan a civiles de forma indiscriminada, el mensaje inmoral de equiprar al agresor y al agredido.

Los graves efectos de negar la doctrina católica sobre la guerra justa

Pedir a Ucrania que negocie, es decir, que ceda ante Rusia, no es pensar en el pueblo, sino todo lo contrario: es someter a parte del pueblo ucraniano al riesgo de verse sometido a unos invasores que han cometido masacres tan horrendas como las de Bucha e Izyum.

Pedir a Israel que negocie con los terroristas de Hamás es tan aberrante como lo habría sido pedirles a los aliados en 1940 que negocien con los nazis, un criminal que mostraba el mismo interés que Hamás por masacrar al pueblo judío y borralo de la faz de la Tierra.

Borrar de un plumazo la doctrina católica sobre la guerra justa expone a los pueblos a ser agredidos, al equiparar moralmente a los invasores y a quienes ejercen su derecho a la legítima defensa, y a que los agresores puedan beneficiarse de sus ataques, bajo la errónea premisa de que la paz debe ser alcanzada a cualquier precio, incluso al precio de que el agresor quede impune y hasta saque tajada de su agresión.

Equiparar a invasor e invadido es injusto lo diga quien lo diga, pero además es extremadamente alarmante que lo diga un Papa, saltándose la propia doctrina de la Iglesia Católica y cometiendo una injusticia que cabía esperar de cualquiera menos del líder espiritual de millones de católicos, muchos de los cuales nos sentimos perplejos viendo las cosas que este Papa está haciendo y diciendo.

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Foto: Vaticannews.va.