Miembro de la resistencia polaca, fue ejecutada en 1942, a los 22 años de edad

Irena Bobowska, una joven católica polaca en silla de ruedas que desafió a los nazis

Polonia es un país admirable cuya historia está llena de unos ejemplos increíbles de heroísmo, entre ellos el de la joven Irena Bobowska.

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Desde su infancia en silla de ruedas

Irena, conocida como Nenia por su familia y sus amigos, nació el 3 de septiembre de 1920 en Poznań. Su familia era católica y muy patriota. Irena era la segunda de cinco hermanos. Tenía un hermano, Stanisław (nacido en 1924) y tres hermanas: Urszula (1919), Teodora (1922), y Helena (1926). Su madre era Zofia Kraszewska y su padre era Teodor Bobowski, oficial del Ejército Polaco, un veterano de la Primera Guerra Mundial y de la Guerra Polaco-Soviética que fue asesinado por los soviéticos en la masacre de Katyn en 1940. Siendo muy pequeña Irena contrajo una poliomielitis, que provocó que tuviese que utilizar una silla de ruedas durante el resto de su vida.

Irena (la segunda empezando por la izquierda) junto a su madre y sus hermanos (Foto: dziewuchyberlin.org).

Su alistamiento en la resistencia polaca y la revista 'Pobudka'

Ya siendo una niña, Irena demostró un gran talento para el dibujo y la poesía. A pesar de su discapacitad, se alistó en las exploradoras. Irena cumplió 19 años dos días después del inicio de la invasión alemana de Polonia. En noviembre de 1939 se unió a la resistencia polaca, formando parte de la Poznańska Organizacja Zbrojna (Organización Armada de Poznań). Entre 1939 y 1940 dirigió la revista clandestina "Pobudka", de unas pocas páginas y que llegó a imprimir hasta 300 ejemplares de carácter semanal, pero de la que lamentablemente hoy no se conserva ningún ejemplar. En ella, Irena dedicó su talento literario a contrarrestar la propaganda alemana y a ofrecer información militar y cultural a los polacos de Poznań.

Irena, con su uniforme de exploradora, en un reclinatorio de una iglesia a comienzos de la década de 1930 (Foto: Gedenkstätte Deutscher Widerstand).

Su detención y las torturas a las que fue sometida

Irena fue detenida por los alemanes el 20 de junio de 1940. Su hermana menor Helena vio como la arrestaban y fue a contárselo a su familia. Irena fue llevada al Fuerte VII, después a la prisión de Wronki y más tarde a la prísión de Moabit, en Berlín. Los alemanes la sometieron a toda clase de torturas físicas y mentales, golpeándola, quitándole su silla de ruedas y obligándola a arrastrarse por el suelo de su celda para poder desplazarse.

Unos bellos poemas que llegaron hasta Auschwitz

A pesar de las penalidades que sufrió, desde la prisión Irena siguió escribiendo poemas, y algunos de ellos logró hacerlos llegar de forma clandestina al exterior, llegando algunos de ellos hasta las prisioneras polacas de Auschwitz, donde esos escritos sirvieron de ayuda para soportar los horrores de aquel campo de exterminio. El 23 de abril de 1941, en el tren que la trasladaba a Berlín, escrió este poema titulado "Modlitwa" (Oración):

Za wszystkie dobre z Bożej ręki wzięte
Za skarby wiary, za pociechy święte
Za trudy, prace i trudów owoce
Chwile szczęścia i długie niemoce
Za spokój, walkę
Za chwile szczęścia i dni żałoby.

Por todas las cosas buenas tomadas de la mano de Dios
Por los tesoros de la fe, por los santos consuelos.
Por las penurias, las obras y los frutos de las penurias.
Momentos de felicidad y largas dificultades.
Por la paz y la lucha
Para momentos de felicidad y días de luto.

Su poema más famoso es "Bo ja się uczę" (Porque estoy aprendiendo), que dejó en su celda de la prisión y en el que expresaba cómo soportaba las torturas a las que estaba siendo sometida:

... Bo ja się uczę największej sztuki życia:
Uśmiechać się zawsze i wszędzie
I bez rozpaczy znosić bóle,
I nie żałować tego co przeszło,
I nie bać się tego co będzie!

Poznałam smak głodu
I bezsennych nocy (to było dawno)
I wiem jak kłuje zimno,
Gdy w kłębek chciałbyś skulony,
Uchronić się od chłodu.
I wiem co znaczy lać łzy niemocy
W niejeden dzień jasny,
Niejedną noc ciemną.

I nauczyłam się popędzać myślami
Czas, co bezlitośnie lubi się dłużyć
I wiem jak ciężko trzeba walczyć z sobą,
Aby nie upaść i nie dać się znużyć
Nie kończącą zda się drogą...

I dalej uczę się największej sztuki życia:
Uśmiechać się zawsze i wszędzie
I bez rozpaczy znosić bóle,
I nie żałować tego co przeszło,
I nie bać się tego co będzie!

Ésta es su traducción al español:

... Porque estoy aprendiendo el mayor arte de la vida:
Sonreír siempre y en todas partes
y soportar el dolor sin desesperar,
y no arrepentirme de lo que ha sucedido,
¡y no tener miedo de lo que sucederá!

Conocí el sabor del hambre
y de las noches de insomnio (fue hace mucho tiempo)
Y sé cómo pica el frío
cuando quieres hacerte un ovillo
para protegerte del frío.
Y sé lo que significa derramar lágrimas de impotencia
en muchos días luminosos,
en muchas noches oscuras.

Y aprendí a apresurar mis pensamientos,
el tiempo, al que le gusta extenderse sin piedad.
Y sé lo difícil que es luchar contigo mismo,
para no caer y cansarse,
parece un camino sin fin...

Y sigo aprendiendo el mayor arte de la vida:
Sonríe siempre y en todas partes
y soportar el dolor sin desesperar,
y no te arrepientas de lo que pasó,
¡y no tengas miedo de lo que sucederá!

Irena en su silla de ruedas en una foto tomada en Poznań en 1938 (Foto: Gedenkstätte Deutscher Widerstand).

Su valiente y desafiante declaración ante el tribunal que la condenó a muerte

El 12 de agosto de 1942, Irena fue llevada ante un tribunal militar en Berlín. Se le permitió hablar en su defensa, pero en lugar de rechazar las acusaciones que se presentaban contra ella, relató durante media hora los abusos cometidos por los alemanes contra los polacos, desde la época de las particiones de Polonia en el siglo XVIII hasta la ocupación del país por la Alemania nazi. Finalmente, terminó su intervención diciendo estas palabras al tribunal: "Dziś wy mnie sądzicie, ale was będzie sądził ktoś wyższy" (Hoy me juzgas, pero alguien superior te juzgará).

La última foto que existe de Irena Bobowska, tomada en 1939 (Foto: Wielkopolski Urząd Wojewódzki w Poznaniu).

Sus palabras en la última carta a su madre

Irena fue condenada a ser ejecutada en una guillotina. Unas horas antes de su ejecución, Irena escribió una carta a su madre. No se la permitieron escribir en polaco, por lo que tuvo que escribirla en alemán: "¡Mi querida madre! Hoy, o más bien mañana temprano por la mañana... iré a la muerte", empezaban sus líneas.

En su carta, Irena dijo que había tenido mucha suerte en su vida: "todas las personas fueron buenas conmigo y recibí mucho más de lo que podía dar. Creo que todo el mal del mundo y todas las guerras se deben a que la gente aún no ha aprendido a entenderse. Puedo morir en paz, porque sé que ese momento llegará, aunque no lo vea. Además puedo morir con orgullo porque conservé mi honor y mi fe hasta el final".

Un dibujo hecho por Irena mostrando su celda en la prisión de Moabit, en Berlín (Imagen: kulturaupodstaw.pl).

Finalmente, añadía: "El sacerdote ya estuvo en mi celda y vendrá nuevamente con la Sagrada Comunión. Estoy de buen humor y espero que mi coraje me acompañe hasta el final. No tendrás por qué avergonzarte de mí". Su carta es un testimonio del carácter animoso de Irena, de su valentía y de sus sólidos principios: "No importa lo que logramos, sino cómo luchamos", afirmaba. Éstas fueron sus últimas palabras a su madre: "Quédate con Dios; yo voy a Él y creo que Él me aceptará".

Autorretrato hecho por Irena en prisión unas semanas antes de ser ejecutada (Imagen: Wielkopolski Urząd Wojewódzki w Poznaniu).

Su último intento de salvar a sus compañeros y su ejecución

Irena fue asesinada el 4:36 de la madrugada del 26 de septiembre de 1942 en la prisión de Plötzensee de Berlín. Tenía 22 años. Antes de su ejecución escribió una carta al tribunal pidiendo clemencia para sus compañeros de redacción de la revista "Pobudka" que fueron detenidos con ella, asumiendo Irena toda la responsabilidad por la publicación de la revista clandestina. El tribunal no accedió a ello y ese mismo día fueron ejecutados Stanisław Michalski y Radziwój Zakrzewski, miembros del equipo de "Pobudka". Los poemas y dibujos de Irena sobrevivieron gracias a que fueron conservados por su madre, que falleció en 1987.

Panel informativo en la plaza de Irena Bobowska en Poznań (Foto: MOs810).

En 2012, la ciudad Poznań dedicó una plaza a Irena Bobowska, en la esquina de las calles Przybyszewskiego y Dąbrowskiego. Allí, un panel informativo recuerda su historia. Hoy en día, varios grupos femeninos polacos de exploradoras tienen a Irena Bobowska como patrona. Espero que este artículo sirva para llevar el nombre de Irena Bobowska y su testimonio a mucha gente de habla hispana.

Cześć jej pamięci!
¡Honor a su memoria!

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Bibliografía:

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Comentarios:

  1. wladimir

    Irena Bobowska…

    es toda una valiente…se enfrento a sus enemigos con coraje y se mantuvo firme hasta el final…

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