Este último año, y con ocasión de la boda de unos amigos, he tenido ocasión de visitar un par de veces el pueblo orensano de Leiro, un sitio bonito y tranquilo, regado por las aguas del río Avia y que, como suele ocurrir en la Galicia interior, sufre en extremo los rigores del calor en verano y del frío en invierno. En esa boda me atreví a dar un paseo nocturno por los jardines del monasterio de San Clodio, donde se celebró la ceremonia y el banquete. Mis pasos me llevaron hasta una puerta del recinto del monasterio que da al exterior, tras las cuales -y pasando un regato- te topas con las ruinas de una casa abandonada. No sabía yo entonces que aquel escenario tenebroso, ideal para un relato de misterio, poseía uno bastante curioso: la leyenda de la Sociedad del Hueso.
El 10 de octubre de 2006 ya os hablé aquí de la Compaña (cuyo nombre es así, a secas, pues de santa no tiene nada). Si menciono ahora a la Compaña es porque esta tradición gallega es muy adecuada para comprender lo que pudo haber sido la Sociedad del Hueso (siempre según las leyendas de Leiro), pues en este caso nos encontramos, por así decirlo, con una Compaña de vivos.
Los miembros de la Sociedad del Hueso -o Sociedade do Óso, en gallego- sería personas vivas que integraban una sociedad secreta a la que se atribuía facultades fuera de lo normal. Una de ellas, muy relacionada con esta noche, era la de predecir con total seguridad el momento en el que iba a morir una persona. Las leyendas de la zona, de hecho, sugieren que los miembros de esa extraña sociedad secreta sabían cuando se podía prescindir de un médico porque sus servicios ya no iban a impedir lo inevitable.
Otra característica de estos personajes era el poder de abandonar sus cuerpos, como fantasmas o más bien sombras casi invisibles, con la capacidad de atravesar paredes y toda clase de objetos materiales. La leyenda indicaba que, ante la muerte próxima de uno de los integrantes del grupo, los demás acudían a su casa con un sacerdote perteneciente a la sociedad. Se formaba entonces un entierro silencioso y cuya marcha guardaría un gran parecido con la Compaña. El fallecido permanecía de forma aparente en su lecho de muerte, pero según la leyenda, la Sociedad se llevaba sus huesos en un entierro nocturno, para quemarlos.
Nemesio Barja relató en 1921 lo ocurrido en la pequeña iglesia de Berán, en Leiro, según la tradición. Una mujer llegó a esa iglesia poco antes del amanecer y se la encontró repleta de gente que celebraba un entierro. Como estaba oscuro, uno de los presentes le dio una larga vela encendida que la señora sostuvo durante toda la ceremonia. Una vez terminado el entierro, la mujer dejó la vela en el cesto que llevaba consigo. Al salir el Sol, observó que aquello que había dejado en su cesto no era una vela, sino un hueso humano. Sin saberlo, esta mujer había asistido al entierro de un miembro de la Sociedad del Hueso.
Feliz Día de Todos los Santos.
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Comentarios:
Adosinda
Menos mal que ya ha amanecido, si no me das la noche 🙂
8:58 | 1/11/09
Jandro
¡Está divertido! Me parece que me va a costar volver a coger una vela.
11:35 | 1/11/09
Alawen
Mi madre nos contaba cuentos de aparecidos en la noche de Todos los Santos, antes de que en España hubiésemos oído siquiera lo de Halloween.
Me has recordado esas horas que pasaba cubierta por las sábanas, en mi cama, después de oir sus historias.
Gracias
13:10 | 1/11/09
Elentir
Hay que decir que esta leyenda es de las más suavecitas de Galicia. La Compaña era mucho peor que la Sociedad del Hueso. Y os aseguro que alguna vez me ha pillado la noche en un bosque haciendo fotos, y las leyendas de la Compaña mezcladas con la imaginación juegan malas pasadas… 😉
14:04 | 1/11/09
Carmen
Soy todo ojos. Cuenten, cuéntenme.
15:27 | 1/11/09
Gonlor
Tu publico, al que todo le debes, exige, súplica, que publiques más leyendas gallegas. 🙂
Menos mal que la he leído un día después de acudir al cementerio.
22:05 | 2/11/09
Elentir
Me encantaría publicar más leyendas gallegas, pero me gusta trabajármelas un poco… Para encontrar datos sobre ésta he consultado varios libros, pues tengo unos cuantos volúmenes sobre mitos y leyendas de Galicia.
22:31 | 2/11/09
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