El Kremlin está activando todas sus terminales, también las políticas, para presionar a Europa. Sólo así se explican ciertas coincidencias.
Un momento muy difícil para Rusia en el ámbito económico
Aunque su propaganda intente vender la idea de que las sanciones rusas están afectando principalmente a los países de la Unión Europea, la realidad es muy distinta. El propio gobierno ruso reconoció ayer que este año Rusia puede registrar una contracción del 2,9% en su economía para este año. Hay que tener en cuenta que el Kremlin rara vez dice la verdad. Hace unas semanas el Banco Central ruso elevó esa contracción hasta un 6%, y a finales de agosto expertos y académicos, usando datos del FMI y del Banco Mundial, calcularon que el PIB ruso puede llegar a caer un 9,5% en 2022, más de tres veces lo que reconoce el Kremlin. Además, Rusia puede caer una caída anual de ingresos de un 40% entre 2022 y 2023: unos 140.000 millones de dólares menos.
El tiempo corre en contra de Rusia en su invasión de Ucrania
Además de la situación económica, Putin ha fracasado en su invasión de Ucrania, que está provocando unas enormes pérdidas a las fuerzas armadas rusas. Cuanto más tiempo pasa, más se aleja la posibilidad de que Rusia consiga sus objetivos en Ucrania y se hace más probable que las fuerzas ucranianas recuperen el terreno perdido, como ya están haciendo en la región de Jersón. El tiempo juega en contra de Putin y ahora vamos a ver los efectos de sus prisas, a través de aquellos que defienden los intereses de Rusia en Occidente.
Rusia moviliza a sus terminales políticas: el caso de la República Checa
Mucha gente parece ignorarlo, pero el Kremlin dedica considerables recursos a la propaganda en el exterior, en un intento de influir en la sociedad occidental a fin de favorecer sus intereses. A la vista de la desesperada situación de Rusia y de los últimos acontecimientos, parece que Putin ha empezado a mover sus peones para presionar a Occidente y paliar el daño que las sanciones están haciendo a la economía rusa. Un ejemplo de esos movimientos ha ocurrido recientemente en la República Checa, exhibiendo una paradoja: la alianza de partidos prorrusos de derecha y de extrema izquierda para favorecer los intereses de Rusia.
El pasado sábado, el partido Libertad y Democracia Directa (SPD) convocó una protesta en Praga en el que se pidió la dimisión del gobierno encabezado por Petr Fiala, se exigió la adopción de una política de neutralidad ante la invasión rusa de Ucrania y el cese del envío de armas a este país, se pidió el cese de las sanciones a Rusia y se criticó la acogida de refugiados ucranianos. La protesta logró reunir a unas 70.000 personas y fue difundida activamente por los propagandistas prorrusos en las redes sociales.
La derecha prorrusa del SPD, los aliados checos de Le Pen
Las reivindicaciones de esa manifestación parecían escritas por la embajada rusa, lo cual no es ninguna sorpresa. El SPD es un partido de derechas y el socio checo del grupo Identidad y Democracia, que agrupa a partidos de derechas de distintos países de europa, entre ellas la Rassemblement National de Marine Le Pen, los alemanes de AfD, el austriaco FPÖ y los italianos de la Lega. Lo ocurrido en Praga no es un caso aislado. Hace un mes Le Pen ya criticó las sanciones a Rusia, afirmando que "sólo sirven a hacer sufrir a los ciudadanos de Europa": la misma consigna que difunden los medios de propaganda del Kremlin.
Nuevamente no estamos ante ninguna sorpresa. En diciembre de 2021 ya señalé la afinidad del Identidad y Democracia a Rusia como uno de los principales escollos que lo separan de los conservadores del ECR. De hecho, Identidad y Democracia es uno de los dos grupos más prorrusos del Parlamento Europeo. El otro es The Left, que agrupa a partidos comunistas y a otras formaciones de extrema izquierda. Entre los socios de The Left están los partidos más prorrusos de España (Izquierda Unida y Podemos) y también el Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSČM), heredero del partido único de la dictadura comunista.
Los comunistas prorrusos del KSČM también se sumaron a la manifestación
Casualmente, el KSČM se sumó a la manifestación del SPD el pasado sábado. El propio Partido Comunista ha publicado un vídeo en su web oficial mostrando su participación en la marcha, en la que los miembros del KSČM lucían camisetas rojas con el lema "Volim komunisty" (Yo voto por los comunistas):
El diario Seznam Zprávy comentaba el sábado que el eurodiputado del SPD Hynek Blaško y el comunista Josef Skála, candidato presidencial del KSČM, pronunciaron discursos desde la tribuna de la manifestación. El diario Novinky.cz también ha señalado la presencia en la tribuna de Žarko Jovanovič, uno de los activistas prorrusos más influyentes de la República Checa, vinculado con el SPD y con la televisión estatal rusa VGTRK.
Esta paradójica unión entre un partido de derechas y un partido comunista tampoco ha sido ninguna sorpresa en la República Checa. En enero de 2020, el SPD y el KSČM apoyaron la anexión rusa de Crimea. Igual que sus socios europeos, ambos partidos actúan de hecho como las terminales checas del Kremlin.
El primer ministro checo es un conservador del ECR
Lo curioso de este caso es que al primer ministro checo Petr Fiala, cuya dimisión pidieron el SPD y el KSČM, es miembro del Partido Democrático Cívico, el socio checo el ECR, el grupo del Parlamento Europeo que agrupa a partidos conservadores y atlantistas como Vox (España), Fratelli d'Italia y Prawo i Sprawiedliwość (PiS), el partido que gobierna en Polonia. Se da la circunstancia de que en el ECR están los partidos del Parlamento Europeo más contrarios a Rusia. Los miembros del ECR han condenado abiertamente la invasión rusa de Ucrania, han mostrado su apoyo a los invadidos y han apoyado activamente las ayudas militares a los ucranianos.
La solución de Vox para resolver el problema de la energía sin someternos a Putin
Lo ocurrido en la República Checa muestra hasta qué punto los peones del Kremlin están rompiendo los puentes entre la derecha europea. Es lógico que muchos ciudadanos se sientan agobiados por la subida de los precios de la luz y del gas, en gran medida a causa de la invasión rusa, pero la solución es pedir rebajas fiscales y el fin de las trabas puestas por la izquierda a la extracción de gas y a la energía nuclear, que es lo que ha planteado Vox en España. Estas medidas no sólo permitirían abaratar los precios de la luz, sino que además reducirían la dependencia europea del gas ruso.
Los peones de Putin quieren que sigamos siendo dependientes de Rusia
Por el contrario, los peones europeos de Putin parecen empeñados en favorecer los intereses de Rusia por encima de los intereses de sus propios países, condenando a éstos a ser dependientes del gas ruso, lo que significa ser también rehenes de los caprichos y de los chantajes del régimen de Putin. De hecho, el gobierno polaco llevaba años avisando del riesgo que corría Europa de ser chantajeada por Putin con proyectos como el Nord Stream 2, el gasoducto con el que Rusia pretendía enviar gas a Alemania a través del Mar Báltico.
Lo ocurrido en la República Checa no será el último episodio de esa curiosa confluencia entre la derecha y la extrema izquierda prorrusas. Moscú echará mano de todos sus terminales políticos, mediáticos y digitales para presionar a Europa y someterla a sus caprichos, que es la situación que Putin viene buscando desde hace años. Lo que pretenden los propagandistas occidentales de Rusia es que hagamos borrón y cuenta nueva con el Kremlin, como si la invasión de Ucrania no hubiese ocurrido, como si los crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos por los rusos no importasen. Ucrania ha resistido heroicamente las bombas y los misiles rusos. A los ciudadanos de la UE nos toca ahora resistir el chantaje de Putin. Nos estamos jugando nuestra libertad frente a un tirano que quiere someternos a su voluntad.
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Foto principal: KSČM.
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Comentarios:
Teros
Sin duda con todo lo que esta ocurriendo, los únicos que miran exclusivamente por el bien de España y sus intereses son los de VOX
8:42 | 7/09/22
wladimir
a veces la historia se repite en espiral…
este mismo escenario ya se vio en 1939 con la invasion Germano-Rusa a Polonia.. sy sus terminales era Comunistas y Marxistas.y justo ahora en 2022 Rusia lo esta volviendo a hacer de nuevo con la Invasion a ucrania…y en este momento sus socios son social-progres,comunistas y cierta ultraderecha…
por eso estas «extrañas» aliazas y sociedades con Rusia no son algo de extrañar…
10:26 | 7/09/22
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