Bildu: una infamia surgida de un consenso perverso del que sólo Vox se desmarca

Elentir EN Dom 14·5·2023 · 7:01 3

La presencia de 44 terroristas de ETA en las candidaturas de Bildu debería hacer que nos hagamos una pregunta: ¿cómo llegamos a esto?

Vox pide la anulación de las candidaturas de Bildu con terroristas y su ilegalización
La deuda de Pedro Sánchez con un partido que lleva a 44 terroristas como candidatos

La votación que blindó a Bildu y su apretón de manos con el PP

Ese partido que ha fichado a decenas de terroristas no ha salido de la nada. Su mera existencia es el último eslabón de una cadena que empezó a forjarse hace varias décadas. Pero para entender mejor cómo van relacionados los hechos que nos han llevado hasta aquí, es mejor viajar hacia atrás en el tiempo. Bildu existe porque en 2012 todos los partidos del Congreso menos UPyD se negaron a instar su ilegalización. También el PP. De hecho, aquella votación tuvo lugar el 21 de febrero de 2012. Un mes antes, el PP se dio la mano con Bildu. Algunos tal vez no hayan visto el vídeo:

El giro del PP que provocó la aparición de Vox

En 2012 expliqué aquí que la dirección del PP no había escatimado esfuerzos en apartar del PP vasco a María San Gil, a Nerea Alzola, a Santi Abascal y a otros valientes, un proceso de defenestración de aquellos que apoyaban una línea de firmeza contra ETA que finalmente dio lugar a la aparición de Vox dos años después, un partido entre cuyos fundadores, significativamente, estaban Abascal y José Antonio Ortega Lara, víctima del secuestro más largo de la banda terrorista ETA.

Antes de eso ocurrieron más cosas. En 2007, el PP pidió las actas de la negociación entre el gobierno de Zapatero y ETA y pidió revocar el permiso concedido por el Congreso al ejecutivo para dialogar con ETA. El PP reclamó eso afirmando lo siguiente: "Mantener ese acuerdo vivo es seguir dando oxígeno a los terroristas. Se les tiene que transmitir que se les va perseguir con todas las armas del Estado de Derecho".

Sin embargo, después de llegar al poder, el PP olvidó aquella petición y no revocó ese permiso ni publicó esas actas. ¿Por qué no lo hizo? ¿Acaso había algo que ocultar? No fue el único paso dado por el PP para seguir la senda marcada por el PSOE:

• En abril de 2012, el gobierno de Rajoy anunció que los asesinos de ETA no tendrían que pedir perdón a las víctimas para poder reinsertarse. Gracias a esa medida, hoy Bildu puede presentar a 44 terroristas sin arrepentir en sus candidaturas.
• En septiembre de 2012, el gobierno de Rajoy concedió el tercer grado penitenciario al asesino de ETA Josu Uribetxebarria Bolinaga, y lo hizo contra el criterio de los forenses y de la Fiscalía. Era una actuación calcada a la que hizo el gobierno socialista de Zapatero con otro asesino de ETA, Iñaki de Juana Chaos, una decisión criticada por Rajoy cuando estaba en la oposición.
• Además, el gobierno del PP no hizo nada para impedir que las marcas electorales proetarras se presentasen a las elecciones, a pesar de que cuando estaba en la oposición se había comprometido a actuar contra Amaiur, Bildu y Sortu si llegaba a gobernar. Una de tantas promesas que incumplió.

Bildu existe porque el PP decidió seguir los pasos del PSOE

En este camino hemos visto cosas que a algunos les sorprenderán, como el PP intentando manipular una manifestación de víctimas del terrorismo en 2011 para que mostrase un mensaje de apoyo al gobierno de Zapatero, el mismo gobierno que había iniciado una negociación política y secreta con ETA, mintiendo una y otra vez a los españoles para negarla y para negar la verdadera naturaleza de la propia negociación. Unos meses más tarde, pocos días después de ganar las elecciones, el PP prometió ser "generoso" con Amaiur si acataba la democracia: 12 años después sigue sin condenar el terrorismo de ETA.

Si Bilbu y Amaiur siguen existiendo es porque el PP siguió la línea del PSOE de tolerar a los partidos proetarras y no mover ni un dedo contra ellos. Pero yendo más atrás, debemos preguntarnos: ¿y cómo fueron legalizados esos partidos? Es fácil recordarlo: Bildu fue legalizado el 6 de mayo de 2011 por un Tribunal Constitucional controlado por el PSOE, en una sentencia muy polémica y que se aprobó por una estrecha mayoria de seis votos frente a cinco.

Así pues, la infame existencia de Bildu es consecuencia de otra lacra: la falta de independencia judicial, una lacra que el PSOE y el PP han alimentado con sus constantes repartos de cargos en el Consejo General del Poder Judicial y en el Tribunal Constitucional.

El rechazo de Vox a la politización de la Justicia

Vox no sólo surgió en 2014 como un partido dispuesto a defender la política de firmeza contra ETA que había sido abandonada por el PP. Además, Vox viene defendiendo la despolitización del Poder Judicial y que sus miembros sean elegidos por jueces y magistrados, que es precisamente lo que viene reclamando el Grupo de Estados contra la Corrupción (GRECO), dependiente del Consejo de Europa, desde hace años. El PSOE y el PP han tenido décadas para hacerlo y no han querido. Han preferido tener sometido el Poder Judicial al poder político.

A día de hoy, Vox es el único partido con una fuerte presencia en el Congreso que se aparta de ese consenso perverso creado por el PSOE y el PP, y al que se adhirieron la extrema izquierda y los partidos separatistas, deseosos de participar en el indecente reparto de cargos judiciales entre políticos. Un reparto del que Vox se ha desmarcado.

Así pues, es Vox el partido que tiene derecho a estar sinceramente indignado por esos 44 terroristas en las candidaturas de Bildu, y este mismo sábado ha demostrado que es el único partido dispuesto a hacer algo al respecto, con su denuncia de esas candidaturas a la Junta Electoral Central y su petición de ilegalizar a Bildu, y esto mientras el PP sigue montando un paripé pero sin hacer nada, después de haber contribuido a que los proetarras se cuelen en las instituciones, e incluso después de haberse dado la mano con ellos.