El gran valor que personas sencillas pueden demostrar en momentos difíciles

Una batalla desesperada, una pegada de carteles de Vox y unas palabras de Churchill

Desde que era un niño (es decir, como ahora pero más bajito) soy aficionado a la historia y a la aviación, y a la mezcla de ambas.

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Uno de los episodios que más me llaman la atención de la historia de la aviación es la Batalla de Inglaterra, cuando el Reino Unido tuvo que luchar en solitario contra la Alemania de Hitler, que disponía de una aviación muy superior numéricamente a la británica. Desde julio a octubre de 1940, los pilotos de la RAF defendieron Gran Bretaña frente a constantes ataques aéreos alemanes, en una lucha desigual en la que muchos aviadores encontraron la muerte.

Anoche vi la excelente película que se rodó sobre esa batalla en 1969. Es una película muy bien relatada, con una ambientación fabulosa y que desmiente, por cierto, algo que he dicho en el párrafo anterior: el Reino Unido no estuvo del todo solo. Muchos pilotos de otras naciones ayudaron a defender Gran Bretaña: aviadores llegados desde Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Sudáfrica (países vinculados históricamente al Reino Unido), y también de Polonia, Checoslovaquia, Bélgica, Francia e incluso algunos desde Irlanda.

El 20 de agosto de 1940, el primer ministro británico Winston Churchill se refirió al sacrificio de aquellos pilotos en un memorable discurso pronunciado en la Cámara de los Comunes. Hablando sobre el sentimiento de gratitud del pueblo británico hacia ellos, afirmó: "Nunca en el campo de los conflictos humanos tantos debieron tanto a tan pocos". Aquellas palabras resumieron hasta qué punto una Nación entera estaba en deuda con un puñado de valientes que lucharon en una batalla desesperada contra un enemigo muy superior en número, y finalmente vencieron.

Salvando mucho las distancias -pues no estamos hablando de una guerra, sino de una batalla política-, al ver la citada película, empecé a pensar en los retos que afrontan los militantes de Vox en nuestro país día a día. Concretamente, vinieron a mi mente las imágenes de las pegadas de carteles de Vox en Galicia en el inicio de la campaña de las elecciones locales del 28 de mayo. Algunos, por el mero hecho de ser Vox un partido conservador, intentan asociarlo con una burda caricatura de un partido de gente adinerada, con caros atuendos y ademanes refinados. Y Vox no es eso ni remotamente. Basta con ver las imágenes de aquella pegada de carteles.

La militancia de Vox es, mayoritariamente, gente sencilla y de distintas edades, personas que no podrías distinguir de cualquiera de las que hay en tu familia o en tu círculo de amigos, con independencia de cuál sea tu ideología o tus creencias. Gente normal igual que lo eran aquellos pilotos de la RAF. Y precisamente eso me hace valorar más los sacrificios que asumen, porque hay mucha otra gente normal y corriente -entre ellos yo- que no asume los riesgos que ellos afrontan por defender unos principios con los que nos identificamos millones de españoles.

Hago esta reflexión porque esta semana he leído comentarios defendiendo la idea de que lo importante en un proyecto político es el proyecto en sí, y no las personas que lo forman. Estoy en total desacuerdo con esa forma de entender las cosas. Un proyecto político, al igual que un ejército, no sería nada sin las personas que lo forman. A la RAF no le habría servido de nada tener buenos aviones si no hubiese tenido valientes pilotos, hombres dispuestos a arriesgar sus vidas volando en aquellos Hurricanes y Spitfires. Y como ya dije aquí en enero de 2014, al día siguiente de la presentación oficial de Vox, uno de los mayores activos de ese partido es estar avalado por excelentes personas, empezando por su líder, Santiago Abascal.

En cualquier iniciativa humana, tener personas en las que confiar es algo más valioso que el oro, porque las buenas personas son las que demuestran que hay una sustancia humana y sincera detrás de unas buenas ideas. Los españoles ya hemos cosechado demasiadas decepciones, y por eso algunos somos exigentes. Exigentes y también agradecidos. Porque lo que yo siento viendo a la gente de Vox es gratitud. Una enorme y sincera gratitud. Sé que llegará un día en que por fin alcancen la meta por la que tan duramente han trabajado, y ese día podremos parafrasear aquellas sabias palabras de Churchill: nunca tantos debieron tanto a tan pocos.

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Foto: pilotos del 303 Escuadrón Polaco de la RAF durante la Batalla de Inglaterra.

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Comentarios:

  1. aldonza17

    Perfecto, hoy para dar la cara como militante de Vox, hay que hasta jugarse el físico y tu imagen, son unos grandes héroes, admiro a esos compañeros.

  2. escoces

    Hay una pelicula anterior del actor britanico Kenneth Moore basada en la novela del famoso piloto de la RAF que perdio las piernas en una accidente anterior a la guerra. Era Douglas Bader que durante la famosa batalla mencionada uso una tactica de la I Guerra Mundial en la forma de atacar al enemigo. La pelicula se llama ‘Reach for the Sky’. Fue derribado y encarcelado en Alemania en la famosa carcel de Colditz. Muy bonita.

  3. Alberto77

    Este lazi es una fábrica de votantes de VOX andante y no se ha dado cuenta

    https://www.youtube.com/watch?v=zmJlSb7kKp8

  4. FINE

    Puesto que Elentir mezcla razonada y razonablemente ambos temas, aprovechemos el by the way:¿Qué está pasando en Vox? Lo de Macarena se va entendiendo a posteriori. Vale. Pero no me imagino a don Víctor desbarrando: ¿habrá que esperar a algún «posteriori» para entender lo de Sánchez del Real? ¿Estará Abascal y su núcleo mandamás feijoodiéndose por efecto de las malas compañías?

  5. PedroJesusVR

    Leyendo esa entrada, he recordado un personaje histórico poco conocido: Juan Pujol García, gracias al cual los nazis no enviaron casi ningún espía al Reino Unido, porque creían que Juan Pujol García les daba toda la información necesaria. En realidad, Juan les contaba «cuentos chinos» a veces preparados por la inteligencia británica, pero al principio sin la ayuda de los británicos.

  6. escoces

    Douglas Bader (Londres; 10 de febrero de 1910 – Ibídem; 5 de septiembre de 1982), cuyo nombre completo era Douglas Robert Stewart Bader, también conocido como Douglas Tin Legs Bader, fue un piloto de la aviación de caza británica que alcanzó celebridad por ser un as de la Royal Air Force (RAF), logrando una treintena de victorias en combate, de las que 20 fueron confirmadas, en tan sólo 15 meses de actividad en los combates aéreos contra los aviones de la Luftwaffe alemana sobre los cielos del sur de Inglaterra y del Canal de la Mancha durante la Segunda Guerra Mundial.1​ Y ello con la peculiaridad de que, amputado de ambas piernas a raíz de un accidente imprudente anterior a la guerra, combatía provisto de dos prótesis.2​

    Pocos hombres han llegado en la Historia a convertirse en una leyenda viviente, y Douglas Bader fue uno de ellos, personificando el heroísmo de la RAF durante la guerra. Para él se llegó incluso a acuñar un mote especial: el as lisiado.

  7. AnaMVelascoPlaza

    Totalmente de acuerdo con todo lo que aquí expresa.
    La inmensa mayoría de los que de una forma u otra hemos participado del proyecto de Vox, nos hemos implicado cada uno dentro de nuestras medidas en la defensa de este proyecto, lo hemos hecho no solamente porque ese es el proyecto que consideramos nuestro, porque compartimos todas y cada una de sus propuestas, si no porque hemos comprobado que los principales dirigentes de Vox son dignos de abanderar ese proyecto.
    Y lo eran, muchos de ellos desde el difícil inicio del partido y lo han seguido siendo en los problemáticos y complicados momentos por los que ha atravesado hasta llegar a quizás el más arriesgado momento actual. Porque sin muchas de las personas que han entregado su tiempo, su ilusión, sus fuerzas y su trabajo incansable a la defensa del proyecto de Vox-por muy bueno que nos pareciera -este habría fracasado. Si el proyecto de Vox es bueno y creíble solamente pueden llegar -.y ha llegado a sus seguidores-, porque lo han defendido personas excelentes, dignas de transmitir confianza, veracidad, valentía. Y si estas personas de forma incansable lo han hecho desde el nacimiento del partido, a los votantes de Vox nos sería muy difícil seguir confiando en un proyecto sin ellos.

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