Los efectos de alimentar durante décadas el odio al que discrepa de la izquierda

Fanáticos de izquierda demuestran su odio ante la muerte del hijo por nacer de Ayuso

La izquierda lleva años identificando a la derecha con el "odio" por el mero hecho de no estar de acuerdo con los dogmas izquierdistas.

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Esta mañana se ha conocido la triste noticia de la muerte del hijo por nacer de Isabel Díaz Ayuso, dirigente del Partido Popular y presidenta de la Comunidad de Madrid. He discrepado muchas veces de ella y lo seguiré haciendo, pero hoy quiero transmitirle mi pésame y mi abrazo ante esta terrible noticia. Perder un hijo, tanto nacido como no nacido, es una de las peores cosas que le puede ocurrir a una madre, y en un momento así sólo se me ocurren palabras de apoyo, de afecto y de ánimo.

Lamentablemente, hay una parte de la sociedad española que ha olvidado la empatía -esa capacidad para identificarse con el sufrimiento ajeno- y la ha reemplazado por el fanatismo político. Hoy, en las redes sociales, multitud de miserables de izquierdas han escrito mensajes burlándose de la muerte del hijo de Ayuso. Se pueden ver algunos ejemplos en las respuestas a este tuiteo del diario socialista El País y en esta entrada de Facebook de ese mismo medio. En honor a la verdad, hay que decir que muchas personas de izquierdas han escrito también mensajes de apoyo a Ayuso, como no podía ser menos.

Las personas más influyentes entre la izquierda, en el plano político y en el mediático, deberían reflexionar sobre esas burlas contra Ayuso. Algunos llevan décadas transmitiendo la perversa idea de que ser de izquierdas te convierte en una buena persona y que, por el contrario, ser de derechas es sinónimo de odio, de maldad, de intolerancia y de todos los males posibles. El mero hecho de discrepar es visto por la izquierda como un acto de maldad, que recibe muchas más críticas de las que la izquierda dirige, por ejemplo, a Bildu, un partido que se sigue negando a condenar los asesinatos de la banda terrorista ETA.

Con esa absurda y falsa visión de la sociedad, han contribuido a demonizar a todos los que no somos de izquierdas, alimentando el odio y la violencia de la izquierda más extremista. Un extremismo que la izquierda ni siquiera reconoce. ¿Cuántos políticos y medios de izquierda admiten siquiera la existencia de la extrema izquierda? ¿Cuántos de ellos han criticado, por ejemplo, que haya comunistas -incluso una vicepresidenta del gobierno- apoyando a dictaduras?

De nada sirve que algunas personas de izquierdas critiquen hoy esas burlas a Ayuso mientras siguen alimentando esa peligrosa retórica que divide a la sociedad en buenos y malos según sus opiniones políticas. Malas personas las hay de izquierda, de derecha y de centro, con creencias religiosas o partidarias del ateísmo. Tener una cierta forma de pensar, unas ciertas creencias o una cierta filosofía no te blinda ante la tentación de ceder ante el mal. La misma izquierda que identifica a sus rivales con el odio se ha dedicado a alimentarlo durante décadas, haciendo creer a los suyos que odiar al que opina distinto es algo positivo y necesario. ¿Dónde está el límite? ¿Cuándo dejarán de alimentar ese discurso de odio al que discrepa de ellos?

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Foto: Comunidad de Madrid.

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Comentarios:

  1. Spock

    Mis condolencias Isabel Díaz Ayuso y que imite de verdad a Vox y no lo deje pasar

  2. Berto

    Ayuso ninguneó a VOX y sus votantes en la Comunidad de Madrid, no le tengo ningún afecto, aunque sea una triste noticia lo que le ha sucedido.

  3. Hay 364 días más en el año para hablar sobre las diferencias políticas. Hoy no.

  4. Jandro

    Lamento mucho su pérdida y espero que se recupere anímicamente pronto. El fanatismo deshumanizador que denuncias en esta entrada es el germen del asqueroso rencor cainita que, por desgracia, tenemos que sufrir tan a menudo.

  5. FINE

    No sé si será o no cuestión de diferencia política, pero la Sra.Ayuso ha demostrado una gran frialdad en el tema del supuesto derecho al aborto voluntario sin cortapisa alguna más allá de la conveniencia, criterio y voluntad del ente engendrante o portador de células (antes denominado madre). La cuestión es que, como ejemplo paradigmático de un PP vulpejo (peudoprogresista de agenda, buen gestor de planes preexistentes, astuto de cara amable, pero de endeble y acomodaticia ideología en materias y valores sustanciales para la crepuscular civilización hasta ahora denominada judeocristiana occidental, que no parece reconocer a los nonatos los derechos que -por el momento (de la eutanasia a la eugenesia hay un paso)- aún venimos respetando en los países sedicentes civilizados a los nacidos queridos y sanos de nuestra especie.
    Dicho esto – que decimos los rollistas- hacer bromas o celebrar la interrupción accidental, natural o, inclusive, voluntaria, del embarazo de un contrincante dice mucho sobre la catadura del miserable odiador. Desdramatizar, tomárselo con escepticismo o con la frialdad, la distancia y el relativismo que, por su parte, exhiben quienes han ‘desacralizado’, desmitificado, instrumentalizado o materializado la gestación, son los lodos que los discípulos son llamados a amasar cínicamente con los polvo de los maestros.
    Cría cuervos…y tendrás muchos.

  6. Berto

    Exactamente, la señora Ayuso es partidaria del aborto sin límites. No tengo nada más que decir.

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