El PP dice que no permitirá en Barcelona la exclusión del español que aplica en Galicia

El Partido Popular (PP) continúa exhibiendo su costumbre de decir una cosa y hacer la contraria, por ejemplo en el ámbito de la política lingüística.

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Este miércoles, Daniel Sirera, presidente del PP en Barcelona y del grupo municipal de ese partido en el ayuntamiento de la Ciudad Condal, publicó un mensaje en Twitter afirmando lo siguiente: "No permitiremos que el castellano se arrincone en Barcelona. Collboni elimina el español en las comunicaciones oficiales del Ayuntamiento. Toda la documentación y señalización municipal debe estar, como mínimo, en las dos lenguas oficiales de Cataluña". Sirera publicó su mensaje junto a una foto en la que se ve un cartel del Ayuntamiento barcelonés en catalán y en árabe.

La crítica de Sirera es muy acertada. Efectivamente, es intolerable que una administración pública excluya el español, y más teniendo en cuenta que es la lengua más hablada en la ciudad de Barcelona, a pesar de décadas de esfuerzos de la izquierda y del separatismo por imponer el catalán y marginar el español.

El problema es que lo que critica el PP en Barcelona es lo que hace ese partido en Galicia, como vienen denunciando desde hace años asociaciones como Galicia Bilingüe, primero, y actualmente Hablamos Español. En Galicia, todos los rótulos y cartelería de la Xunta de Galicia están sólo en gallego, al igual que ocurre con muchos impresos oficiales, las programaciones didácticas, la toponimia oficial e incluso las comunicaciones escolares a las familias, lo que ha dado lugar a una denuncia de Hablamos Español en los tribunales presentada el pasado verano. Esa política lingüística puramente nacionalista ha llevado al PP gallego incluso a poner en marcha un programa escolar para que los niños no hablen en español durante 21 días.

La pregunta lógica es: ¿cuál es el auténtico PP, el que defiende el español en Barcelona o el que lo margina en Galicia? Las respuesta es fácil de adivinar teniendo en cuenta que el PP está en la oposición en la Ciudad Condal, mientras que en Galicia lleva 14 años consecutivos gobernando con mayoría absoluta, es decir, que aquí no tiene excusa para justificar su política lingüística: en Galicia, el PP excluye el español porque le da la gana, porque ha asumido sin más las tesis nacionalistas que tratan a nuestra lengua común como lengua invasora en esta región. Lo demás son cuentos para engañar a los votantes.