Los datos que explican el activismo militante de muchos medios y periodistas contra Vox

Hubo un tiempo en el que el periodismo ejercía el papel de "cuarto poder", fiscalizando la actuación de los tres poderes del Estado.

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Un negocio con cada vez menos escrúpulos

En España hace tiempo que ese papel ha pasado a mejor vida, con escasas excepciones. El periodismo español, en su mayoría, se ha convertido en un negocio lucrativo con cada vez menos escrúpulos, pero que al mismo tiempo se arroga una superioridad moral desde la cual pretende indicarnos lo que debemos pensar, cómo debemos vivir y qué opciones políticas debemos apoyar.

El gobierno de Sánchez ha disparado sus ayudas a medios

En una democracia todo el mundo es libre de opinar sobre lo que es correcto y lo que no. Lo que resulta repugnante es observar cómo algunos venden sus opiniones, ya sea a cambio de una subvención, de publicidad institucional o de otros favores. El periodismo tradicional ya había entrado en crisis con el auge de Internet y la pandemia agravó esa situación. Medios afines al gobierno de Sánchez le pidieron ayuda sin ruborizarse, y con la misma falta de pudor, el gobierno regó con millones de euros a televisiones privadas mientras destrozaba la economía española, obligando a cerrar a multitud de empresas.

En esa situación, el gobierno de Sánchez vio una oportunidad de hacerse con el favor de los medios y la aprovechó, haciéndonos pagar la factura a todos los españoles. De 63 millones de euros en publicidad institucional en 2019 pasó a 158 millones en 2022 y a 440 millones en 2023. Ha sido una versión moderna de la política de "pan y circo" de la antigua Roma, pero aplicada al periodismo actual y pagada por todos.

El PP también riega con ayudas públicas a medios afines

Hay que decir que los socialistas no han sido los únicos que han obrado así. El gobierno de Ayuso en la Comunidad de Madrid (del Partido Popular) ha pasado de dedicar 12 millones de euros a publicidad institucional en 2023 a 27 millones en 2024, coincidiendo casualmente con un año en el que el Partido Popular afronta varias citas con las urnas: las elecciones autonómicas en Galicia y en la Comunidad Autónoma Vasca y las elecciones europeas. Alguien me preguntará qué relación tienen esas subvenciones en Madrid con las campañas vasca y catalana, y la realidad es que medios digitales subvencionados en Madrid se leen en otras comunidades e influyen en sus campañas regionales.

Unos días antes de convocar las elecciones gallegas del 18 de febrero, el gobierno gallego (del Partido Popular) repartió casi 2 millones de euros en subvenciones. La mayor partida, de 584.993,36 euros, va para un solo diario afín al PP: La Voz de Galicia. Eso sólo para la edición impresa. La edición digital de ese mismo diario se lleva otros 268.625,40 euros en la misma partida de ayudas públicas.

Vox ha pedido la eliminación de las subvenciones a medios de comunicación

Casualmente, durante la pandemia sólo hubo un partido que criticó esas ayudas a los medios de comunicación: Vox. Una crítica que se dirigía al riego de millones para televisiones privadas por parte del gobierno mientras cobraba sus cuotas a los autónomos a los que impedía trabajar durante el confinamiento. Pero la crítica de este partido no se limitó a eso: Vox también ha pedido la eliminación de las subvenciones a medios de comunicación, así como a partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales. Tal vez esto explique el hecho de que muchos medios se hayan convertidos en activistas militantes contra Vox, dirigiendo contra ese partido toda clase de bulos, noticias falsas, manipulaciones y ataques, llegando hasta un grado de inquina que excede, con mucho, los límites de la deontología profesional del periodismo.

¿Por qué no se habla sobre esto en muchos medios?

Como veréis, he hablado de las subvenciones del PSOE y del PP. Hay medios que sólo hablan de las subvenciones que conceden uno de los dos, mientras se callan las del otro. Suele ser el indicio más claro de quién subvenciona al medio en cuestión. Algunos medios, sin más, nunca hablan sobre las subvenciones que recibe su gremio. Eso suele indicar que las reciben por varias bandas.

Si podéis leer aquí esa crítica sin excepción es porque Contando Estrelas no recibe subvenciones ni ayudas de nadie. Ni las recibe, ni las solicita ni las acepta. Desde hace casi 20 años, este sitio tiene por norma no aceptar ni un céntimo de gobernantes ni de partidos políticos. La Libertad exige independencia, y la independencia exige no estar atado económicamente al poder político, aunque eso implique hacer algunos sacrificios y renunciar a algunas comodidades. Eso es lo que muchos medios y periodistas deberían tener grabado a fuego, pero se les ha olvidado. Provoca mucha pena y mucho asco ver que muchos medios se han vendido a aquellos a los que tenían que vigilar.

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Foto: Efe.