El escritoe estadounidense Jack London popularizó con sus novelas de aventuras un lugar fascinante pero muy hostil: el valle del río Yukón.
Ese río atraviesa la provincia de la Columbia Británica, en Canadá, y el estado de Alaska, en Estados Unidos, para desembocar en el Mar de Bering. A finales del siglo XIX, ese río se hizo muy famoso por la fiebre del oro que estalló en uno de sus afluentes, el río Klondike. Esta zona fue el escenario de la mayor persecución de la historia de Canadá.
Todo empezó con un hombre misterioso, que decía llamarse Albert Johnson, que llegó al pueblo canadiense de Fort McPherson, en el Territorio del Norte, en el verano de 1931. Era un hombre de pocas palabras y aparentemente de origen escandinavo, como muchos tramperos y trabajadores de las minas de Canadá.
Este hombre se instaló en una cabaña en medio del bosque, a orillas del río Rat, sin obtener una licencia para ser trampero, algo muy extraño para una persona que residía en un lugar tan aislado. Los problemas con este hombre empezaron cuando algunos tramperos le denunciaron ante la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), acusándole de manipular sus trampas. Una acusación que nunca se supo si era cierta o si tenía como único fin expulsar de allí a un forastero del que desconfiaban.
Agentes de la RCMP de Aklavik hicieron un largo viaje de casi 100 km para hablar con Johnson. Cuando llegaron a su cabaña vieron que salía humo de la chimenea, pero aquel hombre no quiso hablar con ellos. Unos días más tarde, cuatro agentes de la RCMP volvieron a la cabaña con una orden de registro. Una vez más, Johnson no pronunció ni una palabra ni respondió a sus órdenes de abrirles la puerta. Cuando decidieron forzar la entrada, Johnson empezó a dispararles desde dentro, hiriendo a uno de los agentes.
Después de lo ocurrido, la RCMP decidió actuar con contundencia. Un grupo de agentes volvió a la cabaña y lanzaron dinamita en su interior. La cabaña voló por los aires, pero Johnson volvió a abrir fuego desde un refugio que había construido debajo de la casa. Empezó entonces una larga y dura persecución que duró 33 días y que llevó a Johnson a recorrer 137 km por los Territorios del Norte y por el valle del Yukón, con temperaturas invernales que alcanzaron los -40ºC. El fugitivo demostró ser muy hábil y escurridizo, llegando a utilizar las huellas de los caribúes para camuflar sus pisadas.
Finalmente, la RCMP logró dar caza a Johnson el 17 de febrero de 1932, con ayuda de un avión. Hubo un tiroteo en el que Johnson murió y uno de los agentes de la Policía canadiense resultó gravemente herido. Pero la historia no acabó ahí. Durante años se han hecho varias investigaciones para conocer la verdadera identidad de aquel hombre misterioso, que es popularmente conocido en Canadá como el Trampero Loco del Río Rat, ya que se considera que el nombre de Albert Johnson fue una identidad falsa, tal vez utilizada tal vez para eludir la acción de la Justicia. Se han hecho estudios de su ADN, pero sin resultados satisfactorios. A día de hoy, la identidad real de aquel fugitivo sigue siendo un misterio. Sus restos fueron enterrados en Aklavik, donde su tumba es un reclamo turístico.
Hace dos meses, Exploring with Wade publicó un interesante vídeo sobre la historia de ese misterioso fugitivo, mostrando los agrestes paisajes por los que logró evadir a la Policía Montada durante más de un mes (el vídeo está en inglés, puedes activar los subtítulos automáticos en español en la barra inferior del reproductor):
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Imagen principal: Exploring with Wade.
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Comentarios:
wladimir
interesante…
10:30 | 6/03/24
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