En España tenemos una izquierda que está demoliendo nuestra democracia, un ataque que está encontrando muchas resistencias.
Entre esas resistencias no podemos contar a una parte minoritaria de la derecha que quiere terminar el trabajo de demolición de Sánchez, en vez de ayudar a frenarlo, en la ilusa creencia, tal vez, de que sobre las ruinas no se edificará lo que una izquierda dominante quiere, sino lo que esa derecha marginal sueña. Pero, ¿qué es lo que sueña?
Hoy el diario Abc publica un artículo de Juan Manuel de Prada titulado "¡Abrid los ojos!". El artículo es como los habituales de ese escritor: un ataque a lo que llama "Régimen del 78". A diferencia de la mayor parte de la derecha, De Prada no quiere defender la legalidad constitucional frente al ataque de Sánchez: lo que quiere es terminar el trabajo. Una coincidencia que no es la primera: recordemos que hace dos años De Prada insultó a quienes criticamos la foto de Sánchez con Bildu.
En línea con la derecha más torpe y obtusa, De Prada se dedica a lanzar ataques contra generaciones enteras de españoles, afirmando que las generaciones que apoyaron la Constitución en el referéndum de 1978 "lo hicieron empachadas de propaganda" (tal vez de la propaganda de la que estaban más que hartas era precisamente la de tipos como De Prada) y afirmando que las generaciones siguientes "se aferran al constitucionalismo chorlito como las saprofitas se aferran a un cadáver". Eso de comparar a millones de españoles con bacterias por su edad es un ejemplo claro de deshumanización típico de ideologías totalitarias, que ya hicieron cosas parecidas contra millones de personas por su raza, su nacionalidad o su clase social.
Como vienen haciendo otros, De Prada pone todas sus esperanzas en los jóvenes, que "no han sido sobornados". Algún día alguien debería advertirle que una de las actitudes más contrarias a la lógica es la generalización, como lo es calificar moralmente a millones de personas a las que no conoce, simplemente por su edad. No sólo es algo ilógico, sino que hasta resulta cómico. A esos jóvenes, De Prada les pide "combatir políticamente este régimen putrefacto, desde dentro y desde fuera, con voluntad, coraje, generosidad, espíritu de sacrificio, imaginación viva y optimismo creador, hasta derrocarlo".
Curiosamente, De Prada, al igual que hace la extrema izquierda, pide derrocar el "Régimen del 78" pero no explica su alternativa. Es algo habitual en la extrema derecha (la de verdad, la que odia el "Régimen del 78" no por lo que tiene de malo, sino por lo que tiene de democrático). ¿Por qué ese escritor nunca explica qué propone a cambio? ¿Tanta vergüenza le da explicarlo? ¿Tan mala es esa alternativa?
Por supuesto, a estas alturas, aunque De Prada insista en ocultarnos qué se propone edificar sobre las ruinas del "Régimen del 78", no cuesta mucho imaginarlo. Hace diez años, De Prada ensalzó abiertamente al dictador ruso Vladimir Putin, afirmando que "Rusia es la única alternativa posible al Nuevo Orden Mundial; y el único dique contra la invasión mahometana que le resta a una Europa inane y apóstata". Un curioso dique aliado con dictaduras islámicas como Irán, Sudán y Argelia y con dictaduras socialistas y comunistas como Corea del Norte, China, Cuba y Venezuela.
En su afán por defender al régimen de Putin despreciando los hechos, sólo nueve días antes de la invasión rusa de Ucrania, De Prada afirmó: "Rusia, desde luego, no tiene ningún interés en invadir Ucrania". En línea con la propaganda rusa, en aquel artículo De Prada acusó a EEUU de "provocar una guerra en Ucrania". Después de que Rusia (y no EEUU) iniciase esa guerra, De Prada justificó la invasión, y lo hizo utilizando las mentiras de la propaganda rusa: "No creemos que se pueda reprochar a Rusia que decida intervenir para atajar una masacre de compatriotas en el Donbass que dura ocho años". Un bulo prorruso al que me referí aquí hace tres años.
Sinceramente, desconozco si ese tipo quiere instaurar en España un régimen como el de Putin, pero es muy revelador que dirija las críticas más duras contra el "Régimen del 78" y, a la vez, haya dejado pasar tantas veces la oportunidad de criticar los crímenes de una dictadura en la que los opositores acaban en prisión o muertos, como ha ocurrido con Alexei Navalny, Anna Politkóvskaya o Vladimir Kara-Murza, y que ahora se dedica a secuestrar niños y a torturar y asesinar a civiles en Ucrania. Un régimen que está instalando nuevos monumentos a Stalin, un dictador y genocida que asesinó a millones de personas, y a Lenin, el primer dictador comunista, cuyo régimen asesinó a más de un millón de personas por motivos políticos en seis años.
Por lo demás, es muy significativo que De Prada ni siquiera cite a Cataluña en un artículo en el que menciona la amnistía pero sin criticar ni mencionar a Sánchez ni al socialismo, lo cual es también muy revelador. Recordemos que esa amnistía está dirigida a borrar los delitos de los autores del golpe separatista de 2017 en esa región española. A propósito de esto, en 2019 De Prada afirmó que "Cataluña es una nación como una catedral" y se quejó de que el actual régimen constitucional "asfixia" a Cataluña. En esa ocasión, De Prada incluso recurrió a una curiosa teoría de la conspiración, afirmando que "los poderes internacionales ya han decidido, al contrario que con Kosovo –que les interesaba para alejar a Rusia de Yugoslavia– que no quieren que Catalunya sea independiente". Me pregunto qué tienen que decir sobre esto muchos patriotas que aplauden sus ocurrencias.
Seguramente desde la derecha aún habrá gente que justifique los disparates de ese escritor, obviando que el año pasado De Prada participó en un evento organizado por un grupo estalinista. Durante ese evento, Alejandro Cao de Benós, un conocido hincha de la brutal dictadura comunista de Corea del Norte, elogió a De Prada por "su análisis del dominio anglosajón y la sumisión al mismo en contra de la hispanidad". ¿Se entiende ahora mejor por qué Juan Manuel de Prada no explica nunca qué modelo propone como alternativa al "Régimen del 78"?
Para terminar, si algunos creen que de las ruinas de la Constitución de 1978 va a salir un régimen mejor, será porque sueñan despiertos. Con una izquierda como la que tenemos y un centrismo (el Partido Popular) que se doblega de forma obediente a los dogmas ideológicos de la izquierda, lo que tendríamos es una Constitución mucho peor. Pero me pregunto si algo de esto le importa a una persona que cree que Cataluña es "una nación como una catedral", que Rusia es "la única alternativa posible al Nuevo Orden Mundial" y que critica la Constitución de 1978 pero no tiene reparos en acudir a un evento de un grupo estalinista.
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Foto: Fundación Cajasol.
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Comentarios:
Hrodberht
Si digo lo que pienso de ese individuo nauseabundo…
0:45 | 29/06/25
AlbertoAG
Juan Manuel de Prada comete el mayor error de gran parte de la derecha antiliberal, alinearse en ciertos aspectos con el socialismo.
8:41 | 29/06/25
isanchezgil
Juan Manuel de Prada es un escritor erudito, con un gran conocimiento de los clásicos, que escribe en buen español (lo que se le agradece cada vez más, a la vista de lo que vemos y oimos diariamente en los medios) y que, a mi parecer, se ha armado un lío enorme en su cabeza bien llena, por falta de:
a) un conocimiento profundo de la historia, sobre todo la del XIX para acá, y
b) una falta total de práctica política
Resultado: sabe lo que NO quiere, pero no llega a saber lo que, de verdad, quiere.
Esa es mi opinión, sin demonizar al personaje.
12:32 | 29/06/25
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