El respeto a quienes tienen este trastorno debe empezar en el inicio de sus vidas

Una petición como familiar de una persona con síndrome de Down: basta de hipocresía

Cada 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down, y siempre que llega este día tengo los mismos sentimientos encontrados.

La carta de una joven Down al dirigente de la ONU que propuso eliminarles antes de nacer
¿El progresismo es cambiar el barranco de los niños 'imperfectos' por un cubo de la basura?

En mi familia tengo un tío con síndrome de Down, así que este día me toca una fibra sensible. Y lo hace de dos formas muy distintas. Por un lado, veo a muchos medios, políticos e internautas mostrando su apoyo a las personas con síndrome de Down, a su integración en la sociedad y a su capacidad para hacer frente a numerosos retos. Todo eso está muy bien. El problema es: ¿cuántos de esos discursos son realmente sinceros? Hagamos una prueba.

Una pequeña prueba sobre el respeto a las personas con síndrome de Down

Mi tío es ahora un hombre adulto. Es el mismo ser humano que cuando era un niño, obviamente. Podría preguntar ahora cuántos consideran que mi tío merecía respeto en su niñez o lo merece en su edad adulta, y seguramente todos los que me leen levantarían la mano. ¿Quién podría creer que una persona no merece respeto por tener un trastorno genético?

El caso es que mi tío también era el mismo ser humano cuando empezó su vida, en el vientre materno de mi abuela. Su condición de ser humano no empezó como por arte de magia en el parto, a las 24 horas de nacer o en algún momento de la niñez: adquirió la condición humana, como todo el mundo, al ser concebido (y no es que lo diga yo: es algo que demuestra la ciencia). Ahora se me ocurre volver a preguntar: ¿cuántos que dicen respetar a mi tío como persona discapacitada, habrían mostrado el mismo respeto por su vida en su edad prenatal?

Seguramente algunos ya no levantarían la mano. Unos porque piensan que una mujer concibe seres no humanos, o tal vez creen que un hijo por nacer sólo es humano si es deseado (una curiosa forma de pensar que supedita la condición humana de un individuo al mero deseo de su madre). Otros pensarían que no es justo obligar a una mujer a cargar con un niño así, y que lo más humanitario es despedazar a personas como mi tío antes de que nazcan. Porque en realidad ven a la gente como mi tío como si fuese una carga. Y es en este punto cuando tantos buenos deseos del Día Mundial del Síndrome de Down se van a hacer puñetas.

La penosa actitud de casi toda nuestra clase política ante esta cuestión

En España hay vigente una ley que da un plazo extra para abortar (es decir, para matar en el vientre materno) a personas como mi tío. Fue una ley promovida por el PSOE y apoyada por otros partidos de izquierda. A pesar de haberla recurrido al TC, cuando el PP gobernó con mayoría absoluta no quiso derogar esa ley. Actualmente sólo un partido parlamentario, Vox, sigue defendiendo su derogación, y por ello soporta toda clase de insultos de muchos que hoy presumirán de apoyar a las personas con síndrome de Down.

Pasa algo parecido en Europa: en Polonia se ha anulado la legislación eugenésica que permitía liquidar a los niños Down antes de nacer, y lo que hizo el Parlamento Europeo fue arremeter contra ese país, con el apoyo de gran parte de los miembros del Partido Popular Europeo. Una actitud infame de la que se desmarcaron Vox y sus socios polacos del partido Ley y Justicia.

Presiones a las familias para que se deshagan de ellos antes de nacer

En virtud de la actual ley del aborto, en España si una prueba de amniocentesis indica que el hijo por nacer puede tener el síndrome de Down, las presiones a la madre para que aborte suelen superar con creces a los ofrecimientos de ayuda para que tenga a ese bebé. Esto lo pueden atestiguar muchas familias que hayan tenido bebés Down en años recientes. En otros países ocurre lo mismo. Hace tres meses, una madre de un niño Down declaraba a la BBC: "Nos ofrecieron 15 veces abortar a nuestro bebé", y añadió: "Sólo me daban apoyo si elegía la opción del aborto, que es lo que supusieron, pero cuando dije que quería quedarme con Jaxon perdieron el interés".

Lo presentan como si fuese una cura pero es otra cosa

En marzo de 2017, la web Bebés y Más señalaba: "En España, tras realizar una prueba de amniocentesis que confirma el diagnóstico, el 90% de los niños con síndrome de Down son abortados antes de las 22 semanas de gestación.". Algunos tienen el cinismo de afirmar que el síndrome de Down está desapareciendo, como si hubiesen encontrado una cura para el mismo. La verdad es mucho más cruel y terrible: pretenden "curar" el síndrome de Down matando a quienes lo tienen antes de que nazcan. Eso no es una cura: es un exterminio.

Y lo peor es que muchos ven esa monstruosidad como algo normal, incluso muchos que se llenan la boca hablando de inclusividad e integración, y que cada poco tiempo se inventan palabras nuevas para que los discapacitados no se sientan ofendidos (lo último es llamar "diversidad funcional" a la discapacidad). Si queréis respetar de verdad a las personas Down, no les consideréis menos dignos de vivir y no apoyéis que se les mate antes de nacer. Apoyar la barbaridad que se está haciendo con esos pequeños y luego presumir de "inclusivos" es una colosal y monstruosa hipocresía. Más respeto para la vida de los niños Down, antes y después de nacer, por favor, y menos paripés cada 21 de marzo.

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Foto: iStock / Eleonora_os.

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Comentarios:

  1. Ginés Ladrón de Guevara

    Tristemente, la «solución» preferida de los socialistas, para todo y para todos los que les estorban, es la Solución Final. Tanto si son judíos, como enfermos, ancianos o Síndrome de Down, matarles es la opción de nuestros políticos socialistas.

    No hay nada que les guste más que un genocidio, no han cambiado nada en 140 años.

  2. Luna

    Unas palabras sin hipocresía que lo dicen todo muy bien:

    «Si se utilizasen otros rasgos heredables como el color de la piel para erradicar a un grupo de personas, el mundo gritaría. ¿Por qué no grita cuando personas como yo se están extinguiendo? ¿Qué hemos hecho para que quiera que desaparezcamos? Hasta donde yo sé, mi comunidad no odia, no discrimina ni comete crímenes.»

    Dejémosles hablar a ellos porque saben muy bien lo que dicen. Este párrafo está sacado de la carta de una joven Down al dirigente de la ONU que propuso eliminarles antes de nacer, que se enlaza el principio de esta entrada y tenéis que leer porque merece la pena.

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