El monumento naval más famoso de Hawaii e incluso de Estados Unidos es, sin duda, el dedicado al acorazado USS Arizona.
La importancia de ese monumento se debe a que la tripulación del USS Arizona fue la que más bajas sufrió de todos los buques de la Marina de EEUU hundidos durante el ataque japonés a Pearl Harbor. No obstante, recordemos que fueron siete los acorazados hundidos durante ese ataque. De ellos, cinco fueron recuperados y volvieron al servicio. Pero además de esos barcos, hubo un octavo acorazado hundido en ese ataque: el USS Utah (BB-31).
El USS Utah fue puesto en grada en marzo de 1909 y botado dos días antes de la Navidad de ese mismo año. Entró en servicio en agosto de 1911. Tenía 159 metros de eslora y 27 de manga, y un desplazamiento de 23.000 toneladas. Estaba armado con 10 cañones de 305 mm repartidos en cinco torretas, lo cual le daba una configuración muy poderosa. Además, tenía 16 cañones de 127 mm, 4 cañones de 57 mm, 2 cañones de 37 mm y 2 tubos lanzatorpedos de 533 mm.
Durante la Primera Guerra Mundial, el USS Utah sirvió protegiendo convoyes marítimos junto a otros dos acorazados que también fueron hundidos en el ataque a Pearl Harbor: el USS Nevada y el USS Oklahoma. El 1931, con 20 años de servicio, el USS Utah fue convertido en un blanco naval, siendo redesignado como AG-16. En 1941 el USS Utah servía como buque escuela para artilleros antiaéreos y ya no era formalmente un acorazado, por eso no se le suele contar en la lista de acorazados hundidos en el ataque japonés a Pearl Harbor.
En ese ataque, el USS Utah fue alcanzado por dos torpedos (un tercer torpedo falló) y el buque acabó volcó y se hundió. Murieron 58 de sus tripulantes. Uno de ellos, Peter Tomich, recibió la Medalla de Honor por permanecer bajo la cubierta manteniendo la maquinaria en marcha para permitir que sus compañeros se pusiesen a salvo. Gracias a él se salvaron una parte de los 461 supervivientes de la tripulación.
Hubo un complicado intento de recuperar el buque durante la Segunda Guerra Mundial, pero fracasó y el pecio fue abandonado, pues por entonces ya era un buque obsoleto. En 1972 se construyó un modesto monumento, mucho más pequeño que el del USS Arizona, con una pasarela blanca que va desde la isla Ford hasta el pecio del buque, que en 1989 fue declarado Monumento Histórico Nacional. Algunos de sus tripulantes que sobrevivieron al ataque expresaron su deseo de ser incinerados y que sus cenizas fuesen depositadas en el pecio, un deseo que se cumplió en 2008.
Podéis ver aquí un vídeo de una inmersión al precio del USS Utah, llevada a cabo en diciembre de 2021:
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Foto principal: Tom Sakiyama / USS Utah BB-31/AG-16.
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Comentarios:
wladimir
interesamte
6:05 | 21/10/23
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