La Estatua de la Libertad es uno de los monumentos más famosos e inonográficos del mundo, y también el sitio más visitado de Nueva York.
Este famoso monumento fue inaugurado en 1886. Es una obra del escultor Frédéric Auguste Bartholdi, y su estructura interna fue diseñada por el ingeniero Gustave Eiffel. Cubierta de láminas de cobre, originalmente la estatua era de color rojizo, pero debido a la oxidación de ese metal, con los años acabó adquiriendo un aspecto marrón oscuro (por un óxido del cobre llamado tenorita), y finalmente la contaminación del aire en a ciudad y la mezcla del cobre y la tenorita acabaron dándole el aspecto verdoso que tiene desde comienzos del siglo XX.
Es mundialmente conocido que la Estatua de la Libertad tiene un mirador en su corona, formado por 25 ventanas. Se puede acceder al interior por un pequeño ascensor que recorre el pedestal, y a partir de ahí hay que subir por dos escaleras de caracol entrelazadas, con 162 escalones, como ya vimos aquí. El Servicio de Parques Nacionales de EEUU advierte de que es Una subida agotadora que desaconseja a personas que sufran vértigo, problemas cardíacos o respiratorios, claustrofobia y acrofobia.
Su antorcha también es accesible y dispone de un balcón circular, pero está cerrada al público desde 1916, debido a un hecho relacionado con la Primera Guerra Mundial, a la que Estados Unidos se sumó en 1917.
Antes de entrar en aquella guerra, Estados Unidos suministró armas y municiones a los países aliados. Uno de los principales almacenes para los explosivos que se enviaban a los aliados estaba en la isla Black Tom, en Nueva Jersey y muy cerca de la Isla de la Libertad que alberga la famosa estatua (hoy en día Black Tom ya no es una isla, debido a los rellenos en esa zona, y forma parte del Liberty State Park).
Como recuerda el sitio web del FBI, el 30 de julio de 1916 dos millones de toneladas de material de guerra empaquetados en vagones de tren explotaron en el patio del ferrocarril Black Tom. La comunidad de inteligencia de EEUU era mucho más reducida que la de ahora. Dos alemanes fueron los autores del sabotaje. La enorme explosión sacudió a la ciudad de Nueva York, rompiendo numerosos cristales y sacando de sus camas a muchos vecinos, ya que tuvo lugar a las 2:08 de la madrugada. La explosión fue tan fuerte que los sismógrafos la registraron como un terremoto de potencia 5 en la escala de Richter.
Además de dejar arrasada la isla de Black Tom, la explosión causó daños en la Estatua de la Libertad incluyendo la antorcha y el brazo que la sostiene. El coste de las reparaciones fue muy elevado, y a raíz de aquel hecho, las visitas a la antorcha quedaron prohibidas, ya que ésa era precisamente la parte más delicada de la estatua.
Más de un siglo después, el acceso al interior de la antorcha se hace por una escala, ya que es un conducto estrecho. El personal de mantenimiento sigue accediendo a ella para tener a punto el sistema de iluminación que alumba la antorcha actual, que fue cambiada en 1986 (la original se encuentra en un museo situado en el interior del pedestal).
La antorcha actual está cubierta por oro de 24 kilates, que brilla con la luz del sol por el día y refleja la luz de los proyectores situados en el balcón de la estatua por las noches, convirtiéndola en uno de los monumentos más bellos y simbólicos del mundo.
El sitio web del Servicio de Parques Nacionales de EEUU tiene una página en la que se pueden ver imágenes interactivas del interior del brazo deerecho y de la antorcha
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Foto principal: Mateus Maia.
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Comentarios:
maytehuete
Muy interesante artículo, gracias
23:23 | 22/04/24
Berto
Uno de los monumentos más bellos y simbólicos del mundo mundial, vale, bien, un monumento, nada más.
En un país que los progres (demócratas) han convertido en el paraíso progre/woke del mundo mundial. Un despropósito en la otrora tierra de la libertad.
10:34 | 23/04/24
wladimir
interesante…
12:07 | 23/04/24
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