Inmigración: la guerra híbrida de Putin contra Occidente, sus cómplices y sus tontos útiles

Además de un fenómeno social que tiene efectos sobre la seguridad ciudadana, la inmigración ilegal tiene también una dimensión estratégica.

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La guerra migratoria de Bielorrusia contra Lituania y Polonia

Para comprenderlo basta con hacer memoria. En 2021, el dictador bielorruso Lukashenko, un títere de Putin, utilizó la inmigración ilegal para lanzar una guerra híbrida contra Lituania y Polonia, en un intento de generar inestabilidad en ambos países llevando a miles de inmigrantes ilegales traídos desde Oriente Medio a sus fronteras. La calificación de esa estrategia como "guerra híbrida" no me la invento yo: así la calificó el diario socialista español El País, un medio que tres años después está demonizando los intentos del gobierno italiano para poner freno a la inmigración ilegal procedente del norte de África.

La guerra híbrida migratoria de Rusia está creando desde África

En junio de 2022 ya señalé aquí que la desestabilización del Sahel por parte de Rusia podía provocar más olas de inmigrantes subsaharianos. Para entenderlo bastaba con observar la inestabilidad generada en esa región por los mercenarios rusos del Grupo Wagner, los peones favoritos del Kremlin para provocar golpes de Estado en África y situar gobiernos afines. Según señaló la BBC en febrero de 2024, esas actividades están coordinadas por el GRU, el servicio de inteligencia exterior de Rusia. Hasta el momento, mediante esos recursos, Rusia ya ha extendido sus redes por Libia, Burkina Faso, República Centroafricana, Mali, Níger, Chad, Sudán, Eritrea y Zimbabue.

Rusia tiene algo más que un claro interés por los recursos naturales que pueden ofrecer esos países. Como señala hoy Aquilino Cayuela en El Debate, Rusia espolea la inmigración masiva en África para desestabilizar a la Unión Europea. Cayuela señala concretamente lo ocurrido en Níger, un país donde se produjo un golpe de Estado en 2023, tras lo cual el gobierno golpista, apoyado por Rusia, rompió relaciones diplomáticas con Ucrania:

"Las nuevas autoridades de Níger tampoco esperaron para derogar en noviembre de 2023 la ley de 2015 que penalizaba el tráfico ilegal de inmigrantes, que había sido adoptada bajo la presión de la UE. Poco después intensificaron su cooperación militar con Rusia".

La advertencia de Andrzej Duda sobre Oriente Medio

Lituania, Polonia y África no son los únicos escenarios de esa guerra híbrida de Putin usando la inmigración como arma. Hace un año, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, señaló que el ataque terrorista de Hamás contra Israel "favorece a Rusia" (recordemos que el Kremlin ha tenido una fluida relación con Hamás) y alertó: "me temo que, lamentablemente, esto provocará otra presión migratoria sobre Europa. Probablemente volveremos a tener una oleada de inmigrantes de Oriente Medio que afectará a Europa". El presidente polaco añadió: "La cuestión de nuestra seguridad, la protección de las fronteras de la República de Polonia, las fronteras de la UE y el espacio Schengen se está volviendo aún más importante".

Los cómplices de Putin en esta guerra híbrida

No cuesta mucho identificar a los cómplices de Moscú en esta guerra híbrida contra Occidente. En 2020 ya advertí que Putin venía apoyando a partidos de extrema izquierda en países occidentales, unos partidos que han venido recibiendo un trato muy favorable por parte de los medios estatales rusos, como Podemos en España, Die Linke en Alemania y La France insoumise. Se trata de partidos que promueven activamente la inmigración ilegal y masiva, además de figurar entre los partidos más prorrusos en sus respectivos países.

Los tontos útiles de los que Rusia se aprovecha en esta estrategia

Además de esos cómplices, Putin tiene también tontos útiles, como la Comisión Europea de Ursula von der Leyen, que ha venido acosando a gobiernos conservadores que rechazaban la inmigración masiva, como por ejemplo Polonia y Hungría. Entre los tontos útiles de Putin también está el dirigente socialista español Pedro Sánchez, que dedica mucho más dinero a comprar gas ruso que a ayudar a Ucrania y que, además, apoya las mismas políticas irresponsables a favor de la inmigración masiva que sus socios comunistas de gobierno.

Con todo, hay que señalar que Sánchez no está solo en el club de los tontos útiles de Putin en materia migratoria en España: en abril, todos los partidos del Congreso (con la única excepción de Vox) apoyaron una regularización masiva de 500.000 inmigrantes ilegales, una medida que, como ya advirtió Vox, ha tenido un formidable efecto llamada en los meses siguientes, incrementando la ola de inmigrantes ilegales que fluye desde los países africanos en dirección a España. En julio, el Partido Popular torpedeó sus gobiernos regionales de coalición con Vox para sumarse a los irresponsables planes migratorios de Sánchez. Con "enemigos" como éstos, Putin no necesita amigos.

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Foto: TASS.