Unas posiciones usadas en la Guerra de Cuba y en la Segunda Guerra Mundial

Fortines en tierra volcánica: un recorrido por las defensas de la isla de Lanzarote

Las Canarias son desde hace siglos una región de una gran importancia estratégica para España, como demuestran algunas fortificaciones de ese archipiélago.

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La Batería del Río, construida durante la Guerra de Cuba

En otro de sus siempre interesantes vídeos publicado hace unos días, el Comando Entresierras (os animo una vez más a suscribiros a su canal de Youtube) ha recorrido las viejas fortificaciones, hoy abandonadas, de la isla de Lanzarote, la tercera más poblada de ese archipiélago y con un característico paisaje volcánico. Concretamente, el vídeo muestra la Batería del Río, conocida así por la denominación que le dan los lugareños al canal que separa Lanzarote de la isla de La Graciosa. Este grupo de fortines fueron construidos a finales del siglo XIX en previsión de un posible ataque de EEUU durante la Guerra de Cuba, por temor a que los americanos también se intentasen adueñar de las Canarias.

Las defensas de Lanzarote durante la Segunda Guerra Mundial

En 1939, tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial, estas defensas fueron ampliadas por temor a que las islas fuesen tomadas por los Aliados (de hecho, los británicos estuvieron planificando una toma de las Islas Canarias como medida preventiva en caso de que España ocupase el Peñón de Gibraltar). A Lanzarote fue enviada la 5ª Batería de Campaña del Regimiento de Artillería Mixto nº8, con la cual se formó en octubre de 1940 el Grupo Mixto de Lanzarote, formado por la Batería de Río y la 7ª Batería de Campaña.

Para 1943, las defensas de la isla estaban formadas por cuatro obuses Ordóñez de 210 mm de 1891 en la Batería del Río, otros cuatro Ordóñez de 150 mm de 1885 junto al Estrecho de La Bocaina, 12 obuses de montaña Vickers de 105 mm de 1922 de la 7ª Batería de Campaña, así como 12 cañones Terni de 65 mm de 1913. A esto se añadían 6 cañones Skoda de 76,2 mm capturados a los republicanos en la Guerra Civil, 4 cañones Saint Chamond de 76,2 y 4 ametralladoras antiaéreas Hispano-Suiza de 20 mm. Parte de este material (especialmente los cañones Ordóñez y Krupp) era obsoleto. De hecho, cuando se dispararon por primera vez las piezas de la Batería de Río en 1940 (no había abierto fuego desde 1897) tres de ellas sufrieron desperfectos. A pesar de todo, la isla de Lanzarote nunca había estado mejor defendida.

En 1945, al acabar la Segunda Guerra Mundial, las unidades de artillería desplegadas en Lanzarote fueron replegadas a la Península. La munición almacenada en la isla fue llevada a Gran Canaria, y las defensas fueron abandonadas. En 1973 se inauguró un mirador construido aprovechando la vieja Batería de Río. La obra, creada por el arquitecto César Manrique, ofrece a los turistas unas bonitas vistas desde el Risco de Famara, como se ve en el vídeo del Comando Entresierras:

Bibliografía:

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Comentarios:

  1. Jose González

    Pues en estas fortificaciones, si están orientadas convenientemente, podían ir viendo de instalar las piezas necesarias para la defensa del archipielago de la invasión subsahariana, que por cierto está siendo silenciada, ignorada y ocultada por nuestro gobierno y por los medios de comunicación oficiales y paraoficiales.

  2. Juan carlos echarri

    Muy bonito se debe cuidar el patrimonio cultural

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